Aecovi enfila ya su liquidación y el despido de sus 12 trabajadores

El concurso de acreedores de Aecovi lleva camino de batir todos los récords. Mientras otros concursos se eternizan, prolongándose por varios años, el de la cooperativa de cooperativas del Marco de Jerez afronta su recta final poco más de tres meses después de su aprobación y con la decisión de liquidar todos los activos. La intención es que el proceso no pase de agosto.

De hecho, el administrador concursal designado por el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz, José Blas Fernández, espera de un día para otro la aprobación del plan de liquidación dentro de la fase, también de liquidación, ya iniciada. El administrador ha logrado la autorización judicial para vender el producto perecedero, a saber, las existencias de vino, vinagre y brandy que forman parte del activo de Aecovi.

Del mismo modo, el juez ha dado traslado a la autoridad laboral del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la extinción de los 12 puestos de trabajo que mantenía Aecovi y que se harán efectivos en próximas fechas, explicó José Blas Fernández, quien de lo primero que hizo cuando se hizo cargo del concurso fue ponerse al día en el pago de las nóminas, que acumulaban dos meses de retraso. En la actualidad se está al día en este apartado, afirma el administrador concursal.

La cooperativa de cooperativas acudió al concurso con una deuda declarada (pasivo) de 3.361.263,38 euros frente a unos activos valorados en unos 3,4 millones de euros, pero, según el administrador concursal, los ingresos por las ventas eran insuficientes para abonar la masa salarial y atender otros pagos inmediatos, en particular, préstamos hipotecarios y créditos o adelantos concedidos por instituciones públicas para la construcción de las instalaciones bodegueras en el Parque Tecnológico Agroindustrial y el desarrollo de sus marcas propias (Alexandro, Santiago y Miralamar para los vinos de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar, y Arvum y Ferianes para sus vinagres, salsas y condimentos).

Además, el consejo rector, del que forman parte las cuatro cooperativas vitivinícolas asociadas (Las Angustias de Jerez, Covisan de Sanlúcar, la Católico Agrícola de Chipiona y la Unión de Viticultores Chiclaneros) -a su vez acreedores, ya que se les adeuda algo menos de medio millón de euros según otras fuentes consultadas por este medio-, ya había tomado la decisión de no refinanciar la deuda y liquidar la sociedad, preservando a los socios cooperativistas para no implicarlos en el proceso.

El plan de liquidación contempla la venta aislada de los activos y no de forma conjunta como unidad productiva, por lo que todo apunta a que ante la renuncia a dar continuidad a la actividad bodeguera, los bancos se queden con los inmuebles, tanto la nave del Parque Tecnológico Agroindustrial en el que se instalaron el laboratorio y el tren de embotellado, como las oficinas y el local comercial de Aecovi en la urbanización Pie de Rey.

La declaración del concurso se produjo a finales de marzo, después de que el consejo rector de Aecovi acordara solicitar la suspensión de pagos ante sus graves problemas de liquidez derivados de la larga crisis económica. La cooperativa de cooperativas entró en quiebra por la imposibilidad de atender los pagos a sus principales acreedores. Entre estos últimos figuran los bancos y el Ministerio de Industria, a cuyas líneas de incentivos se acogió Aecovi para financiar las fuertes inversiones realizadas en los últimos años para su modernización y diversificación.

Aecovi, constituida en cooperativa de segundo grado, emprendió a finales de los ochenta el camino de la comercialización directa de sus vinos para dar mayor salida a la producción de las cooperativas, en las que se empezaban a acumular los excedentes. En los últimos años, la actividad bodeguera de Aecovi se había afianzado en el exterior, donde sus marcas se habían abierto hueco en el canal gourmet de mercados tan dispares como Estados Unidos, Rusia y Japón.

Aecovi tenía en proyecto el lanzamiento del primer vino de Jerez ecológico, fruto de su apuesta por la calidad, reforzada con la puesta en producción integrada de todo el viñedo asociado.