El balcón
Ignacio Martínez
Negar el tributo y lucir el gasto
Tribuna libre
LA verdad es que éste es un anuncio que nos gustaría ver en los periódicos, añadiendo al título: 'y que estén dispuestos a ganarse lo que cobran'.
Y ello viene a cuento por muchas cosas, entre otras por el inexplicable deterioro que sufre nuestro incomparable y emblemático Parque Zoológico y Botánico, tal como vienen denunciando sus trabajadores y que puede ser observado por cualquiera que por allí vaya.
Por el lamentable estado de abandono que está sufriendo el jardín escénico del Altillo, donde tan sólo hace falta darse una vuelta para ver el lamentable estado de la segunda fase inaugurada hace menos de un año. Plantas y césped casi secos por falta de riego.
Un estanque pequeño en el que debería desembocar un riachuelo artificial con lecho de piedras y al que nunca se le ha conectado el motor para que circulara el agua en circuito cerrado, por lo que este diminuto lago es una charca inmunda de aguas estancadas, perfecto caldo de cultivo para la crianza de mosquitos. Y no digamos el lago grande, cada vez más sucio y más vacío. ¡Con los millones que allí se han enterrado! Pero qué decir de aquellos otrora deliciosos y bucólicos jardines del La Rosaleda y El Bosque con sus flores, estatuas y pérgolas, en los que desde hace muchos años solamente sobreviven sus árboles y un raquítico césped con ganas de morirse.
Por la incomprensible desidia por parte de Urbaser al cortar en la zona norte, Almendral, Paquete, Ceret Alto, los Sauces, etc. (supongo que también en otras zonas), los altos matojos que por allí crecen para nunca recoger la maleza cortada ni la suciedad, bolsas, papeles y botellas que escondían, dejando tirados unos rastrojos en paseos y vías secundarias que pueden arder el cualquier momento como si fuese gasolina.
Sin embargo y, como paradoja, estos días he visto la avenida de Nazaret cómo unos operarios podaban las ramas de los árboles allí existentes. No entiendo nada de botánica, pero siempre supe que los árboles se podan en otoño e invierno y no cuando su sombra es más necesaria como lo es en el verano.
Lo siento si algún responsable o edil del ramo se molesta por estas denuncias públicas, pero ya hace varios días que les comuniqué alguno de estos puntos mediante un correo electrónico, y hasta ahora no ha habido ni siquiera la cortesía de responder diciendo al menos: "Tomamos nota", o sea, peor que nunca. Todos sabemos qué ocurriría si los que tienen bajo su responsabilidad estos asuntos cobraran de la empresa privada y no del dinero de todos los jerezanos. Puerta, les dirían.
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