Si se puede ganar, será con Pelayo

"García-Pelayo es patrimonio del PP de Jerez y está en su mejor momento. Tiene un potencial enorme y vamos a estudiar detenidamente los pasos que vamos a dar en Jerez a fin de relanzar el partido". Estas palabras, de fuentes oficiales de la ejecutiva regional del PP, dejan abierta cualquier posibilidad para el futuro político de María José García-Pelayo, incluido que vuelva a ser candidata a la Alcaldía.

Después de haberse presentado sin éxito en dos ocasiones -aunque la primera vez habría que relativizar estas palabras, ya que con ocho concejales obtuvo los mejores resultados alcanzados nunca por el PP e incluso estuvo año y medio en la Alcaldía durante el pacto entre PSA y PP- y con su nombramiento como vicepresidenta del Parlamento andaluz bajo el brazo, todo parecía indicar que su futuro estaba definitivamente alejado de lo local, una micropolítica que desgasta mucho y que necesita de grandes esfuerzos, de tiempo, para muchas veces obtener unos resultados discretos. Sin embargo, el PP está analizando detenidamente la política municipal, la acción del gobierno del PSOE y cómo se está percibiendo la misma en la calle antes de tomar una decisión que podría pasar por pedir ahora que García-Pelayo haga un tercer intento por asaltar la Alcaldía.

Las mismas fuentes consultadas en el partido señalaron que hace seis meses se daba como seguro que García-Pelayo no iba a seguir en política local y que el partido, tras la 'depresión' que supusieron los resultados de las municipales del 27 de mayo, debía prepararse a partir del próximo congreso local (previsiblemente el próximo mes de enero) para afrontar la larga 'travesía' que supone dar a conocer un nuevo candidato y trabajar en un proyecto renovado, aunque siempre contando con los pesos pesados del partido en política local, como Bernardo Villar, Javier Durá o Felisa Rosado. Sería ese un proyecto en el que se buscaría una/un nuevo cabeza de cartel, como mínimo a ocho años vista para obtener resultados, a tenor de la realidad incuestionable que suponen los 15 concejales socialistas.

Sin embargo, se han producido dos hechos que hacen que el PP vuelva a pensar en el corto plazo. En primer lugar hay que hablar de los buenos resultados del partido en las últimas elecciones generales, el 9 de marzo, los mejores que ha obtenido hasta ahora en cualquier elección. De hecho, una extrapolación -siempre odiosa- de dichos resultados a unas elecciones municipales le habría dado 12 concejales al PP, por 15 del PSOE. Este dato se ha valorado muy positivamente, ya que la interpretación que hace el partido es que se queda con todos los votos del PSA e incluso gana uno por la izquierda del PSOE, que aunque mantiene los 15 con que cuenta en la Corporación, hay que tener en cuenta que desaparecería el de IU.

El otro tema que se ha tenido en cuenta es el desgaste "insospechado" que está sufriendo -siempre según el punto de vista del partido- el PSOE en Jerez, pese a contar con una mayoría absoluta que debería haberle permitido instalarse en la comodidad durante los cuatro años de mandato. El PP estima que asuntos como el de los 27 asesores que han sido contratados para respaldar la gestión, la subida de sueldo (con marcha atrás) del jefe de gabinete de Alcaldía y las continuas luchas intestinas en el partido, están calando en la ciudadanía y podrían suponer un coste electoral para los socialistas. Además se afirma que "nosotros partimos de siete concejales ficticios, pero al PSOE le ocurre lo mismo con sus 15. En aquellas elecciones se votó más que nada echar a Pacheco", señalaron las mismas fuentes.

Al propio Javier Arenas, en su penúltima comparecencia en Jerez durante la celebración de un acto provincial, se le escapó que en Jerez se iba a trabajar para que tuviera "una alcaldesa" del PP, algo que no pasó desapercibido. De hecho, da la sensación de que Arenas siempre ha querido tener esa 'bala', ya que Pelayo es de los pocos altos cargos del partido en política regional que sigue con obligaciones locales.

Todas estas cuestiones han sacado al PP de Jerez de la 'pájara' en la que lleva inmerso desde el 27-M y a plantearse que tiene una opción en 2011. Ese es el espíritu que el regional quiere trasladar al congreso de enero.