Excavaciones en Mesas de Asta en el verano de 1942

Excavaciones en Mesas de Asta en el verano de 1942
Excavaciones en Mesas de Asta en el verano de 1942

La ciudad de la historia

HACE unas semanas, la sección de Patrimonio del Ateneo de Jerez organizó, con un indudable éxito de público y una altísima calidad de las ponencias, las primeras Jornadas Monográficas de Mesas de Asta, dedicadas a nuestro protagonista Manuel Esteve Guerrero. Acompañando al Ateneo estuvo la UCA y la Universidad Hispalense, arqueólogos de Jerez y de la provincia, y el CEHJ (institución a la que nuestro historiador dedicó buena parte de la vida). Buena parte de las conclusiones que allí se expusieron, estaban basadas en los hallazgos de las excavaciones que dirigió Esteve en la parte urbana del yacimiento, en los años 40 y 50.

Por nuestra parte, mantenemos este discurso ordenado en el tiempo, sobre los trabajos en las Mesas de Asta: si al mismo tiempo el lector sigue nuestra sección sobre Asta Regia de la página del CEHJ (www.cehj.org), seguirá un desarrollo cronológico de lo que Esteve Guerrero descubrió en el yacimiento más importante de nuestro rico patrimonio arqueológico.

En el anterior artículo dejamos a Don Manuel buscando una necrópolis romana en la zona oriental del conjunto y gestionando los pertinentes permisos para excavar en la mencionada Huerta de Nicolás, en la zona de la aldea conocida como El Cementerio.

Si bien nuestro arqueólogo diversifica sus puntos de interés, no deja de trabajar en la zona de La Cantera, junto a la Cañada del Catalán. Avanza hacia el Norte del espacio signado con la letra M:

"…hallándose, como de costumbre, todo el material revuelto, es decir, sin poderse determinar los niveles estratigráficamente. Recogimos fragmentos de cerámica prehistórica, uno de los cuales presenta un orificio, una fusayola o cuenta, un fondo de campaniense con parte de la inscripción grabada; fragmentos de cerámica ibérica de banda ancha roja, dos fragmentos de lucernas romanas, una de barro amarillento y, la otra, roja decorada con piezas de Acco, fragmentos de terra sigillata, fragmentos de la cerámica romana basta, grande y lisa… unos fragmentos de cerámica árabe, uno de los cuales está decorado con trazos rojos y negros y fragmentos vidriados verdes y melado oscuro. También se halló un hacha neolítica con evidentes muestras de fuego".

En sus apuntes, en el cuaderno de excavaciones se reproduce la inscripción grabada del fondo de cerámica campaniense, que se suma al corpus de sellos de alfareros romanos, tanto de época republicana como imperial, que Esteve recoge en Mesas de Asta. Interesante es que señala estas piezas procedentes de vasitos de lujo de los talleres italianos de Acco del primer siglo de la era.

Si interesante es su recopilación de inscripciones, no lo es menos su reconstrucción de piezas cerámicas:

"Ya tengo reconstruidas las vasijas halladas al borde del silo descubierto en la habitación o espacio M. La mayor de ellas, es de la misma forma que la urna encontrada en el espacio L; presentando igual decoración. Como he dicho en las notas referentes al hallazgo dentro de la mayor encontré otra vasija más pequeña, de barro más fino, pero sin presentar como aquella decoración alguna… También se ha hallado en esta zona que se excava unos trozos de asas, llámole de volutas, igual a otras asitas halladas en la cañada de El Catalán".

Consigna ambas piezas con los números 25 y 26. La urna mencionada, que se une a las otras de época turdetana halladas en esta misma campaña, tiene una altura de 14 centímetros.

En estos primeros días de agosto de 1942, los jornaleros del cortijo de El Rosario, encontraron en la zona de La Cantera la mitad inferior de un ánfora romana que se traslada para su exposición en la Colección Arqueológica Municipal, se consigna en el cuaderno con el número 28. En este mismo sitio se halló una moneda púnica de Gadir, sin que se puedan leer su leyenda por el deficiente estado de conservación: con una cabeza de Hércules en el anverso y dos atunes en el reverso.

A mediados de agosto se profundiza en la zona J, en los que se alcanza una profundidad de 2'60 metros, y se recogen fragmentos de cerámica neolítica (algunas con orificios en sus bordes), cerámica turdetana y una boca de ánfora romana, reproducida con el número 27. Se sigue trabajando en los sectores H, donde se encuentra sólo material neolítico e ibérico-turdetano (a excepción de un fondo de cerámica campaniense con marca), y en la zona Este de M, donde se halla un silo relleno de piedras, entre la que una redondeada, de unos 17 centímetros, que parece un proyectil de ballista. Esteve destaca dos fragmentos neolíticos de unos seis centímetros, uno con decoración semejante a los campaniformes, y el otro con una decoración ejecutada a presión, como esgrafiada: líneas formando ángulos y circulillos.

Recoge otra marca de terra sigillata in planta pedís, y en el espacio señalado con la letra L, encuentra un fragmento de cerámica griega de pintura roja sobre fondo negro.

A mediados de septiembre se ha acabado con la excavación de la zona J, se alcanza la profundidad de 4'50 metros: en su última fase se encuentra estucos y cerámica romana, campaniense y sigillata, alguno con lo que prueba que existió un movimiento de tierras en el sector en un tiempo anterior a la excavación. Mezclado con estos restos hay un fragmento de hueso labrado de datación neolítica y un trozo de cerámica de la misma etapa con cuatro orificios en la parte superior del borde.

En los últimos días de septiembre, los trabajos se trasladan al sector Oeste de la habitación L y al espacio K, que Esteve suponía como parte de la muralla, debido a su situación en el borde de la meseta. El material asociado a la zona es el ya clásico: ibérico-turdetano, campaniense y terra sigillata, en esta última cerámica se constata una nueva marca de alfarero.

Terminamos el artículo con una curiosa anotación en el cuaderno de campaña, relativa a los días 28 al 30 de septiembre y 1 al 9 de octubre:

"… Estos días en los que he estado ausente por haberme trasladado a Madrid para gestionar el cobro de las 15.000 pesetas ofrecidas por el Estado, por conducto de la Comisaría de Excavaciones, para estos trabajos, el personal ha continuado las excavaciones en el sitio que vengo designando como posible muralla; es decir en el espacio L.

El material recogido cerámico exclusivamente consiste en fragmentos de sigillata, ibérico en dos colores -rojo y negro- prehistórico o romano de otras clases populares".

Fco. Antonio García Romero

Centro de Estudios Históricos Jerezanos www.cehj.org

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