Comienza la restauración del manto 'Juanmanuelino' del Dolor

La hermandad del Mayor Dolor ha emprendido el trabajo de restaurar el valioso manto de su imagen, unos bordados que fueron realizados para la hermandad de San Bernardo de Sevilla, en concreto para la Virgen de Refugio, y que llevan la marca de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Este trabajo lo ejecuta, desde hace un mes aproximadamente, el bordador afincado en Écija Jesús Rosado, que ya en 2013 tuvo a su cargo el pasado del techo del mismo palio. Este trabajo implicará que el próximo jueves Santo, la virgen salga con un manto liso. El hermano mayor, Francisco Román, ha informado a este medio que el plazo para concluir el trabajo es para el 2016. En cuanto al estado, los bordados son recuperables en un 80 por ciento sin embargo lo que en peor estado está es el terciopelo y las entretelas interiores del manto.

Los expertos evalúan que los bordados son de "una finura y una calidad exquisita", habiendo sido diseñados por José Tova Villalba, un afamado ceramista sevillano que fue fundador de una fabrica de cerámica en el barrio de la Calzada. Este paso de palio, tanto el manto como caídas y techo de palio, acabaron en Jerez en la hermandad con sede canónica en la iglesia de San Dionisio al adquirirlo el 6 de abril de 1927 por 16.000 pesetas, aunque el estreno en la ciudad no fue hasta el año 1929.

El caso se esta gran pérdida para el patrimonio cofrade hispalense, y que vino a engrosar el de Jerez, se suma a otras de valiosos palios y misterios que afortunadamente recalaron en esta tierra y que, además de conservarse, han sido restaurados devolviéndolos a su esplendor. En este listado están el paso de palio de María Santísima del Desconsuelo, original de Juan Manuel Rodríguez Ojeda que fue adquirido a la hermandad de La Amargura de Sevilla y considerado un canon estilístico en el momento que fue concebido. Precisamente, los valiosos bordados y diseños de este palio están siendo restaurados en un proceso que ha comenzado con el manto de la Virgen, que precisó de una planificación extensa y muy participada por expertos. Ahora está pendiente la restauración de las caídas y del techo del palio.

Otro caso similar es el del palio de La Piedad, que fue adquirido a la hermandad de La O de Sevilla, otra joya que marcó un estilo, con unos exquisitos bordados que empezaron a realizar las hermanas Antúnes en 1891.

La hermandad del Mayor Dolor ya inició el rescate de su palio con la restauración magnífico techo por Jesús Rosado en 2013. Curiosamente conserva los bordados del anterior palio de esta hermandad sevillana, realizados en 1881 por Patrocinio López, en una primera remodelación que se llevó a cabo en Sevilla. El manto fue pasado a nuevo terciopelo por las carmelitas de la Caridad en 1966, mientras que en 1968 hizo lo mismo con las caídas el taller de Esperanza Elena Caro. Por otro lado, en 1993, el techo fue sometido a un limpiado y Jesús Rosado lo restauró en 2013.