La Estación de El Portal
SOS para la recuperación de un edificio centenario
Entre las fotografías que ilustran este reportaje sobre la vieja Estación de ferrocarril de El Portal hay apenas unos años de diferencia. En ellas se refleja el paso del tiempo, pero son también un triste ejemplo de lo que la incultura de unos vándalos es capaz de hacer con un edificio centenario que encierra una larga historia entre sus muros. Las imágenes hablan por sí solas de todo ello, pero también de la desidia y dejadez de sus propietarios (ADIF) y de la dejadez de las distintas administraciones que, de una u otra forma, debieron haber velado porque esto no llegara a pasar.
Hace ahora una década, los vecinos de El Portal vieron por fin cumplidos uno de sus principales anhelos: la eliminación de un peligroso paso a nivel que habían conocido "toda la vida". Por eso, cuando el 27 de julio de 2007 entró en servicio el nuevo viaducto del ferrocarril sobre el Guadalete, -que con sus 3.221 m se convertía en el de mayor longitud de la red ferroviaria española- muchas cosas se ganaron…, pero se perdía también para siempre el uso para el transporte ferroviario de la vieja Estación y Apeadero de El Portal.
De manera casi inmediata a la supresión del antiguo tramo entre el Puente del Duque y el embarcadero de la Marina, comenzó el desmantelamiento de las vías y unos meses después ya no quedaba casi nada que recordara que, por allí, durante más de 150 años, pasaba el tren, uno de los primeros trenes que circularon de España. Ese tren del que tan sólo la vieja estación guardaba viva la memoria. Ya entonces, los vecinos de El Portal con Diego Almodóvar a la cabeza, reclamaron que se diese un uso social a este antiguo edificio para evitar así su demolición y rescatar todo su valor histórico y simbólico. A las claras queda que no se han cumplido las promesas de recuperación que se plantearon durante la última década y que este centenario edificio se encuentra hoy parcialmente arruinado.
Como pensamos que no es tarde todavía para su recuperación, en nuestra visita de hoy queremos ocuparnos de esta vieja estación, de su significación y de sus valores patrimoniales, para hacer un llamamiento público al objeto de que se rescate de la ruina.
En la memoria colectiva de nuestra ciudad se guarda como uno de los logros más brillantes el haber contado con la primera concesión otorgada en España para la construcción de un "camino de hierro". La iniciativa, promovida por José Díez Imbrechts en 1829, pretendía unir Jerez con el embarcadero de El Portal y facilitar así el transporte de vinos hacia la Bahía a través del Guadalete. Aunque no llegó a materializarse, su hijo Luis Díez Fernández de la Somera, conseguirá dos décadas después hacer realidad el primer proyecto ferroviario de Andalucía al obtener en 1850 la concesión para construir y explotar una línea férrea entre Jerez y El Puerto de Santa María, que se vería ampliada un año más tarde hasta El Trocadero (1).
La obra supuso un revulsivo económico y comercial en el Jerez de mediados del siglo XIX al facilitar la salida de nuestros vinos hacia los puertos de la bahía de Cádiz, evitando así el costoso y accidentado transporte fluvial por el Guadalete. No es de extrañar por ello que este gran proyecto figure, junto al de la construcción del acueducto de Tempul para el abastecimiento de agua potable a la ciudad, como uno de los más relevantes de cuantos se acometieron en el pujante Jerez del XIX (2).
Como no podía ser de otra manera, el trazado del ferrocarril, en su camino hacia el Puerto, después de atravesar las trincheras y terraplenes de Vallesequillo se dirigía hacia el embarcadero de El Portal, que hasta esas fechas aún estaba en uso. En este lugar, la traza se construyó en la margen derecha del Guadalete, aproximándose tanto a él que "… ha sido preciso variar un trozo de 500 metros lineales de la carretera general para el paso de la línea por el sitio que ocupaba la carretera antigua" (3), terminándose la explanación hasta El Portal el 20 de septiembre de 1853. Junto a El Portal, fue preciso también construir una alcantarilla para dejar paso a las aguas del Arroyo de Morales. En la actualidad aún se conserva este puentecillo, el último superviviente de cuantos se levantaron entre 1852-1853 y que se menciona en la descripción de las obras. Hoy día canaliza los caudales de salida de la depuradora (4).
En este primer proyecto, se construyó en El Portal un pequeño apeadero en las proximidades del embarcadero, que fue ya utilizado por los jerezanos desde los inicios de la puesta en marcha de la línea. Así, el investigador de nuestra historia ferroviaria Francisco Sánchez Martínez, nos informa que ya en el verano de 1854, recién inaugurado el primer tramo del ferrocarril entre Jerez y El Puerto de Santa María, "…la empresa ferroviaria establecía un servicio especial para llevar a la gente a los precios de ida y vuelta eran de 3 reales/v en 3ª clase, y 5 reales/v en 2ª clase" (5). Sin embargo, los mejores días para este modesto apeadero estaban por venir, y lo harían de la mano de la construcción de la Azucarera Jerezana.
