Vicasa cerrará la fábrica de botellas de Jerez y "dejará a 250 personas sin trabajo"

Economía La multinacional francesa decide suspender la actividad en su planta de ronda de los Alunados

La compañía prepara un cerrojazo "inminente" y evidencia que no trasladará la factoría · El comité ya prepara una defensa "con uñas y dientes" de la planta · Los sindicatos exigen a la Junta que "dé la cara; si la firma se va, a la ciudad sólo le quedará miseria"

Miembros del comité, con Alba a la cabeza, junto a Trillo, Alemán y Del Valle, ayer a las puertas de la fábrica de botellas de Jerez.
Miembros del comité, con Alba a la cabeza, junto a Trillo, Alemán y Del Valle, ayer a las puertas de la fábrica de botellas de Jerez.
Francisco Sánchez Múgica / Jerez

06 de septiembre 2009 - 01:00

"Hoy es un día aciago para los jerezanos y para la historia de Jerez", manifestó con evidente indignación Antonio Alba, presidente del comité de empresa de la fábrica de botellas. Las históricas chimeneas que trazan la línea del cielo jerezano dejarán de echar humo de forma "inminente". Más de 114 años de actividad industrial borrados de un plumazo. Saint-Gobain Vicasa, la multinacional francesa propietaria de la planta jerezana, ha comunicado a los sindicatos, por medio del bufete de abogados Garrigues -el mismo que gestionó el fin de Delphi-, su decisión de clausurar, se supone que debido a la crisis global, las instalaciones de la ronda de los Alunados. Esta decisión confirma los peores augurios que ya pusieron de manifiesto los grupos de la oposición en el pleno del pasado mes de junio, en el que el gobierno municipal socialista decidió en solitario prorrogar un año más el convenio urbanístico para el futuro traslado de la factoría a las afueras de la ciudad.

Sólo dos meses después de aquel debate, en el que el PSOE acusó a los grupos políticos de alarmistas y catastrofistas, todo hace indicar que dicho traslado, tasado en unos 90 millones de euros previa recalificación de los 112.000 metros de suelo que actualmente ocupa la fábrica en el 'corazón' de Jerez, finalmente no se producirá. Al contrario, las 250 familias que a día de hoy viven de una manera u otra de la producción de los altos hornos -en plantilla hay 125 trabajadores- pasarán directamente a engrosar las listas del paro de un municipio en el que la crisis no parece tocar fondo ni conocer límites. "Podemos hablar de 250 familias a las que van a dejar sin trabajo", especificó el representante de los trabajadores, que se reunirán en asamblea para decidir las movilizaciones mañana mismo. Horas antes, habrá una reunión entre comité y sindicatos; y para el próximo miércoles, cuando presumiblemente el conflicto haya estallado, la alcaldesa, Pilar Sánchez, se verá las caras con la dirección de Saint-Gobain Vicasa, la misma que hace unos meses le presentaba un deslumbrante proyecto urbanístico para una zona céntrica con "clara vocación urbana y residencial".

Concentrados a las puertas de la fábrica que dan a la barriada de El Pelirón, los miembros del comité de empresa, tras conocer la noticia a última hora de la tarde del pasado viernes, convocaron con urgencia a mediodía de ayer a los medios de comunicación para anunciar públicamente la decisión de la multinacional de dar 'cerrojazo' de forma "inminente" a su fábrica de Jerez, "la pionera de la compañía en España y la que ha permitido que cuente con otras seis factorías más en el país". "Pero ahora, a cambio, dejan morir a la mamá, a la que ha hecho posible que las demás crezcan", se lamentaba Alba. Apoyado por los representantes locales de CCOO y UGT, José Manuel Trillo y Pedro Alemán, respectivamente; y por el concejal de Izquierda Unida, Joaquín del Valle, el presidente del comité hizo un llamamiento "a todos los trabajadores de la fábrica y a la ciudadanía en general para que nos apoyen porque vamos a defender con uñas y dientes la continuidad de la planta".

"Esta factoría es rentable, lo vamos a demostrar con datos en la mano, somos trabajadores honrados, y ahora pedimos a las autoridades laborales que no permitan que la multinacional se salga con la suya y se vaya", reclamó Alba, quien no ocultó que, una vez cumplido el objetivo "especulativo" de la compañía, ésta no ha tenido reparos en comunicar ahora el fin de la actividad de su planta en la ciudad. "Se han cachondeado de la Junta, del Ayuntamiento, de los jerezanos y de los trabajadores", arremetió con dureza. Ahora, la alternativa que Saint-Gobain les ha presentado, por medio de sus abogados, es el traslado a otras plantas o acogerse a un "plan social" para los empleados más mayores, propuestas que "los sindicatos ni siquiera contemplan, porque lo que pedimos es que esta factoría no se cierre", detalló Alba.

Por su parte, tanto Trillo como Alemán demandaron a la Junta de Andalucía que "se implique con Jerez de forma directa, clara y sin cortapisas para luchar contra el cierre". "Esto es una sangría y hay que pararla porque sino Jerez se queda arruinada; Antonio Fernández [por el consejero de Empleo] debe dar la cara de forma directa e impedir que esto ocurra", urgió el líder de CCOO. A lo que añadió: "El Ayuntamiento también tiene que cortarle el vuelo a esta gente, que no pueden pensar que pueden llevarse el dinero de los jerezanos y dejarnos con menos dinero todavía del que tenemos". "Difícilmente se puede hablar de que vienen empresas nuevas cuando se van las que tenemos", insistió Trillo. En el caso de Alemán, volvió a demandar un plan de reindustrialización específico para la ciudad, que tuvo que tragarse la reconversión bodeguera sin ningún tipo de ayudas supramunicipales.

Uno de los políticos locales que desde el primer momento ha tenido claro el plan 'no oficial' de la multinacional ha sido Joaquín del Valle. El portavoz de IU reiteró ayer mismo su compromiso con los trabajadores de Vicasa y negó la posibilidad de que el gobierno municipal haya sido "engañado" por la factoría para conseguir la recalificación y luego marcharse. "En junio de este año vimos el comienzo del cierre y me niego a reconocer que el gobierno municipal del PSOE y Pilar Sánchez han sido engañados; han sido los cómplices para que hoy se produzca lo que se está produciendo", recriminó. "Nosotros avisamos en el pleno de junio que como Administración no se podía permanecer sin hacer nada, esperando a que se decidiera el futuro de la fábrica a 3.000 kilómetros de Jerez", recordó Del Valle, antes de agregar que ya pedimos que "había que dejar el convenio como estaba, la fábrica como estaba e instar a la Junta y al Gobierno de España para que tomarán medidas. Ahora, quienes deciden, ya han tomado la decisión y a partir de ahora escucharemos 'Vicasa no se cierra', como cuando se escuchó 'Delphi no se cierra'. Y se cerró".

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