Paco Toro, energía y luz ecuestre

Francisco Toro Iglesias, Paco Toro en el mundo del arte, nació el 11 de febrero de 1939 en Jerez. Su padre fue el también pintor Fernando Toro Ramírez, uno de los autores jerezanos que más influyó en las generaciones posteriores. Desde pequeño, se sintió interesado por la creación artística y, a base de esfuerzo, dedicación y trabajo diario, llegó a ser un gran exponente internacional del estudio y definición plástica del caballo cartujano, seña de identidad tradicional de su Jerez natal.

A partir de los cinco años se convirtió en el mejor discípulo de su padre. Eran los duros años de la posguerra y el pintor tuvo que realizar múltiples tareas, yendo y viniendo al taller familiar, limpiando pinceles, comprando pinturas en Quirós, haciendo recados, o volando los panderos que él mismo confeccionaba, con la ilusión de flotar en el aire. Los estudios no se le daban bien; pero tampoco parecía importarle demasiado. Al contrario, dedicaba su tiempo a pintar barcos humeantes, escenas de caza, toros, paisajes y cómo no, caballos.

En 1957 dejó Jerez para instalarse en Madrid, allí pintó en el Círculo de Bellas Artes y recibió lecciones del gran pintor Vázquez Díaz. Fue en esta época cuando se casó con la también jerezana Carmen Perea. Seis años después, el joven matrimonio se marchó a vivir a Barcelona, donde permaneció ocho años y nacieron sus cinco hijos. Allí Paco Toro conoció a varios pintores catalanes con los que intercambió conocimientos, sobre todo con Luis Roura Juanola. Fue durante esta época cuando, gracias a una galería alemana, sus pinturas viajaron por primera vez a Estados Unidos. Además, una parte representativa de su obra se expuso en la primera Bienal del Deporte de Barcelona. Esta muestra recorrió diversas capitales europeas.

De vuelta a Jerez, Paco Toro buceó en sus raíces y comenzó una nueva etapa pictórica, influenciada por temas más costumbristas. Sus pinturas comenzaban a tener auténtica relevancia, tanto a nivel nacional como internacional. Durantes estos años expuso en dos ocasiones en Madrid, en el Centro Cultural de Rumasa, y también en México y en Jerez. Con ocasión de su exposición jerezana, la galería F. Daza acogió una colección sobre la Romería del Rocío.

El estudio del caballo, una constante en la pintura del pintor, no se convirtió en el tema por excelencia en la plástica de Paco Toro hasta 1987. Con motivo de la inauguración oficial de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, el autor presentó su exposición Monografía del Caballo, inaugurada por los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía. Se trataba de una colección de 42 obras, en papel de gran formato, tintas y acrílicos, a través de las cuales Paco mostró su evolución y una nueva forma de crear. Este hito en su trayectoria no sólo le reportó buenas críticas, sino la oportunidad de ser recibido en La Zarzuela por una conocida aficionada al arte, la Reina Doña Sofía de España.

Poco tiempo después, con un nuevo proyecto junto al compositor y pianista Felipe Campuzano, el pintor volvió a sorprender a diversas personalidades como Don Juan de Borbón, los duques de Badajoz o los Barones Von Thyssen, que asistieron al acto en la galería de Enrique Moreno de Palma de Mallorca. Durante dos años, trabajó en exclusiva para la galerista Silke Reclam, siendo invitado a exhibir lo que se conoce como su "Caballomaquia" en la feria internacional Equitania 91.

Siguiendo con el recorrido por las exposiciones más destacadas de la obra de Paco Toro, hay que destacar también la que el pintor tuvo oportunidad de presentar, a iniciativa de la galería madrileña Atenea´s, en la Expo 92, la colección Los 14 caballos andaluces en el descubrimiento de América, que se mostró en el Pabellón de Rank Xerox. Después, esta colección viajó por diversos lugares como Marbella, Madrid, Hong Kong o Kansas.

Las obras de Paco Toro están repartidas por los cinco continentes en colecciones públicas y privadas de París, Tokio, Nueva York, San Francisco, Atlanta, Caracas, California, Santa Fe, Hamburgo, Arolsen, Berlín, Fráncfort, Luxemburgo, Nimes, Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, varias ciudades iberoamericanas más y, por supuesto, Jerez.

Tiene en su haber, además de realizar cientos de viajes que han enriquecido al artista y a la persona, la autoría de numerosos carteles anunciadores, entre ellos uno de la Feria del Caballo de Jerez. Algunas de sus obras han sido cedidas a beneficio de causas como los damnificados de la guerra de Bosnia o la creación del grupo de artistas Azul y Blanco, integrado por jóvenes creadores con fines profesionales.

Su carrera ha sido totalmente innovadora y variada, pero en sus mejores momentos, Paco Toro siempre se ha caracterizado por representar, con maestría insuperable, a uno de los elementos fundamentales de la idiosincrasia andaluza, el caballo.

El Centro Militar de Cría Caballar de Écija celebrará el día de las Fuerzas Armadas con unas Jornadas de Puertas Abiertas durante los días 27, 28 y 29 de mayo. Para estas fechas se desarrollarán en las instalaciones de la Unidad, actividades y exhibiciones orientadas a dar a conocer las funciones y trabajos que en ella se realizan, así como la presentación de la Escuela Taller Centaurus Nobilis, que realizará una demostración de cada uno de los módulos que desarrolla.

Con esta iniciativa se abren las puertas a colegios, asociaciones, instituciones y grupos de diversa índole que soliciten la visita en las fechas previstas. Las actividades se desarrollarán fundamentalmente en las instalaciones militares del Acuartelamiento de Las Turquillas (ctra. Écija-Osuna Km. 17), y se podrán visitar también el Acuartelamiento de La Isla (ctra. Écija-Herrera Km. 7) y el Acuartelamiento de La Doma (c/ Nueva, 2, Écija). Las visitas se iniciarán entre las 10,00 y 11,00 horas y finalizarán a las 13,00 horas.