En los años finales del siglo XIX y los primeros del XX, El Portal vivirá una gran actividad fabril. En 1897, la Sociedad Agrícola Industrial del Guadalete obtuvo del Gobierno una concesión para regar con las aguas del río (a través del azud de La Corta) unas dos mil hectáreas, destinadas al cultivo de la remolacha que sería molturada en la fábrica azucarera construida en los años siguientes. Aunque la experiencia resultó fallida y ya en 1906 cesó su actividad, el enclave de El Portal se transformó en esos años viendo surgir naves, almacenes y dependencias junto a la Azucarera Jerezana´, así como un nuevo puente de hierro que cruzaba el Guadalete junto a La Herradura (6). El apeadero ferroviario allí existente se transformó con la construcción de una nueva Estación. Sánchez Martínez apunta que, época que coincide con el máximo apogeo de los trabajos de la Azucarera (7).
La por entonces nueva estación de El Portal cobraría protagonismo en 1917 cuando, con motivo de la gran riada del 7 de marzo, la línea férrea de Madrid a Cádiz, quedó cortada por unos días al inundarse un tramo de 6 km entre la estación y la vega baja del río. Desde este lugar se llevaron a cabo las operaciones de rescate y salvamento con lanchas de los vecinos que habían quedado aislados en los campos de los alrededores por la crecida del Guadalete (8). Las graves inundaciones afectaron seriamente a la Azucarera Jerezana y, sólo en parte a la estación de El Portal. La Correspondencia, un diario de tirada nacional, informaba al respecto que "...Han sufrido daños los edificios de la Azucarera Jerezana y Muchas chozas han sido derribadas, rivalizando las autoridades y vecinos en el salvamento del personal. En los alrededores de El Portal, alcanza la inundación varios kilómetros de extensión" (9).
Después de aquel recordado episodio y tras la vuelta a la normalidad, la estación siguió prestando servicios durante más de un siglo a los viajeros de este enclave rural, uno de los más poblados en el entorno de la ciudad, cerrando definitivamente sus puertas en julio de 2007. En septiembre de ese mismo año el Ayuntamiento de Jerez recibía un escrito de la Dirección Ejecutiva de Estaciones de Viajeros (de ADIF) en el que se comunicaba que el edificio de la Estación de El Portal no se demolería y sería conservado, como venían reclamando los vecinos.
Se contestaba así formalmente a una petición municipal cursada en agosto de ese mismo año, en el que la entonces alcaldesa, Pilar Sánchez, solicitaba al Gerente de ADIF que, ante el desmantelamiento previsto de las infraestructuras que habían quedado fuera de servicio, tras la inauguración del nuevo viaducto de El Portal, se respetase el edificio de la antigua estación. Se argumentaban para ello razones de carácter histórico por tratarse del primer tramo ferroviario de Andalucía y uno de los primeros de España. ADIF pedía para ello -mientras se acometía la remodelación que permitiera la conservación y los nuevos usos de la Estación- la adecuada protección para evitar "…el deterioro, vandalismo y la ocupación por personas ajenas del citado edificio".
Sin embargo, en los años siguientes, las promesas de recuperación se olvidaron. De nada sirvieron las continuas demandas de los vecinos y el edificio de la vieja estación comenzó a ser objeto de actos vandálicos. Al lento deterioro de sus dependencias siguió la ocupación de su entorno y el progresivo derrumbamiento de sus tejados, acelerado por un incendio que destruyó parte de la armazón de madera que los sustentaba.
Pero aún es posible revertir la situación. En los últimos meses, de la mano del proyecto de construcción de un sendero fluvial entre Jerez y El Puerto, recientemente anunciado a cargo de los fondos ITI (Inversión Territorial Integrada), se ha vuelto a reclamar por parte de Ecologistas en Acción y otros colectivos ciudadanos la recuperación de la vieja estación. Con ello se conseguiría un doble objetivo y así, de una parte, se ganaría un espacio público que podría tener uso social para los vecinos de El Portal o formar parte del equipamiento asociado al sendero. De la misma manera, se recuperaría un elemento patrimonial testigo de la antigua traza del ferrocarril por la que está previsto que discurra parte del mencionado sendero fluvial. La estación, que formó parte del conjunto de construcciones que a comienzos del siglo XX se edificaron en torno a la Azucarera Jerezana (barrio de casas para trabajadores, capilla, almacenes…) guarda como aquellos el sello de la arquitectura industrial de la época y sería un despropósito derribarla.
Deseamos y confiamos en que esta vez sí, la sensatez esté de parte de quienes desean ver renacer la antigua Estación de El Portal.
Consultar mapas, referencias bibliográficas y reportaje fotográfico en http://www.entornoajerez.com/
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