"En unos meses tendremos que abrir el debate para entrar o no en el gobierno"

-Se acaba de cumplir el primer año de gobierno. ¿Qué balance realiza su grupo?

-Lo divido en dos partes, una referida al gobierno y otra a nuestra labor como grupo. Sobre el gobierno diremos que ha habido una de cal y otra de arena. Hay concejales con los que se trabaja de manera razonable; un ejemplo, se han reunido todos los grupos para hablar los criterios de las Opas (la facturas en el cajón); en cambio, ha habido otra reunión para temas de empleo y no se han invitado a los grupos cuando es un tema fundamental para la ciudad. En cuanto a nuestra labor de grupo, ha sido un año de aprendizaje de la dinámica del Ayuntamiento. Ya tenemos ese rodaje y estamos contentos porque hemos introducido cuestiones como la transparencia y la oposición responsable. Otros grupos políticos, en los problemas gordos, han dado un paso al lado dejando solo al gobierno pero nosotros no lo hemos hecho; nos hemos remangado y hemos aportado. Estamos convencidos de que tenemos que aportar porque no nos fiamos del todo de los que están gobernando y porque es nuestra responsabilidad.

-¿En qué no se fían de este gobierno?

-Yo pongo de ejemplo muchas veces el plan de revitalización del casco histórico que se presentó a bombo y platillo en la plaza del Mercado. Es algo totalmente vacío de contenido porque hemos preguntado al delegado de Urbanismo por los plazos y la financiación pero no hay nada. En cambio, el de Economía sí nos da la documentación que pedimos y está abierto a la participación. Algunos siguen haciendo vieja política, sin contenido; nosotros queremos contenido en la política.

-¿Hasta qué punto se está cumpliendo el acuerdo de investidura entre PSOE y Ganemos?

-Todavía hay un gran margen de mejora; de hecho, es algo que tenemos que valorar y analizar a nivel interno. Sí se cumplió con la bajada de los sueldos de los concejales, aunque costó bastante, o con la creación de la comisión de auditoría y transparencia. En cambio, Mamen Sánchez incumplió al no dimitir como diputada en el Congreso. Ahora tenemos que apretar las tuercas porque hay temas a largo plazo que hay que trabajar.

-De algún modo, su grupo es el fiscalizador del gobierno pues no hay tema que no pase bajo vuestro visto bueno. ¿El gobierno les llama para todo?

-Para temas económicos sí nos llama; de hecho ahora estamos trabajando con los presupuestos municipales. Sin embargo, para otros no. Para la ITI no ha llamado a ningún grupo pero vemos que sí se reúne con la Junta y con colectivos, que está muy bien, pero también debe hacerlo con todos los grupos. En definitiva, nos llaman para los marrones pero no para cosas más mediáticas y partidistas.

-Uno de esos marrones ha sido el plan de ajuste. ¿Hubo debate interno para aprobarlo?

-Fue un tema en el que trabajamos bastante, presentamos propuestas y el gobierno las aceptó todas. Logramos minimizar el plan de ajuste, algo que a nadie nos gusta porque es un chantaje del Gobierno central pero que intentamos que fuera lo menos traumático posible. Teníamos poco margen para movernos, hubo cierto debate interno pero hubo un porcentaje alto de apoyo.

-Pasadas las elecciones, se especula con la posibilidad de que el pacto de investidura vaya a más. A día de hoy, ¿hay un debate en Ganemos para alcanzar un acuerdo de gobierno con el PSOE?

-El último mandato que tenemos de la asamblea [de Ganemos] es que estuviéramos en la oposición con un papel responsable, implicándonos en los problemas de la ciudad. Sí es cierto que el gobierno local no para de decirlo y es muy probable que tengamos ese debate. Aún no lo hemos tenido pero, cuando lo tengamos, tendremos que aportar la experiencia con el gobierno en este año y con otros posibles socios, como es Izquierda Unida. La asamblea decidirá si es positiva o no pero ese debate aún no está abierto.

-Pero, ¿se tiene previsto abrirlo ahora o una vez que pase el verano?

-En concreto no hay fecha. Supongo que tendremos que abrirlo en unos meses.

-Por lo tanto, la puerta no está cerrada...

-Después de las elecciones municipales contemplamos todos los escenarios y decidimos entonces quedarnos en la oposición. Teniendo en cuenta la experiencia que hemos tenido hasta ahora, habrá que replantearse si seguimos con lo mismo o no. Pero, por el momento, seguimos con lo mismo.

-¿La celebración de dos generales en tan poco tiempo ha ralentizado esta apertura del debate?

-Las elecciones han marcado la agenda política pero no el trabajo de Ganemos. La decisión de entrar o no se tomará a nivel local.

-La alcaldesa no deja de hacer ofrecimiento para que Ganemos entre en el gobierno...

-Eso dice. Pero yo leo también lo que dicen otros ediles como José Antonio Díaz y no lo veo tan claro.

-¿Y se ha hablado con Izquierda Unida sobre esta posibilidad?

- Es cierto que hemos pasado de tener una relación tibia a empezar a hablar de tener otra más intensa. Pero ahora mismo el trabajo que planteamos es el de oposición. Cuando llegue el debate, aportaremos también la experiencia que tengamos con IU. Pero no hay que olvidar que fue el primer grupo con el que quisimos negociar un acuerdo de investidura, hubo una negativa en su día y ahora estamos abriendo vías de comunicación.

-¿Ganemos se marca alguna línea roja en un posible acuerdo con el PSOE?

-No hemos llegado a ese nivel de concreción sino que será fruto del debate que tengamos. Sí es cierto que para el debate de investidura marcamos unas líneas, como la reducción de sueldos. Supongo que tendremos el debate y, si sale que sí, habrá que empezar a concretar.

-En esa cal y arena que dice que le ha dado el PSOE, ¿qué ha pesado más, la cal o la arena?

-No sabría decirle un porcentaje porque no sería objetivo al depender de muchos factores.

-Pero considera que son muchas cosas que habría que cambiar en el gobierno...

-Especialmente en temas como la participación real de la ciudadanía. Hay que ir más allá de la fotografía; las aportaciones de los ciudadanos tienen que ser vinculantes. Hay tiene mucho que mejorar el gobierno porque peca de caer en la vieja política. Hay que dejar la política partidista para gobernar para la gente; y eso nosotros lo estamos practicando desde la oposición.