Desaparece la Unidad de Arqueología

Tribuna libre

Diego Ruiz Mata Catedrático De Prehistoria De La Universidad De Cádiz

15 de agosto 2012 - 06:53

COMO he conocido por los medios de comunicación y el informe de Deloitte, el Ayuntamiento de Jerez –sus delegados-, con el escudo protector de esta consultora y las indicaciones eficaces de los técnicos de las distintas áreas, han elaborado una RPT más un ERE y algo más para el despido de 300 trabajadores municipales, sin que se conozcan los criterios objetivos, justos, ponderables y convenientes para los resultados finales. Ha sido tan inconsistente el trabajo, conocido mediante este informe, tan difusos los criterios, que esta RPT y ERE serán recordados como el espectáculo más lamentable y oscuro que un ciudadano, como yo, recuerde. Si lo que se pretendía es dar ejemplo de transparencia, objetividad, de criterios justos y de conveniencia para la ciudad, que es de lo que también se trata, el resultado ha sido todo lo contrario. Es decir, se ha elaborado un modelo que cualquier institución, que se encuentre en dificultades, no debería seguir. Es lo que se desprende del anuncio de ERE el pasado Viernes de Dolores –día muy significativo- de los procedimientos, de las numerosas noticias periodísticas –, de los afectados y del informe de Deloitte entregado meses después, con muchos porcentajes, escasos y vagos criterios y argumentos. La estadística, los gráficos y la verborrea parecen justificar lo injustificable. Lo más importante de él es la lista de los despedidos, ya decididos por los delegados municipales con los nombres señalados por los técnicos de área. Así consta en el informe que sostengo en mis manos, que manifiesta lo mal que se puede gestionar un ERE. No tomen de aquí ejemplo, por favor. Miren a la ciudad, a sus necesidades y a su futuro, que se les ha olvidado. Y después, el ERE.

Siendo tantos los despropósitos, voy a referirme aquí sólo al de la desaparición de la Unidad de Arqueología de la Delegación de Urbanismo. Veamos la situación. Jerez posee uno de los términos municipales más extensos de España y de gran potencial histórico y arqueológico, y una ciudad plena de pasado en el subsuelo y el emergente. Tan importante es este aspecto que así queda reflejado en el PGOU –Título IX, capítulo 7-, al que dedica muchas páginas y disposiciones al tema arqueológico, recogiendo un trabajo prolijo de años, que es la Carta Arqueológica Municipal, base del PGOU. En el Art.9.7.9 –“Procedimiento Administrativo: Normas de tramitación y medidas adoptadas en licencias de obras sujetas a cautelas arqueológicas”- se menciona a la Unidad de Arqueología del Ayuntamiento -eliminada- para la elaboración de numerosas tareas. Por eso es mayor mi sorpresa cuando me informan de su desaparición. Inaudito. Soy consciente del orgullo que Jerez siente por su patrimonio, como reflejan las instituciones, los ciudadanos y las actuaciones que se realizan de investigación, conservación, difusión y proyección económica hacia Turismo Cultural. Y diría que incluso el “personal técnico” –los consultados- de la Delegación de Urbanismo es consciente de esto. Por ello, cuando se lee en el informe de Deloitte que los nombres de los despedidos provienen de sus indicaciones, me cuesta creerlo por incoherente, injusto, gremialista e indecente. Deberían ser los criterios justificados los que determinen esta supresión de la Unidad de Arqueología. Lo que supone una contradicción con el potencial histórico y arqueológico de la ciudad y su entorno, la visión política del patrimonio como factor económico y la realidad que refleja el PGOU, redactado con gran minuciosidad. Acaso, puede ser, los Licenciados en Historia (Sección de Prehistoria y Arqueología) de esta Unidad son incompetentes y desconocedores de su profesión. Lo que habría que demostrar. Y si es así, quedan justificados sus despidos.

También se puede objetar: debido a la existencia del Museo Arqueológico Municipal, la Unidad de Arqueología no tiene sentido y sus competencias las asume el museo. Parece la solución que se ha dado al tema, más fácil, aparentemente justificable, pero a corto plazo ineficaz. Cuando en los próximos meses abra sus puertas el Museo, tan reclamado por muchos ciudadanos, ¿cómo se podrá atender a las funciones administrativas y difusoras obligatorias de esta entidad, a los visitantes, que serán muchos, a los numerosos colegios, a los talleres educacionales y un largo etcétera propios de un museo? ¿Se podrá compaginar todo ello con la gestión de la realidad histórica y arqueológica que nos ofrece el PGOU? Francamente creo que no. De ahí resultará una chapuza, una solución improvisada carente de base real. En tanto, otro Ayuntamiento, el de Cádiz, gestiona y valora su patrimonio arqueológico invirtiendo casi dos millones de euros en la restauración y valoración de los restos fenicios del Cine Cómico. Paradójico.

Se podría y debería haber mantenido esta Unidad de Arqueología, no por lujo sino por necesidad. Un lujo es, por ejemplo, tanto empleado en otras Delegaciones y en prensa, como detalla Deloitte. En este último son 13, según leo en El Mundo, mientras que en el Ayuntamiento de Cádiz son 4, e incluso menos tiene la Universidad con más empleados y más que comunicar.

De lo que infiero y termino: el Patrimonio interesa poco, ni siquiera sus factores culturales y económicos, que la arqueología debe molestar mucho en determinadas áreas técnicas, que la conservación del pasado y su difusión no es sólo orgullo sino un deber, una necesidad e inteligencia para su gestión y proyección productiva y de empleo. No hay justificación estadística para la supresión de un servicio que, pese a muchos, también trabaja sobre realidades económicas. No, no ha habido justificación, sólo desconocimiento y visión nula de los beneficios que el Patrimonio reporta y Jerez necesita. Descanse en Paz.

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