Quieren recuperar el reloj de Losada en su 150 aniversario
La obra fue convertida en cuerda en 1867 por el famoso relojero leonés previo pago de 8.379 reales.
La Asociación Nacional Profesional de Relojeros Reparadores celebrará el último fin de semana de octubre su asamblea anual. Será la quinta desde que fue fundada hace ahora cinco años, y por primera vez, tras enclaves como Madrid y Sevilla, tendrá lugar en Jerez, en concreto en el Museo de Relojes de la calle Lealas.
La cita tendrá un aliciente especial, la exposición que este grupo de relojeros profesionales han organizado en torno a la figura de José Rodríguez de Losada, y que servirá de acicate para atraer hasta Jerez a numerosos estudiosos y representantes relojeros de todo el país e incluso del extranjero.
De momento son 15 las piezas que serán expuestas en las instalaciones de la Atalaya, según ha confirmado uno de sus impulsores, el relojero jerezano José María Galisteo. Dentro de esta actividad, que cuenta con el respaldo de uno de los mayores especialistas en la figura de José Rodríguez de Losada, Eduardo Álvaro Peral, existe un proyecto ambicioso para el que el propio Galisteo y su equipo de compañeros se encuentran buscando patrocinador privado, ya que las arcas del Ayuntamiento no pasan por su mejor momento.
Dicho proyecto consiste en la reparación del único reloj de Rodríguez de Losada en la ciudad, que encontramos en la Plaza del Arenal y que cuenta con una historia especialmente atractiva, ya que su colocación en Jerez se remonta al año 1856 (aunque no llevó la firma de Losada hasta 1867). La pieza fue comprada por el Cabildo en colaboración con la empresa ferroviaria que comunicaba Jerez y el Trocadero.
"Uno de los objetivos de la asociación es cuidar el patrimonio de cada ciudad, ya sea público o privado, es nuestro deber. Igual que una obra de arte la tienes cuidada al cien por cien, un reloj también", explica Galisteo, que ya tiene esbozado el proyecto a desarrollar.
El reloj en sí fue colocado en julio de 1856 tras pagar el Consistorio 16.728 reales y con la idea de ser conectado por cableado eléctrico a la estación de trenes de Jerez. Sin embargo, desde el primer momento y debido a los continuos cortes de luz el reloj nunca funcionó bien, llevándose a reparar en varias ocasiones. En una de ellas se envió a Londres (1867) para que Losada lo convirtiese en reloj de cuerda. "Losada le colocó la maquinaria de cuerda sin alterar la esfera, no le hizo agujeros y le puso la maquinaria con un sistema de cuerda interior que ningún relojero se lo imaginaba", asegura Galisteo.
No fueron las únicas visicitudes por las que pasó, ya que años más tarde le cayó encima un árbol y de nuevo hubo que repararlo. La última reparación data de 1973, cuando se le sustituyeron piezas y esferas. Sin embargo, en 1978, tras otro problema, el Ayuntamiento decidió retirarlo y guardar su estructura interna en el Museo de Relojes, donde actualmente se puede visitar. "Fue lo mejor que se hizo porque si no hubiera acabado en manos de cualquier ladrón, como el que se llevaron del Museo en 2002 (uno de ellos de Losada)".
En 2006, tras finalizar las obras de remodelación de la Plaza del Arenal, la caja de farol del reloj volvió a su sitio, aunque ya como elemento meramente decorativo. José María Galisteo ya tiene preparado el proyecto para su reparación y volver a ponerlo en funcionamiento coincidiendo con su 150 aniversario, que tendrá lugar el año que viene. "La idea es colocar cuatro maquinarias eléctricas con una antena GPS para que se ponga en hora solo y no falle. Lleva una restauración y unos cristales especiales para que no se parta, unas luces de led dentro, una restauración de esferas y una veleta con una bola arriba exactamente igual que la que está en el museo", recalca.
Al margen de esta interesante iniciativa, desde la Asociación Nacional Profesional de Relojeros Reparadores se está intentando convencer a los responsables del Museo de Relojes de Jerez de la importancia de contar con un relojero capacitado. Hay que recordar que esta institución está sin relojero oficial desde hace ocho años de ahí que muchos de las piezas que se encuentran en él necesiten de un mantenimiento y un cuidado al menos semanal.
La idea es que, mediante un contrato de colaboración, se designe a una persona responsable de la colección y que "se lleve a cabo también una peritación de todo el material existente", asegura José María Galisteo, uno de los mejores relojeros en antigïedades. Precisamente Galisteo trabaja desde hace unos meses como responsable de la colección privada de las bodegas Real Tesoro, una colección valiosísima que fue adquirida durante muchísimos años por el bodeguero Pepe Estévez y que poco a poco está recuperando su esplendor.
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