José de Lucía demuestra su inquietud creativa a bordo de la guitarra acústica
El sobrino de Paco de Lucía saca su primer disco · Inventa un viaje musical de ocho canciones donde desarma su naturaleza flamenca en torno a las cuerdas de metal
José de Lucía es el nombre artístico de José Manuel Sánchez Benítez. Un aliado de la guitarra, cuya naturaleza renace día a día en torno a la música, ha despertado su infancia sobre las riendas del Flamenco, bebiendo sorbo a sorbo del aire artístico y creativo de su familia. Nació en Madrid pero sus veranos los pasaba en El Rinconcillo junto a su hermana, la cantante Malú. Es hijo de Pepe de Lucía y sobrino de Paco de Lucía, una vez más se demuestra que la saga artística continúa.
Ha sacado su primer disco, íntegro de guitarra con ocho canciones, desde Pulso hasta Madre y cobre. El sentido lo marca con su guitarra acústica a través de las cuerdas de metal que acaricia con una púa. Un problema en su mano derecha le obligó a reinventarse, a partir de ahí "no podía tocar bien la guitarra flamenca", recuerda el artista. Empezó a resolver su arte a bordo del sonido acústico "intentando hacer algo que me gustase, lo mío era el flamenco y me dije voy a intentar hacerlo así, a ver qué sale".
Por eso, aunque su carta de presentación recuerde indudablemente al algecireño más universal, Paco de Lucía, insiste en que "no es un disco flamenco". Aún así contempla desde bulerías hasta fandangos, pero siempre "desde otro punto de vista, uno que he intentado inventar para poder hacerlo", afirma José de Lucía, cuyo nombre artístico da también título a este primer trabajo.
Empezó a tocar con 16 años, ahora tiene 34. Desde entonces se sumergió en todas las influencias musicales, desde el Flamenco que siempre estaba en su casa, "es como mi lengua materna", hasta Metálica, grupo al que versionaba con sus amigos. Colaboró en la grabación de un disco de su padre, de Marina Heredia, ha compuesto a Carmen Linares y ha acompañado mucho tiempo a Juan Manuel Cañizares.
Paco de Lucía ha influido totalmente en su música. "Aunque no fuera su sobrino me habría influido exactamente lo mismo. Todos los guitarristas de mi generación, la anterior y la siguiente están influidos en un 90% por lo que ha hecho Paco. Nunca he tomado clases con él, pero se puede decir que es mi maestro". José cuenta con la bendición de su tío, algo que le halaga sin lugar a dudas. Pepe de Lucía le ha apoyado en esta aventura: "viniendo de mi padre, que suele ser bastante sincero para lo bueno y para lo malo, es un orgullo que me lo diga".
Con su hermana Malú tiene una estrecha relación profesional, además de la personal, ya que empezó acompañando sus giras en sus inicios y, tras el bache con su mano y su búsqueda de un sonido más flamenco, ha vuelto desde hace tres años a la carretera, a girar junto al equipo artístico de su hermana.
Recuerda con añoranza sus veranos de tres meses en Algeciras, cuando su padre les recogía del colegio en junio y no les llevaba de vuelta a Madrid hasta septiembre. "Es una tercera parte de mi vida porque pasaba mi infancia, todo el día descalzo, prácticamente me he criado aquí". Ahora este disco muestra quién es, sin esperar nada, y gracias a la apuesta incondicional de Paco Ortega.
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