Blanca de los Ríos Nostench
Coeducación
Una de las mujeres más instruidas de su tiempo, destacó en las artes que trabajó
Blanca de los Ríos Nostench nace en Sevilla el día 15 de agosto de 1862, en la calle Francos. Hija de arquitecto y de poetisa y pintora. Vivió rodeada de un ambiente rico en cultura e intelectualidad, que hizo de ella una de las mujeres más instruidas de su tiempo sobresaliendo en todas las artes que trabajó, especialmente en el mundo literario del Romanticismo. Sus primeros estudios los realiza en Granada, ciudad donde comenzó a dar muestras de su vocación hacia la literatura.
Desde muy pequeña comenzó a escribir poesías, y con quince años publica su primer libro, Margarita, que firmó bajo el seudónimo de "Carolina del Boss". Tras la muerte de su madre, Blanca viaja a París para vivir con una tía suya. Permaneció en París dos años, regresando a España en 1879, alojándose con la familia Romera en Madrid, con la cual compartió varios años de su vocación. Por esas fechas publicó un librito de versos titulado Esperanzas y recuerdos, que le conquistó la admiración de algunos círculos literarios de la capital española.
En estos círculos literarios hizo amistad con Sofía Casanova, el marqués de Valmar, Juan Valeta y Rubén Darío entre otros. Es de estos años el comienzo de una de las amistades más importantes de toda su vida: la de Emilia Pardo Bazán. También conoce en esta fecha a Vicente Lampérez, un arquitecto con el que contrajo matrimonio. Viajan pronto a Italia y Blanca se entrega con entusiasmo a la carrera de las letras, escribiendo sin descanso, novelas, cuentos, libros de poesía y estudios de crítica literaria y ensayos históricos.
En 1889 la Real Academia Española premió su Estudio Biográfico y crítico de Tirso de Molina, en el que dio a conocer datos nuevos biográficos del gran dramaturgo.
Su fama de escritora sobrepasó la frontera española para encontrar amplia repercusión en otros países. En los primeros años del siglo XX había sido ya traducida a varios idiomas una veintena de sus obras.
En 1895 entra como socia de número del Ateneo de Madrid, junto con Emilia Pardo Bazán y Carmen de Burgos, lo que le permite entrar en contacto con las ideas de la época, tanto en el campo artístico como en el de divulgación, y empieza a tomar partido en «el problema de España».
Su prolífica producción literaria fue publicada en los principales periódicos y revistas de España e Hispanoamérica. Esta labor culminó en la fundación de la revista Raza Española, que vio la luz en el año 1919 y a través de la cual realizó una gran tarea de acercamiento entre España y las naciones iberoamericanas. En ésta y otras publicaciones divulgó sus ideas feministas. La preocupación por la mujer y por las relaciones entre España e Hispanoamérica estuvieron siempre presentes en su reflexión y en su participación en diversas asociaciones y actos como: la Asamblea Americanista de Barcelona, los Centros de Cultura Hispanoamericana de Cádiz y de Madrid y la Unión de Damas Españolas, en la que se preocupó por el avance en medidas de protección para las mujeres en el trabajo.
Como reconocimiento a su valiosa labor, el Ayuntamiento de Sevilla la nombró hija predilecta en 1916 y dio su nombre a una de las calles de la ciudad andaluza.
El 19 de enero de 1923 fallece su marido Vicente Lampérez, lo que no significó el abandono de su prolífica carrera literaria. En marzo de 1924 le fue concedida la Gran de Cruz de Alfonso XII, motivo por el que se le rindió un homenaje en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, acto que presidió su Majestad la Reina Victoria Eugenia. En 1931 le fue concedida la Medalla de Oro al Trabajo y en 1949 la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. El Gobierno colombiano le concedió también la Gran Cruz de Bocaya por sus trabajos en defensa del escritor colombiano Francisco José de Caldas.
Blanca de los Ríos fue presentada como candidata a la Real Academia Española de la Lengua por los académicos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, el doctor Cortezo, el conde de Navas y don Manuel Linares Rivas, sin que consiguieran su propósito, ya que la academia mantuvo el criterio tradicional de no admitir en el seno a miembros femeninos. Igualmente fue propuesta para que le fuera concedido el Premio Nobel de Literatura en atención a su obra dilatada y compleja.
El día 13 de abril de 1956 fallece en su domicilio de Madrid, conservando hasta el último momento su labor intelectual.
Blanca de los Ríos destacó como estudiosa de los grandes escritores del siglo de oro, como narradora, poeta y conferenciante, y también por su preocupación por la mujer y su mejora en la sociedad de la época. Igualmente fue efusiva su lucha y actividad en el arraigo de las relaciones españolas e iberoamericanas.
Entre sus obras destacan: Los funerales del César (1880), Esperanzas y recuerdos (1881), Del Siglo de Oro (1910).
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