Los tatuajes no son para el Ejército

Denuncian la "discriminación" que la Oficina de Reclutamiento hace con jóvenes aspirantes que se han presentado al proceso selectivo y han sido rechazados por lucir cualquier dibujo

Los tatuajes no son para el Ejército
Los tatuajes no son para el Ejército
Gloria Moreno Jerez

04 de julio 2013 - 01:00

La Oficina de Reclutamiento de las Fuerzas Armadas en Cádiz ha dado con las puertas en las narices a un buen número de jóvenes que se presentaban esta semana para participar en el proceso selectivo de Tropa y Marinería y el motivo no ha sido otro que llevar un tatuaje. La denuncia parte de la madre de uno de estos aspirantes, Consuelo López, una jerezana, además de familia militar, que ha visto cómo su hijo era excluido por una razón que considera totalmente discriminatoria. Hace dos años, Diego, que ahora tiene 21, ya se presentó a las pruebas, que no pasó al no obtener suficiente calificación en el examen psicotécnico. Entonces acudió también con un tatuaje, que no le supuso ningún problema. Ahora estaba dispuesto a intentarlo de nuevo, ayer mismo iba a entrar en una academia para prepararse a conciencia el psicotécnico y estos meses atrás había estado entrenándose físicamente. "Estaba muy ilusionado. Yo me enteré que sacaban 1.500 plazas para Tropa y Marinería y estuve buscando los requisitos en su web y no aparece para nada el tema de los tatuajes, e incluso llamé a un teléfono que me costó conseguir y tampoco me dijeron nada", señala Consuelo.

En la página de Defensa se habla de que hay que cumplir los requisitos generales establecidos en el Reglamento de ingreso y promoción y de ordenación de la enseñanza de formación de las Fuerzas Armadas en su artículo 15 y especifica que los más destacados son: tener la nacionalidad española, tener cumplidos 18 años de edad y cumplir, como máximo, 29 años el día de incorporación al Centro Docente Militar de Formación correspondiente y medir más de 1,55m y menos de 2,03m.

Hay que remitirse al BOE del 20 de mayo de este año para descubrir en la normativa reguladora para oposiciones y concursos del Ministerio de Defensa un apartado en el que se exige carecer de tatuajes "que contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades, virtudes militares, que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas en cualquiera de sus formas, que reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso. Así mismo, no son permitidos los tatuajes que pudieran ser visibles vistiendo las diferentes modalidades de los uniformes de las Fuerzas Armadas, no especiales".

Según afirma Consuelo, hay un desconocimiento absoluto sobre esta normativa y de hecho dice que de los 20 o 25 jóvenes que hacían cola el pasado martes en la oficina de Cádiz, sólo cuatro o cinco pasaron lo que esta madre califica como una criba. "Todo el mundo sabe que hoy en día la mayor parte de los jóvenes llevan un tatuaje, grande o pequeño, en un brazo, una pierna o la mano". Además, no es el tamaño lo que importa, ya que aunque en el caso de su hijo, el tatuaje en el brazo, totalmente inofensivo en cuanto a contenido, es grande, a otra aspirante la echaron para atrás por un pequeño dibujo en el tobillo. Consuelo lamenta "la injusticia" que supone este requisito, "cuando siempre hemos visto a militares con tatuajes y no pasa nada. Estamos hablando de unas plazas públicas y a ningún funcionario se le exige que no tenga tatuajes, ni tampoco a otros cuerpos como la Policía". Critica que por el hecho de llevar un tatuaje casi se les equipare "con unos delincuentes. Tú puedes hacer una criba por no alcanzar el nivel profesional, pero no por un tatuaje, cuando es algo que está socialmente aceptado".

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