"Que el destino me ponga donde me tenga que poner"
Marina García, 'Marina'. Cantaora
La joven artista jerezana ha publicado este mes su disco debut, 'Desde la frontera', bajo la producción de Manuel Ruiz 'Queco'
"Ahora, después de todo lo que me ha pasado, creo que ocurrió porque tuvo que ocurrir. Se dieron todas las circunstancias y no fue algo buscado, ni forzado, ni con intenciones. Se dio porque se tenía que dar. De manera natural. Yo me puse a cantar, mi tío me grabó, subió el vídeo así porque sí, porque mi tío no conocía a nadie de la música, ni tenía contactos ni nada, y al minuto eso fue compartiéndose y creciendo como la espuma. Yo no me lo podía creer..." Marina, que abre mucho los ojos cuando se le pregunta, que escucha atenta y contesta espontánea, huyendo de todo discurso aprendido de artista debut, cree en el destino pero, también, en las cualidades, más mundanas, del trabajo. "Trabajar, trabajar mucho, eso es lo que voy a hacer. Después, que el destino me tenga que poner". El destino fue el que llevó a esta jerezana a Osuna, convertida en Dorne, al casting de la serie Juego de Tronos; y su talento y desparpajo el que provocó que, entre prueba y prueba, se echara un cantecito en un bar que fue grabado y subido, con éxito inmediato, a las redes. En vistas de la acogida las grabaciones se fueron sucediendo y uno de sus vídeos, ya de fiesta en su Jerez natal, se convirtió en fenómeno viral. Fue también el destino el que hizo que Manuel Ruiz Queco, productor de relumbrón y compositor de éxito, diera con ese vídeo y pusiera sus ojos en Marina. Fue el comienzo de Desde la frontera que, como disco físico, en su primera semana a la venta entró directamente en el puesto 22 de los 100 más vendidos.
-¿Cómo fue aquel primer encuentro con Queco?
-Pues vino a verme en septiembre y me contó su proyecto con respecto a mí y que le encantaría producirme un disco. Fíjate, yo loca de contenta. Nos llegaron entonces muchas canciones y fuimos seleccionando las que más tenían que ver conmigo y con las que yo me iba a sentir más cómoda -temas del propio Queco, de José Serrano, de Güito y Paquillo Cortés-y así, entre noviembre y enero de este año, nos fuimos para Córdoba, para su estudio y empezamos a grabar.
-Una experiencia, supongo, muy nueva y diferente para usted
-¡Muchísimo! Yo a lo que estaba acostumbrada es a cantar en directo, tú sabes, con los oles, los qué guapa y esas cosas de por medio, y el estudio es muy diferente, hay que estar muy concentrada y dar todo lo mejor en ese momento. Además, yo soy bastante exigente y siempre me gustaba repetir hasta que todo quedara perfecto.
-¿Tuvo miedo?
-Al principio, mitad miedo, mitad responsabilidad. Era esa sensación de no querer defraudar a nadie. Queco había apostado por mí y la gente, apoyándome en las redes, pues también. Y yo quería estar a la altura. También me surgían muchas dudas tipo, ¿pero les gustará a la gente el disco?, ¿y quién lo va a comprar?... Porque una cosa es que te vean en un vídeo por internet y otra que te compren un disco...
-Bueno, no ha salido nada mal, ¿no?
-Qué va, ha salido redondo. Es un disco muy completo, muy fresquito y, sobre todo, y con lo que estoy más contenta, es que tiene que ver conmigo, es una carta de presentación que es muy verdadera. Bueno, y también te digo, que las dudas y los miedos me duraron poco (ríe), en una semana estaba yo muy a gusto en el estudio grabando, como si hubiera estado toda la vida. Además, una cosa que me gustó mucho es que el estudio de Queco era la antigua peña Rincón del Cante, de la que fue fundador su padre, y por donde han pasado muchos de los grandes del flamenco. De hecho se conserva una parte, con un banco, donde actuaron allí Camarón y Paco de Lucía. ¡Una maravilla grabar allí, vamos!
-En qué estilos se mueve en este disco.
-Pues hay bulería, hay rumbitas y tanguillos pero también hay baladas. Están como esas dos facetas mías... Porque yo soy muy alegre y muy festera pero, también, soy muy tonta y muy sentimental. Cuando me enamoro, me enamoro y soy un drama (ríe). La verdad que están todos esos estilos pero traídos a este tiempo y con mucho gusto. Los tanguillos, por ejemplo, no parecen unos tanguillos, pero lo son. Ahí tanto Queco como Ludovico, músico del disco y también lo ha armonizado, han hecho un trabajo espectacular.
-Buena sintonía, entiendo, con los productores.
-Muy buena porque te escuchaban, te hacían sentir bien. Después ellos te aconsejaban, claro, pero escuchaban tu opinión y eso para mí es importante. También hemos mirado en la misma dirección y queríamos lo mismo para este disco.
-Cuando le llegó la popularidad estudiaba el grado de Educación Infantil, ¿cómo va?
-Pues cuando empecé con la grabación del disco y con todo lo que ha venido después lo he tenido que aparcar. No estaba centrada y, afortunadamente, eso lo puedo retomar que para eso tengo mi selectividad y mi primer curso hecho. Pero es que este disco y mi carrera en la música es mi sueño. He decidido apostar fuerte por esto y eso conlleva también muchos sacrificios pero merecen la pena.
-Su Feria está ahí, ¿la vivirá de manera diferente?
-¡Ay la Feria, con lo que me gusta! Iré, claro, pero la viviré de otra manera, más tranquilita y más de día, aunque alguna noche, aunque no sea hasta tarde... (sonríe picarona).
También te puede interesar
Lo último