"Para mí España es el paraíso y el flamenco mi vida"

Fin de fiesta

Una charla con Shoji Kojima · bailaor.

"Para mí España es el paraíso y el flamenco mi vida"
"Para mí España es el paraíso y el flamenco mi vida"
Fran Pereira

01 de marzo 2016 - 01:00

Una actuación en Japón de Pilar López y a Antonio Gades cambió la vida de Shoji Kojima. Su atracción por el flamenco le hizo embarcarse en su aventura en 1966, cuando decidió abandonar su país "muy machista y feudal", asegura, para venir a España. De Yokohama a Nakhodka, en la antigua URSS, y de ahí al Transiveriano para cruzar Siberia, pasar por Europa y llegar a la estación Norte de Madrid. Ahora, 50 años después, el maestro Kojima, como muchos le llaman, sigue enamorado de un arte con el que "disfruto cada día".

-'A este chino no le canto'. Un título de espectáculo cuanto menos curioso...

-(Risas) Sí, lo eligió Paco López. Yo le conté algunas de las cosas que me pasaron al llegar a España y le pareció buena idea, aunque puede sonar un poco duro.

-¿Y de verdad llegó a escuchar eso?

-Sí, yo llegué a España en los años sesenta y entonces ver a alguien que no fuese gitano o español haciendo flamenco era muy raro. En aquella época sólo había un holandés y una chica que venía de América, y todos te veían como un bicho raro. Yo tuve la gran suerte de que Rafael Farina, después de estar un tiempo en Amor de Dios aprendiendo, me llevó en su compañía y eso me abrió el campo. Pero sí, era un mundo muy cerrado, y costaba entrar, recuerdo que siempre usaban la expresión '¿ustedes comprenden?' y cosas así. De hecho, el título que hemos puesto es un poco exagerado, pero me ocurrió, que una vez en un ensayo general hubo un cantaor que decía 'yo al chino no le canto'.

-Volviendo al espectáculo, ¿qué pretende plantear?

-Simplemente quiero disfrutar de la experiencia con gente con la que he trabajado, como Miguel Poveda y Eva Yerbabuena. Lo demás es un poco mi pensamiento. Esta vez es más filosófico, es mi filosofía interior, después de medio siglo dedicándome al flamenco. Eso es lo único que intento.

-O sea que esta vez no se meterá en el papel de nadie, como ocurrió con aquella recordada Celestina. ¿Fue su papel más duro?

-Creo que sí, porque era la primera vez que no hacía de Kojima, tuve que hacer un papel distinto, el de una abuela y había que interpretar. Era un mundo diferente, pero salió bien (risas).

-¿Qué ha significado para usted la figura de Javier Latorre?

-Es una persona importante en mi carrera. Yo en Japón hacía al año dos o tres espectáculos diferentes, y mi capacidad creativa funcionaba, esta agotado. Así que un día Chicuelo me habló de Javier y fuimos a verle. Hablamos y desde entonces hemos trabajado juntos, con éste serán cuatro espectáculos, es como el coreógrafo de la casa (risas).

-Muchos artistas hablan de Japón como si fuera el paraíso. ¿Y para usted, qué ha sido España?

-También el paraíso. Desde que llegué aquí he sido feliz, y además, mi energía se hace más fuerte. Ayer me dijo Paco López en el ensayo, que me veía con mucha fuerza, 'más que el año pasado'. Para mí esta tierra tiene algo especial.

-¿Y el baile? ¿Es como una vitamina?

-El baile para mí es todo, me da la vida. El flamenco me ha dado todo y gracias a él soy lo que soy.

-Cuando salió de su país en 1966, ¿pensaba que iba a llegar a lo que es hoy día?

-Claro que no. Para mí fue como una aventura, no podía pensar que iba a llegar a esto. He intentado vivir día a día, aprender al máximo y esforzarme para llegar a vivir la vida flamenca.

-Aquella era una época gloriosa, con muchos artistas irrepetibles que usted conoció en primera persona...

-Sí, yo tuve la suerte de coincidir con muchos de ellos, con La Paquera, que era muy especial, Terremoto, Fernanda y Bernarda de Utrera...Solía ir a todos los festivales de verano de esta zona, Morón, Utrera..., porque yo trabajaba en Los Gallos. Para mí ha sido algo especial estar en las mismas tablas que ellos, es algo que me ha marcado, y no se olvidará. Había veces en las que casi estaba temblando porque actuaba con ellos.

-Lleva aquí casi un mes con los ensayos de su espectáculo, imagino que estará al tanto de todo lo que está ocurriendo con el Festival y el teatro. ¿Qué le parece?

-Jerez es cuna del flamenco y debe ser un ejemplo, por eso espero que todo se solucione y el Festival dure muchísimos años. Sé que está habiendo problemas, pero que parece que se van a solucionar, al menos eso espero yo. Intentaré hacer todo lo posible porque así sea, aquí estoy si me necesitan.

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