A Tercera División...
Ricardo García es incapaz de hacer frente a una deuda de 380.000 euros con los jugadores de la pasada campaña y la Liga confirma a las 00:15 horas que el Deportivo desciende
El Xerez Deportivo cayó ayer a Tercera División al ser incapaz de hacer frente a las denuncias de los jugadores ante el sindicato de futbolistas AFE, unas denuncias que ascienden a 1.070.000 euros y no 600.000 como desde la entidad azulina se deslizó días atrás.
Pasadas las doce de la noche, la LFP emitía el siguiente comunicado: Siendo las 00:00 horas del día 1 de agosto del 2013, la Comisión Mixta AFE-LFP, reunida en Madrid, ha constatado que el Xerez CD SAD mantiene deudas con los futbolistas de su primera plantilla, sin que hayan sido debidamente abonadas, en tiempo y forma, conforme prevé la legislación deportiva y futbolística aplicable. En consecuencia, la Comisión Mixta AFE-LFP procederá a informar a la RFEF para que, por parte de la citada entidad federativa, se adopten las medidas oportunas.
Hace poco más de un mes Ricardo García entraban en el club diciendo que tenían soluciones para salvar al Deportivo pero los acontecimientos ponen a cada uno en su sitio tarde o temprano, el Xerez se va a Tercera y, lo que es aún peor, con el futuro prácticamente hipotecado. La única salida que le queda al consejo de administración es pedir la liquidación de la sociedad, aunque con Ricardo García al frente no hay que descartar absolutamente nada.
El dirigente sevillano, que el día anterior incluso llegaba a argumentar que el Xerez tenía posibilidades de ser repescado a Segunda A, vio cómo ayer todo se caía como un castillo de naipes.
Pese a que desde el club varios de los consejeros admitían días atrás que no existiría ningún problema para conservar la categoría gracias a que la LFP iba a ingresar en AFE la ayuda al descenso, ayer se torció todo.
Por la mañana, al comprobar que los jugadores no había cobrado, saltaron todas las alarmas.
Según Chicha, el único que ayer dio la cara a primera hora de la tarde, la cantidad estaba en AFE pero había una parte retenida -380.000 euros- por un embargo que no supo precisar. El objetivo, a partir de entonces, era que los jugadores aplazaran esa cantidad argumentando que existían garantías de cobro con la ayuda del G30 de 400.000 euros a cobrar entre octubre y enero próximos.
Ricardo García y Paco Gallardo viajaron a las dos de la tarde con destino a Madrid para intentar desbloquear la situación pero, según fuentes xerecistas, se encontraron con que Javier Tebas estaba “demasiado ocupado” con el asunto del Deportivo de La Coruña.
Los acontecimientos se precipitaron por la tarde. En el descanso del partidillo contra el Xerez B, Queco -delegado del equipo- se acercó a Adri Cuevas, Toni, Poley y José Vega, los cuatro jugadores con contrato la pasada temporada. En voz baja les dijo que se ducharan y que fueran a la oficina porque había que tratar un asunto.
Los jugadores aparecieron por la oficina a las ocho y cuarto de la tarde y salían veinte minutos después con cara de pocos amigos. Ninguna quiso hacer declaraciones públicas. José Vega sí señaló que tenían que consultar con AFE.
A raíz de entonces, Chicha, Queco y Jesús Rueda se quedaban en la oficina iniciando una larga tarde-noche de llamadas a los jugadores de la pasada campaña para que aplazaran sus cantidades. Algunos accedieron pero otros, sobre todo a los que están en el extranjero, o no se les localizó o se hizo demasiado tarde. A las once de la noche las caras de los tres eran un auténtico poema. Chicha rehusaba hacer declaraciones mientras que Ricardo García y Paco Gallardo no atendían tampoco al teléfono a esa hora.
A las doce de la noche el plazo llegaba a su fin y el Xerez era incapaz de solventar las denuncias por lo que la comisión mixta de la LFP y la AFE comunicó el descenso administrativo del Deportivo.
Sólo tres aficionados fieles a los colores del Deportivo fueron testigos del adiós del club, que ha pasado en poco más de un mes de la Segunda División A a la Tercera. Lejos quedan ya los ecos del 13 de junio de 2009 cuando toda la ciudad se echó a la calle para festejar el ascenso a Primera División. Ayer, con el descenso administrativo a Tercera, el Xerez recibió la extremaunción y sólo queda esperar a que alguien pida la liquidación de una entidad que, ahora sí, parece muerta.
Lo normal sería que el grupo Energy plegase velas porque en sus pocas semanas al frente del club han demostrado que su capacidad económica era nula. La mitad del aval para la inscripción en Segunda B -200.000 euros- lo puso directamente el Sevilla y ayer quedó demostrado que no tenían capacidad de conseguir 380.000 euros que habría salvado al Xerez del descenso.
Para hoy se ha anunciado una rueda de prensa en la que se explicará la versión de Energy.
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