El A-400M se pone a prueba en 'La Parra'
Navegación aérea
El mayor avión militar del mundo, cuyos cajones del estabilizador horizontal se fabrican en El Puerto, aterriza en el aeropuerto de Jerez durante un vuelo de certificación
El Airbus 400-M (A-400M), el mayor avión militar del mundo, realizó prácticas ayer en el aeropuerto de Jerez. Sobrevoló la instalación con el estabilizador horizontal cuyos cajones se elaboran en el Centro Bahía de Cádiz (CBC) de El Puerto.
Llegó desde Morón hasta ‘La Parra’, donde la cúpula del aeropuerto, con su director, Rafael de Reyna, al frente, acompañado del jefe de Coordinación, Horacio Riba, y el ingeniero Iván Gutiérrez lo esperaron. La satisfacción de ver aterrizar al enorme avión del consorcio europeo EADS se palpaba en el ambiente. Fue a las 12,19 horas cuando el enorme avión aterrizó en la pista del aeropuerto de ‘La Parra’. No lo hizo para frenar y acto seguido parar, sino para en un alarde de potencia, volver a levantar el vuelo. Acto seguido, el avión desvió su trayectoria hacia la derecha, es decir, se adentró en el espacio aéreo de las pedanías jerezanas de Guadalcacín y Nueva Jarilla y volvió a afrontar la pista del aeropuerto para en esta ocasión, asumiendo el piloto un vuelo instrumental, amagar con aterrizar (simulando el hallazgo de un obstáculo en la pista) y acto seguido volver a levantarse por los aires. Tras esto giró a la izquierda, se adentró en los cielos que sobrevuelan la autopista de peaje a Sevilla y retornó a la base de Morón.
Contra lo que pudiera pensarse en un principio, el vuelo que realiza el A-400M es especialmente llamativo al espectador pero no por su velocidad, sino justamente por lo contrario, porque es capaz de volar a bajísima altura y a una velocidad tan lenta que sorprende. La sustentación del aparato es uno de sus fuertes. No en vano, se trata de un avión diseñado precisamente para eso, para poder sobrevolar un área prestando servicio de forma eficiente y con una carga impresionantemente pesada. Igualmente, puede servir de nave nodriza a otros aviones menores y como transporte de tropas paracaidistas, con 116 efectivos a bordo.
Para Rafael de Reyna, director del aeropuerto, el hecho de que el A-400M haya sido capaz de aterrizar en Jerez “demuestra que la pista no es tan corta como se suele decir y que es capaz de recibir vuelos de aviones de gran tamaño además de los habituales A-320”, que son los más utilizados por las aerolíneas.
Las prácticas que este A-400M (uno de los cuatro existentes) realizó ayer sobre el aeropuerto de Jerez se enmarcan dentro de los trabajos de certificación que se acometen en la actualidad para que las autoridades de la seguridad aérea reconozcan el prototipo —que es su condición actual— como aeronave. El Airbus A-400M está propulsado por cuatro motores turbohélice y ha sido diseñado por la corporación europea Airbus Military para cubrir las necesidades de transporte aéreo de los países europeos. Un total de 8 países han encargado 174 aparatos que vendrán a sustituir a emblemáticos aviones de carga como los Hércules y el C-160. Airbus Military, fabricante de la aeronave, tiene previsto entregar la primera de ellas a comienzos de 2013.
El hecho de que el A-400M sea un avión de turbohélice no es ni mucho menos un capricho. El consumo y el mantenimiento son mucho menores que en un avión con turbinas. Sus prestaciones le hacen alcanzar los 0,72 mach, lo que es lo mismo 881 kilómetros por hora.
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