Polémica restauración en el antiguo puente de La Cartuja
Fomento está instalando una nueva barandilla sobre unas correas de hormigón en esta construcción del XVI
A mediados del pasado mes de agosto comenzó en el antiguo puente de La Cartuja, construido en el siglo XVI, una rehabilitación a cargo de la Consejería de Fomento y Obras Públicas de la Junta de Andalucía, con un presupuesto de 287.919 euros. Esta intervención, incluida en el Plan de Conservación de Carreteras, está cofinanciada con los fondos FEDER de la Unión Europea. La obra consiste fundamentalmente en la instalación de una nueva barandilla de hierro sobre unas correas de hormigón.
Pero apenas comenzaron los trabajos, el ex Defensor del Ciudadano, Agustín García Lázaro y su hermano José hicieron saltar todas las alarmas en su blog 'Entorno a Jerez', donde se denuncia la manera en la que se están realizando. Además, recuerdan que "el Partido Popular de Jerez promovió, hace un par de años, la declaración de este puente como Bien de Interés Cultural (BIC) y se planteó de nuevo esta petición al acceder el PP al Gobierno local".
Según los hermanos García Lázaro, esta intervención "puede poner en riesgo no sólo esta declaración como BIC, sino también la propia fisonomía del puente y lo que es peor, pueden llegar a producir graves daños en su estructura". Fue en la década de los 50 del pasado siglo cuando se eliminaron los pretiles de cantería del puente y fueron sustituidos por una sencilla barandilla de hierro que permitía así dotar de mayor anchura a la calzada por la que pasaba, hasta hace dos décadas, la carretera Jerez-Los Barrios. El deterioro de la barandilla después de más de medio siglo era evidente, pero lo que cuestionan los hermanos García-Lázaro son "las antiestéticas y pesadas correas de hormigón armado sobre las que están levantando una barandilla metálica de grandes proporciones". En su opinión, "la combinación de los nobles sillares de la piedra de Martelilla con estos nuevos materiales no puede ser más disonante, a lo que hay que añadir que el peso de estas correas y el del futuro reasfaltado de la calzada, añade nuevos riesgos a una estructura que ya presenta deformaciones visibles en algunos arcos".
Pero aquí no queda todo, ya que a simple vista pueden observarse unas pruebas de pintura y repellado, de lo que se deduce que se pretende cubrir con mortero coloreado el intradós de los arcos. Los tonos que se barajan y aparecen en las pruebas son el beige, piedra, madera y hueso.
También ponen en cuestión la utilización de chorros de arena para limpiar la piedra, "cuando sobre los sillares hay marcas de cantero e inscripciones con valiosa información, por lo que este material debe ser tratado con sumo cuidado".
A estas críticas se ha sumado también el historiador Manuel Romero Bejarano, quien recuerda que "aunque este puente no esté catalogado por la Junta, si lo está por el Ayuntamiento y goza de protección municipal, así que hay obligación, antes de iniciar una obra, de hacer un estudio arqueológico, cosa que no se ha hecho".
Romero Bejarano coincide asimismo con el cuestionamiento de los chorros de arena "porque están borrando las marcas de cantería" y añade que, "en lo que yo he visto de este proyecto, están cargando al puente con un peso sin haber calculado antes con lo que esta construcción puede aguantar, así que se puede venir abajo".
En este sentido explica que "este puente ha presentado problemas estructurales desde el principio, así que probablemente estará mal construido. De hecho, en el siglo XVIII hubo que sustituir un pilar y un arco y en el XIX hubo que calzar otra vez los pilares". Además, en su opinión, "pintar y darle un tratamiento hidrófugo a una piedra que está para que por allí pase el agua es tirar el dinero".
Desde la delegación provincial de la Consejería de Cultura defienden la actuación de Fomento recordando que "el puente de La Cartuja no está catalogado y forma parte de un entorno BIC, por lo que en este caso las obras que se ejecuten sobre él no necesitan nuestra autorización ".
Asimismo, explican que "los técnicos de la delegación de Cádiz han hecho ya una visita a la zona para comprobar qué trabajos se están realizando, pero para poder opinar sobre ellos necesitan más información sobre el proyecto, así que se le va a pedir a los promotores documentación sobre los materiales que se están utilizando y otros aspectos para poder hacer una valoración".
Desde la Gerencia Municipal de Urbanismo también se lavan las manos y señalan que "como estas obras corresponden a la Consejería de Fomento a través del Plan de Conservación de Carreteras, no están sujetas a licencia municipal" pero asegura que entre la Junta y el Ayuntamiento "ha habido contactos sobre este asunto".
Por su parte, desde la Consejería de Fomento, que es la que está realizando las obras, justifican la intervención argumentando que "el puente tenía dos barandillas muy deterioradas por el óxido y la antigüedad y además, carecían de barreras de protección, lo que las hacían inadecuadas para soportar el impacto de un vehículo, aumentando la gravedad del accidente si dicho vehículo cayera al río Guadalete". También alegan que el puente "no cumplía la actual normativa de elementos de contención de vehículos vigente".
En otro momento, el informe resalta que "el enfoscado de los arcos presentaba un serio deterioro y quedaban a la vista los ladrillos que forman su estructura, con huecos ocasionados por la caída de los ladrillos. También se encontraba muy deteriorado el llagueado de los sillares".
Según la Junta de Andalucía, "el motivo fundamental de la obra es la seguridad vial, debido a la falta de protección de los vehículos, lo que nos ha obligado a reparar las grietas existentes en los arcos y aliviaderos para prevenir problemas estructurales futuros".
Fomento insiste asimismo en que el proyecto "recibió el visto bueno del Ayuntamiento". También defienden la colocación de la nueva barandilla señalando que "está homologada para resistir el impacto de un vehículo, de acuerdo con la normativa vigente del Ministerio de Fomento pero, para resistir estos impactos, la barrera metálica no puede anclarse sobre los sillares de borde existentes, sino sobre una viga de hormigón armado prefabricada continua, que se apoya sobre un hormigón de limpieza y nivelación".
También abogan por la limpieza con chorro de arena de los sillares y arcos "para desprender el enfoscado antiguo suelto o deteriorado por el tiempo" y reconocen que el enfoscado se va a reponer "con mortero de tonalidad similar a los sillares de los arcos del puente y llagueado de los citados sillares". Asimismo, se va a desmontar y eliminar la tubería y sus apoyos, de la Azucarera, previa autorización de la misma, "por estar en desuso".
En cuanto al pintado dicen que este se va realizar "en color similar al de los sillares de la tubería de Ajemsa, que no es posible eliminar por estar en servicio. De esta forma, la tubería quedará más mimetizada con el puente, ya que no se puede eliminar".
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