Francisco Bejarano

La guerra ha terminado

HABLANDO EN EL DESIERTO

07 de septiembre 2008 - 01:00

CONOCIDO de todos es el último parte de la guerra del 36, fechado el 1 de abril de 1939: "En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas Nacionales sus últimos objetivos militares. LA GUERRA HA TERMINADO". Las sutilezas de la mayúscula de Nacionales y de los objetivos militares, daban a entender que habían ganado los buenos y quedaban otros objetivos civiles. El énfasis de la última frase, puesta toda en mayúsculas, parece que tranquilizó a la población a pesar de todo. Como diría Gabriel Jackson, la guerra terminó con la victoria completa e incondicional de Franco. No terminó realmente porque Franco se empeñó en mantener un espíritu de cruzada bélica durante toda su vida y una dictadura que podía ser eterna, un régimen estamental; pero la guerra había terminado, pese al general, y desde el principio todas las fuerzas que habían apoyado a Franco como mal menor empezaron a pensar en qué hacer con el dictador.

El régimen se fue suavizando porque los países de Europa occidental iban por otros derroteros, se suavizó de tal forma que me gustaría leer una encuesta para saber cómo vivió mi generación los años 60. Sé cómo la viví yo y las personas de mi edad con las que me relacionaba. Había un divorcio claro entre la España oficial y la de la calle. Era una especie de 'agnosticismo' franquista, si la palabra es aplicable a la política, de modo que actuábamos como si Franco no existiera. En las minorías estudiantiles, con las que mantenía más estrecha relaciones, había una conciencia política mayor, pero es falso que España fuera un 'páramo cultural' como Caballero Bonald se empeña. Hubo mucha gente valiosa escribiendo, pintando y pensando, y los libros que queríamos leer los conseguíamos. Más peligrosos fueron los últimos años, los del franquismo putrefacto, en descomposición y muy dividido.

La democracia, según el modelo europeo occidental, era un deseo bastante general incluso dentro del franquismo. El exilio vivía en otra galaxia y la oposición interior colaboró con el franquismo que no creía en un franquismo sin Franco. La democracia la trajo el franquismo. No soy adivino, pero me parece que no hubiera sido posible de otra manera. De un franquismo que no había vivido la guerra y se había educado en el ambiente de libertad personal que he dicho antes. Hubo una amnistía que ahora parece no valer. La memoria histórica está sacando de quicio una etapa de la Historia de España muy bien conocida por los especialistas. Una guerra no es una verbena. Ahora aparece como causa de escándalo el que la gente se mate en una guerra civil, y hay que exhumar a unos muertos que ni siquiera pueden protestar para defender su sueño eterno, que es a lo que se arriesgaron.

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