Del todo a la nada (4-2)
Barcelona B - Xerez · la crónica
Los azulinos vuelven a fallar cuando mejor lo tienen para ganar y cierran la 1ª vuelta con derrota y nueve jornadas sin vencer. El talento azulgrana firma la remontada en un minuto.
Novena jornada sin vencer para un Xerez que sigue complicándose la vida a partir de su fragilidad. Tras un primer periodo netamente local, donde el talento del filial barcelonista se quedó en un corto 1-0 con gol 'estilo Messi' de Deulofeu, dos chispazos de Lucas Porcar en la media hora inicial del segundo periodo claramente xerecista le daban la vuelta al marcador. Pero un minuto diabólico de los culés, con dos dianas seguidas sin que el Deportivo llegara a saber por dónde le llegaban los golpes, dejaban casi k.o. a un cuadro de Esteban Vigo que volvió a besar la lona recibiendo un cuarto gol ya en el último minuto. No hay más cera que la que arde y este once azulino sigue mostrando señales de serios serios problemas.
El primer acto fue para el descaro y la calidad de los culés, muy superiores. Araujo pudo marcar dos goles antes del minuto cinco, con el centro del campo como monopolio local. Pocas señales en ataque dio el Xerez en la media hora inicial, si acaso un chut de Mendoza muy colocado buscando la escuadra pero que halló a un bien colocado Masip.
Pero los acercamientos eran siempre locales, y Gerard Deulofeu, el talento aún en edad juvenil, marcaba sencillamente un golazo a los 19 minutos. Cogió el cuero, se fue en diagonal dejando cadáveres a su paso, y cuando parecía que iba a definir de zurda, frenó y con la derecha tocó raso, colocadito, entrando el esférico tras tocar en el palo de la meta andaluza. Y al minuto, nueva jugada diabólica de Deulofeu que Luis Alberto cabeceaba alto. Mucho peligro en las intentonas catalanas.
El Xerez dudaba entre salir a por el empate o refugiarse del chaparrón ofensivo, con dos ocasiones seguidas que se iban al palo. Primero era Deulofeu tras un contragolpe barcelonista el que enviaba a la madera, y ya en el 30, el disparo de Araujo (¿dónde estaba la defensa azulina, ayer totalmente de blanco?) llegaba al poste tras rozarlo Navas, providencial, con la punta de los dedos.
Pero en los minutos finales, la gasolina del Barça B se fundió y el Xerez fue creciendo desde la veteranía. Una internada de Marcos la remataba Rueda de volea, fuera por poco, y después un centro de Lucas Porcar se paseaba cerca de la línea de gol sin hallar rematador. Uno a cero pero con síntomas de mejoría en el descanso.
En la segunda parte, esos síntomas se confirmaron totalmente, ya que el Xerez salió mucho más metido en el encuentro, mandando y sabiendo cortar las vías de suministro locales hacia sus veloces arietes. Los de Esteban Vigo se adueñaban de posesión y de metros de campo, y a los siete minutos, Mendoza centraba, Lucas Porcar se adelantaba a los centrales locales y le quedaba una pelota perfecta, botando en el punto de penalti, para sacudir un trallazo que rompía por alto las redes del filial. Uno a uno.
Tato enviaba un esférico a las nubes al cuarto de hora tras una buena jugada colectiva. El equipo blaugrana no daba señales de vida, y un nuevo error de la zaga culé en la barrera del minuto veinte le llegaba franco a Lucas Porcar. Con toda la sangre fría, el delantero definía por abajo, a la derecha de Masip, dando la vuelta al marcador. Incluso tuvo el tercero el Xerez al minuto siguiente, y con los locales grogui del todo, pero el remate de Marcos tras una fenomenal penetración moría en manos del portero culé.
Pero cuando enfrente tienes a un arsenal de talento como es el filial del Barcelona, estás obligado a vigilar mucho en la retaguardia. Y dos despistes seguidos del Xerez costaron carísimos. Primero fue Espinosa quien aprovechaba una asistencia de Araujo para hacer el dos a dos. Y nada más sacar de centro los andaluces, recuperación culé, combinación entre Luis Alberto y Araujo y el primero de ellos culmina por raso desde la frontal de la pequeña. Un minuto nefasto, y de nuevo por debajo en el tanteo.
Pudo empatar el Xerez Deportivo en dos asistencias perfectas por alto de Rafa Barber nada más entrar al campo, con la zaga culé muy adelantada. La primera la desaprovechaba Adrián Ruiz por precipitarse y probar un voleón desde la frontal cuando podía progresar, y en la segunda era Tato el que se dormía dando tiempo a un ex como David Lombán a cruzarse para sacar a córner cuando se mascaba el empate a tres dianas.
Restaban diez minutos para el final, pero ahí murió el arsenal ofensivo de un Xerez cada vez más agotado pese a los cambios. Pudo marcar el lateral azulgrana Grimaldo tras una maravillosa jugada personal que frsutró en su salida Raúl Navas, y ya cuando el encuentro agonizaba, minuto 93 y el Xerez volcado arriba, una contra de libro de los locales la culminaba el recién entrado Joan Román por raso, con serenidad y sangre fría. Ya ni siquiera se sacó de centro, el Xerez pagó caros sus despistes atrás cuando había hecho lo más difícil, remontar ese 1-0, y regresa de vacío abrumado por el descaro de un Barça B garantía siempre de goles, tanto a favor como en contra.
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