"El Festival no es un proyecto pensado para los jerezanos"
Isamay Benavente. Directora del Teatro Villamarta y del Festival de Jerez
La responsable del Certamen habla de las luces y sombra de esta cita flamenca
Tras dos semanas de Festival de Jerez, que finalizó el pasado 10 de marzo, lo que queda ahora en Isamay Benavente es "satisfacción" y una afonía. "Y eso que yo no he cantado nada, eh?", asegura la directora artística de la cita y del Teatro Villamarta. Se ha dejado la voz en tender puentes con artistas y entidades, buscar colaboraciones, hablar con programadores de otros espacios, además de acudir a la mayoría de los espectáculos. Sembrar para el futuro. Menos mal que le gusta el flamenco porque disfruta "mucho con las artes escénicas". Isamay advierte: "la vanguardia de la danza en España está en el flamenco. Está en la edad de oro. En unos años se estudiará este momento". Aquí, luces y sombras del Festival.
-Después de más de dos semanas de Festival de Jerez, tendría ya ganas de marcarse una pataíta y descansar del Certamen.
-(Risas). Bueno, son 16 días muy intensos y una queda ahíta de flamenco, pero muy satisfecha porque este año era muy difícil y complicado para la ciudad. Es motivo de gran alegría que el Festival haya acabado con tanta aceptación de los espectáculos, los visitantes, los cursillistas que han sido los mismos que otros años. El público que ha participado en todas las actividades ha sido de 31.875 personas.
-A pesar de que la oferta nocturna se redujo.
-Pero intensificamos las tardes, que ha tenido mayor aforo ocupado. Incluso el índice de ocupación ha sido mayor que en 2011.
-Entonces se han visto menos noctámbulos por las calles, en los bares. Parece que ha sido un Festival más tranquilo.
-Yo no tengo esa percepción. Aunque eliminamos los espectáculos de la doce de la noche, ese espacio lo ha ocupado el 'Festival Off', con actividades paralelas. Y en la calle creo que ha habido más ocupación y la gente dice que lo ha notado más. El tiempo nos ha acompañado. Quizás sí haya habido menos noctámbulos, pero yo ya a esas altas horas no llego (ríe).
-Háblenos ahora de las sombras del Festival.
-Se hablaba de que era un festival más ajustado en la oferta, pero si a eso le llamamos sombras, tendiendo en cuenta la crisis que estamos viviendo, es lógico que se hagan ajustes. Si se refiere al programa artístico, a mí me parece que este año ha sido una de las ediciones que mayor aceptación ha tenido desde el punto de vista de la crítica y del público. Nos los merecíamos. Hay algunos que han generado expectación y han gustado menos, pero es lógico. Ha habido estrenos que a raíz de actuar aquí hacen sus mejoras, o estrenan en la Bienal de Sevilla y luego llegan aquí mejorados. Pero no creo que haya habido ningún pinchazo. Los artistas también estás todos muy satisfechos y se han ido muy contentos.
-¿Qué hace falta para subirse a las tablas del Villamarta dentro del Festival?
-Yo, como directora artística, decido quién sube. La elección depende de la propuesta artística, es decir, el Festival es de baile y danza española. Para empezar valoro eso y luego, por otras razones, excepcionalmente puede entrar por quien sea o quien no por su calidad artística. Por lo general, veo muchos espectáculos a lo largo del año, estoy atenta de lo que hacen los artistas de primera línea... No programo sólo por lo que me gusta, sino en función de lo que tiene que estar en el Certamen. Que funcione de cara a mi público, no sólo al de Jerez, sino al que acude cada año y que espera encontrar un escaparate de todas las tendencias y un alto nivel de calidad. El Festival es un escaparate del flamenco de nuestro tiempo.
-Algunos artistas como Navajita Plateá, no entienden por qué no están en el Festival de Jerez, en el Villamarta.
-Es que el Festival es de baile. Bueno, el año pasado vino Poveda con una pincelada de baile, pero es excepcional. Y la actuación en esta edición de 'Vors: Jerez al cante' con Manuel Agujetas, Manuel Moneo, Luis 'El Zambo', El Torta, Capullo y Fernando de la Morena era algo histórico, y venía además patrocinado por la BBK. Tenía ingredientes para programarlo. Con todos mis respetos, no es comparable.
-En el pasado Festival hubo problemas para pagar a los artistas... ¿En esta edición ha ocurrido lo mismo?
-El año pasado tuvimos muchísimos problemas de tesorería. Y en esta edición, siendo la situación mucho más difícil, como la conocíamos a priori, nos ha permitido negociar con los artistas de otra manera, la taquilla nos ha permitido afrontar esos pagos.... Hemos utilizados otras fórmulas. Pero el año pasado ya está liquidado. El flamenco es un género caro que requiere un atrás de cantaores, guitarristas, palmeros, percusión... Muchos artistas no ganan nada por pagar esto y enseñar sus propuestas. La gente es valiente y para el próximo año ya hay artistas que me hablan de lanzarse al formato dancístico, de compañía media-grande.
-¿Se echa de menos la presencia de más jerezanos en los espectáculos?
-No. Siempre lo digo: el Festival es un proyecto cultural pensado para atraer público extranjero a Jerez. No es para el público local. Pero se llena de público jerezano y del resto de España. El público de fuera llena un 60% del aforo. Y es que no hay bolsillo, ni cuerpo de esta ciudad que resista dos semanas de Festival.
-El Festival, con 16 ediciones, está en plena adolescencia. ¿Qué queda por delante?
-Queda mucho por hacer. Son años complicados y los pasos hay que darlos medidos y hay que ir creciendo con mucha seguridad. Afortunadamente el Certamen goza de muy buena salud. A pesar de la crisis, el turismo cultural en torno al flamenco es muy sólido. Hemos mantenido las cifras aunque no hayamos crecido. Hay que tener en cuenta este turismo de cara al patrimonio cultural que tenemos en la ciudad, que es el flamenco. Viendo el éxito de la oferta 'Off' del Festival, pues quizás se puedan hacer colaboraciones en un futuro, dejarle un segmento de horario, ir más de la mano de la iniciativa privada. Dirijo uno de los proyectos más singulares del panorama flamenco.
-¿Los días que dura el Certamen son los justos, sobran, faltan?
-Un festival tiene que ser un evento singular y que pase en un determinado espacio de tiempo. Ahora, 16 días, están bien. Creo que el éxito es que pase de una forma tan intensa en esas dos semanas, que permite al visitante llevarse muchísimo flamenco y conocer la ciudad.
-Un último deseo...
-Los números son importantes, pero más importante es la continuidad de los proyectos en torno al flamenco en Jerez. Me parece lo más.
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