La motorada termina sin incidentes graves pese a la intermitente lluvia

El dispositivo de seguridad y tráfico del Gran Premio de España que ayer se disputó en Jerez volvió a funcionar como una máquina bien engrasada por el rodaje de años y la mejora de las infraestructuras, aunque la intermitente lluvia sí saboteó los actos paralelos para atraer al público a la ciudad. La recesión económica, más que la lluvia, ha provocado que 20.000 personas no hayan acudido a las carreras celebradas ayer este año en comparación con el mismo evento del pasado 2011.

Tanto el subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier de Torre, como el consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía, Francisco Menacho, se congratularon al mediodía de ayer en el circuito porque "no ha habido incidencias graves de ningún tipo". De Torre destacó que "estamos hablando de un dispositivo muy ensayado y lo que se va corrigiendo últimamente son los pequeños fallos. Se han producido algunas caídas, pero es un hecho inevitable cuando acuden tantas personas".

El responsable de las fuerzas de seguridad del Estado en la provincia destacó que la clave del éxito (desde el punto de vista de la seguridad) es que "los moteros vienen con otra filosofía, no como venían hace ya bastantes años. Hay que felicitar a todos los que nos han visitado por su extraordinario civismo. Ya venía ocurriendo. Y ese cambio ha hecho que los ciudadanos de la provincia reciban con mayor agrado a los motoristas. Ésa es la filosofía: divertirse pero sin excesos. Se ha podido disfrutar de Jerez con un centro abierto a todos, aunque la lluvia haya sido un mal aliado".

El desalojo del circuito fue rápido, aunque hubo que tener cierta paciencia -unos 50 minutos de media el trayecto entre el aparcamiento gratuito de turismos y Jerez-. Mientras, los agentes de la Guardia Civil daban paso alternativamente a peatones (que se dirigían a coger sus vehículos) y coches en la salida de la instalación deportiva para evitar atropellos. La Dirección General de Tráfico (DGT) destacó la congestión que se produjo entre el kilómetro 4 al 6,6 en dirección Jerez, en especial en los accesos a la autopista que fue una vía muy usada posteriormente. La circulación se vio interrumpida puntualmente en la A-382 por un accidente de tráfico, sin consecuencias graves.

La entrada en el circuito fue más escalonada que la salida ante la intermitente lluvia pues numerosos aficionados prefirieron desplazarse en coche a última hora. La Guardia Civil de Tráfico indicó que se había detectado un mayor número de automóviles que los habituales ante la irregular climatología. Ya estaba previsto que el número de motos bajara por la recesión económica.