Desahuciado tras más de una década sin pagar la comunidad
Después de haber sido subastado sin éxito en dos ocasiones, el inmueble pasa a manos de los vecinos para que se hagan cargo

El piso de Juan Villalba en la barriada de San Antonio lleva dándole quebraderos de cabeza a él y sus vecinos desde hace alrededor de trece años. El propietario se negaba a pagar la comunidad de esa, su segunda vivienda, porque "no vivía allí y, por tanto, no consumía. Pedí incluso poner contadores de agua por piso, en vez de comunitarios, para demostrarlo". Según uno de los vecinos del inmueble, Villalba "no entiende que además del agua, hay otros gastos derivados de un piso en los que se negó a contribuir al no pagar la comunidad".
Tras los vecinos interponer y ganar la demanda correspondiente, los impagos sumados a las costas del mismo ascendía a alrededor de 14.000 euros. Villalba, sin éxito, intentó llevar la causa a la Audiencia Provincial y al Tribunal Superior, sin éxito. Con la buena intención de saldar la deuda, el jerezano incluso le propuso a la comunidad "hacerme cargo de las cuentas del bloque y de esa forma destinar el dinero que se pagaba al administrador al débito en un 50% y la otra mitad a poner un ascensor, que bien falta hace".
Por el impago de esta cantidad, el piso fue embargado y tasado el pasado año 2010. Posteriormente, al no presentarse nadie a la subasta del inmueble en dos ocasiones, el piso fue puesto en manos de la comunidad de vecinos para que ellos se hicieran cargo del mismo. En ese momento, el pasado mes de noviembre, fue cuando a Juan Villalba le llegó la carta de ejecución de la vivienda con fecha de ayer, día 11 de diciembre.
El jerezano aseguraba que "nunca me llegó notificación alguna de embargo ni de subasta, porque de haberlo sabido me habría presentado y habría intentado cambiar la situación". Por eso, tras la notificación de la ejecución del piso "fui e ingresé todo el dinero que debía, los 14.000 euros que me pedían desde hace años para ver si podía parar el desahucio". Mientras que Villalba señalaba que "hay una inquina hacia mi persona y la comunidad parece estar interesada en tener mi piso", uno de los vecinos replicaba que "no tenemos ninguna intención de quedarnos con él. Solo representa un gasto más para los residentes".
Sin embargo, el desahucio se llevó a cabo. Ayer, alrededor de la una de la tarde se presentó en la vivienda de Juan Villalba en la barriada de San Antonio personal del Juzgado para cambiar la cerradura del inmueble y entregar la vivienda a los vecinos. Aunque se llevó a cabo todo el proceso, posteriormente, Villalba consiguió llegar a un acuerdo con la comunidad.
"Al ya haber pagado el dinero que me piden, la comunidad me ha dicho que si me hago cargo de los gastos de tramitación y el cambio de cerradura me devuelven mi piso", explicaba ayer Villalba a este medio, quien resumía todo el proceso con que "al final, ha sido como si no hubiera pasado nada. Si me hicieran caso desde el principio, no se habría cambiado la cerradura siquiera, pero bueno".
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