Fallece en el Zoobotánico el popular tigre blanco 'Kiyosu'
El equipo veterinario del parque decidió ayer practicarle la eutanasia humanitaria al felino de 18 años, que estaba enfermo desde hace tiempo debido a un tumor en la piel
El equipo veterinario del Zoobotánico Jerez comunicó ayer que a las 10 de la mañana se había procedido a realizar la eutanasia humanitaria del tigre Kiyosu. Desde su llegada al Zoobotánico, se convirtió en uno de los animales más populares entre los visitantes adaptándose muy bien a la vida en el Parque, un ejemplo de ello ha sido "la larga descendencia que nos ha dejado y que hoy día viven en muchos zoos de nuestra geografía". Según el informe del equipo veterinario, Kiyosu había empeorado de forma alarmante en los últimos días, apareciendo nuevas metástasis tumorales que habían hecho que la herida no le haya cerrado. Además, sufría infección concomitante, pérdida de peso y debilidad en cuartos traseros, así como falta de apetito en los últimos días, por lo que "consideramos que dada la imposibilidad de recuperarse del proceso tumoral, comprobando que no goza de las mínimas condiciones de bienestar, y siguiendo las directrices de nuestro código deontológico, hemos decidido la solución adecuada al caso, proceder a la eutanasia del espécimen, evitando un mayor sufrimiento para el animal".
Kiyosu permanecía desde hacía varias semanas en el interior de sus instalaciones viviendo sus últimos días con gran tranquilidad con el cuidado de veterinarios y cuidadores. Hay que recordar, que el 12 de septiembre, el felino tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, durante más de una hora, para extirparle un tumor de piel por parte del equipo formado por los veterinarios del parque, Luis Flores y Miguel Ángel Quevedo, con la ayuda de Juan Cotilla, veterinario colaborador, y cuidadores del Parque. Su recuperación fue buena, aunque tardó más tiempo en eliminar completamente la anestesia debido a la insuficiencia renal que viene padeciendo y, de la que viene siendo tratado desde hace tres años. Kiyosu nació en mayo de 1993 y llegó desde Japón en 1.995, procedente de un zoo que, a su vez, lo recibió de un circo. Era totalmente blanco y con ojos azules; un majestuoso tigre que a veces se comportaba como un enorme gato lleno de ternura. Su nombre, Kiyosu, corresponde a una ciudad japonesa con la que Jerez está hermanada. El alcalde de dicha ciudad visitó hace años el Zoo y, ese mismo día, el tigre fue bautizado con el nombre de su ciudad. El blanco de su piel no se debía a albinismo, sino a una mutación, o lo que es igual, a un precioso capricho de la naturaleza.
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