Bienvenidos al tercer mundo

Una de la tarde del pasado sábado. Juventud Jerez Industrial y Atlético San José, de la categoría de la Primera Provincial Cadete, acaban de terminar un partido que finaliza con goleada de los primeros, líderes de su grupo. Lo peor para el cuadro vallense no ha llegado aún. Tras el pitido final, los jugadores comprueban que el aviso de antes del inicio del partido es cierto: no hay luz ni agua caliente. Viajecito de 45 kilómetros, de barro hasta las orejas (la noche anterior llovió) y peligro de coger un enfriamiento. Los jerezanos lo tiene sólo algo mejor. Al menos sus casas están más cerca y la ducha no se hará esperar una hora.

Esa es la rutina que semana tras semana sufre el Juventud Jerez Industrial, un club con más de 25 años de historia en la Zona Sur, y todos los rivales que rinden visita a los distintos equipos de la entidad que preside Juan García. ¿La culpa? Una deuda del Ayuntamiento con Endesa. La empresa, con el criterio empresarial acorde a estos tiempos, corta el suministro eléctrico como 'castigo' al Consistorio cuando en realidad pagan los usuarios de las instalaciones. Así llevan en San Telmo desde el pasado mes de abril, cuando se llevaron los dos generadores que, al menos, paliaban algo la situación.

Un día antes, el viernes, el escenario era aún peor. En el campo anexo jugaban los alevines del Juventud y el Paquete. El campo, totalmente embarrado (por la mañana cayó la mundial en Jerez), era una pista de patinaje para los pequeños de diez y once años. En el campo grande, a eso de las seis de la tarde, acaba de entrenar el equipo cadete y en una pequeña parcela del terreno de juego, eludiendo los charcos más grandes, se entrenan los prebenjamines (seis y siete años). Luego le llega el turno al juvenil, que salta al campo cuando el sol ya se ha puesto.

El campo de fútbol de San Telmo es el único en todo Jerez que tiene cortado el suministro eléctrico y para que se produzca un corte de luz debe haber previamente un impago. La pregunta es ¿quién decide que se deje de pagar a la compañía precisamente el recibo que corresponde a esta instalación? Si, por el contrario, no se paga la luz de ninguna instalación, ¿por qué tan sólo es San Telmo la que tiene suspendido el suministro? Amén de aquellas instalaciones construidas recientemente y sobre las que la distribuidora eléctrica se niega a hacer contratos al Ayuntamiento. Así, La Granja funciona con generadores y en La Canaleja el contrato de luz está a nombre de uno de los clubes que allí juegan.

Juan García, presidente del Juventud Jerez Industrial, no pierde las formas conforme a su reconocida actitud dialogante. Ni siquiera cuando se le recuerda episodios no demasiado lejanos de otros clubes que resolvieron un problema similar sacando a los niños y a sus padres a la calle: "No quiero solucionar las cosas así pero entiendo que nuestros padres estén cansados de esta situación". De momento, solución no hay. Hace un par de semanas hubo reunión en la delegación de Deportes, pero una inoportuna llamada provocó que la delegada, Felisa Rosado, no pudiera asistir: "Nos recibió José Luis Fernández Reboul y la delegada se excusó. Nos dijo que en breve se reuniría con nosotros". ¿Sacó algo en claro? "Nada. De la luz nos podemos ir olvidando y tampoco nos dijeron cuánto se debe". Desde el pasado mes de abril cero euros, eso es seguro. "Queremos que al menos se nos ponga el parchecito de un par de generadores, pero nos dicen que están todos ocupados". Así, "los padres están indignados, cansados y resignados. Cuando vamos a otros campos de la ciudad ven cómo están los demás y cómo estamos nosotros y comprueban que somos los últimos en todo".

El anterior equipo de gobierno tenía muchos planes para las instalaciones de San Telmo: un campo de césped artificial y tres de fútbol 7. "En la última entrega de trofeos, la anterior alcaldesa (Pilar Sánchez, PSOE), me convenció de que tendríamos la obra terminada antes de final de la legislatura. Lo dijo allí delante de todos, micrófono en mano. Nos engañó".

Con todo, para Juan García lo más grave es que los chavales no se puedan duchar con agua caliente tras los partidos: "Con el cambio de hora y la llegada del frío es sin duda lo peor. Y claro, los equipos que vienen de fuera se quejan y los árbitros también lo reflejan en sus actas".

Manuel Vargas es el entrenador del juvenil, perteneciente al primer equipo. Dos años en el club le han bastado para comprobar el trato "discriminatorio que existe hacia nosotros. No puede ser que equipos con dos años de existencia tengan unas instalaciones modernas y que nosotros sigamos con éstas, máxime cuando además existe un compromiso firmado para transformar estos dos campos en césped artificial. Nos dijeron que estaría en la primavera de 2010, nos sentimos engañados. Estamos dejados de la mano de Dios, esto es un vertedero en el que hasta he visto ratas y tienen tanta culpa los que estaban como los que ahora gobiernan. En cinco meses no ha habido cambio".

El JJ Industrial mantiene equipos en todas las categorías salvo en infantiles. Los padres, por lo general, son fieles al club, que realiza una importante labor social. "Los políticos no ven que nuestro trabajo es precisamente ése, educar desde el deporte. El otro día alguien me decía que quien quiera fútbol que lo pague y yo digo que de acuerdo, pero todos con las mismas condiciones. ¿Quieres que sea sincero contigo? Si tuviera un hijo ya me lo habría llevado de aquí".