El laberinto de las adscripciones
Educación
Los cambios en los institutos de referencia para el curso 17/18 alcanzan al 32% de los colegios públicos de la ciudad. Varios centros han mostrado su desacuerdo con la decisión de Educación.
Jerez/Desde el pasado mes de noviembre, la denominación 'instituto de referencia' se ha convertido en elemento de debate de muchas comunidades escolares. La decisión de la delegación territorial de educación de modificar las adscripciones a los institutos de la ciudad ha avivado la polémica entre muchos padres y madres, que han visto cómo sus hijos no irán al instituto que inicialmente tenían prefijado.
Este es, sin duda, el epicentro de una polémica que ha llevado a las Ampas de varios colegios de la ciudad a movilizarse tratando así de que la decisión final se modifique.
Los cambios, no obstante, no afectan a la totalidad de centros educativos de la ciudad, ya que solamente han visto modificado esta asignación un 32% de todos los colegios públicos existentes en Jerez y sus pedanías.
¿Y por qué se han llevado a cabo estos cambios? Son varias las razones que argumenta la delegación territorial de educación, a través de su Servicio de Planificación y Escolarización, para poner en práctica estas modificaciones. La primera y más importante es acabar con las adscripciones a medias, es decir, que se hagan en un 100%, toda vez que hasta este curso había muchos colegios cuyos alumnos, al pasar a Secundaria, se dividían en dos destinos. Para entendernos podemos recurrir a un ejemplo de los numerosos que había. Así, los alumnos del Arana Beato se dividían en dos partes, el 50% tenían la posibilidad de elegir como instituto de referencia el IES Seritium, y el otro 50%, el Almunia.
Este hecho pasará a mejor vida a partir del próximo curso, ya que desde esa fecha los colegios sólo tendrán un instituto adscrito y al 100%.
El segundo criterio responde a la optimización de centros y equilibrio de los institutos. Es quizás uno de los aspectos más llamativos. Aquí aparece el factor de la natalidad, que en Jerez, entre 2004 y 2009, creció considerablemente. Además, esta natalidad se reparte por barrios o zonas, y en los próximos años coincidirá especialmente con la toda la zona de La Granja, donde el número de niños/as que inicien Secundaria será muy elevado.
Por esta razón, desde los colectivos de padres y madres de estas barriadas, además de la Flampa, se ha pedido en los últimos años a la Junta la construcción de un nuevo instituto que sirviese para descongestionar una situación que hoy por hoy se nos viene encima.
Esta carencia ha provocado que en los últimos años, institutos como el Fernando Quiñones o el Almunia hayan estado masificados, no en vano recibían alumnos de toda la zona de La Granja y las pedanías.
Ante tal situación, en noviembre de 2015, la delegación reunió a todos los directores de centros educativos de la ciudad para plantear la posibilidad, viendo el problema que se generaría, en años venideros. En la reunión se optó por crear una comisión de 15 directores que han sido los encargados de confeccionar este nuevo mapa educativo de adscripciones. Hasta cuatro encuentros se llevaron a cabo antes de dar el visto bueno a los cambios, que entrarán en vigor el próximo curso.
En este nuevo mapa hay tres zonas que han visto modificada mayormente su dibujo, la zona de La Granja, la de la Asunción-La Canaleja y las pedanías. Para ello, la Junta ha intentado reducir el flujo a institutos como el Fernando Quiñones, el Almunia y al Seritium, otro de los centros con mayor número de alumnos.
Así las cosas, a partir del próximo año, el Quiñones ya no acogerá a todos los alumnos que procedían de la zona rural, quedándose sólo con los jóvenes que lleguen de Las Granjas y Alcazaba.
El Almunia, idem de lo mismo, es decir, ya no se matricularán en él alumnos de la zona rural, Nueva Jarilla y Gibalbín, ni tampoco los de Las Granjas ni San José Obrero ni Elio Antonio de Nebrija (un caso curioso éste ya que el 75% de sus alumnos iban al IES La Granja y el 25% al propio Almunia). Así pues se quedará sólo con estudiantes que procedan del Arana Beato (del que antes procedían sólo el 50% y ahora lo harán el 100%), La Marquesa y el Pablo Picasso de Estella, que además al ser un Semi D comienza en 3º de la ESO.
También sufre variación el Caballero Bonald, que se queda con el Tartessos (que ya lo tenía) y el Ciudad de Jerez al cien por cien, ya que antes sus alumnos se repartían también con el Fernando Savater. Pierde al Retiro, cuyos alumnos pasan ahora al Seritium.
Precisamente los cambios en este centro son los que están generando mayor número de quejas. El instituto que antes recibía estudiantes del Arana Beato (la mitad), La Paz y el Manuel de Falla, ahora sólo lo hará del Manuel de Falla (que al tener el programa de bilingüismo, otro de los aspectos que ha barajado Educación dentro de sus criterios de adscripciones, se mantiene) y El Retiro. Es aquí donde surge la polémica, ya que el CEIP La Paz, cuyos alumnos estaban adscritos hasta ahora en el Seritium, pasan al Coloma, con lo cual de 1,4 kilómetros de distancia se pasa a 2,4 km, un hecho que ha levantado a los padres. Esta misma historia se repite con El Retiro, que de estar a un kilómetro del Caballero Bonald pasarán ahora a estar a 2,4 del Seritium (su nuevo instituto de referencia), eso sí, mientras en el primer caso, que es lo que critican los padres, el instituto se aleja de sus domicilios, en el segundo no, de ahí que las protestas hayan sido nulas.
Otro foco de cambios han sido las pedanías. La intención de la Junta es aglutinar a los centros en un mismo destino, eligiendo para ello el IES Vega del Guadalete de La Barca, un centro con apenas 14 años de antigüedad y de grandes dimensiones para poder albergar a más alumnos. Su elección responde, además de sus dimensiones, por su buen nivel académico, no en vano ha recibido numerosos reconocimientos en los últimos años.
En él confluirán a partir del próximo año, al margen de los que ya procedían de La Barca, Torrecera, Guadalete y San Isidro, estudiantes de Cuartillos, Lomopardo y La Ina, cuyos padres y madres también han criticado la decisión al entender que con esta modificación (anteriormente iban al Quiñones) los alumnos deberán hacer muchos más kilómetros. En este caso hay que tener en cuenta que el servicio de transporte que diariamente traslada a los alumnos hasta sus centros educativos realizan un recorrido más extenso de lo habitual al tener que pasar por distintas pedanías.
En este ámbito también sufrirán cambios el CEIP Nueva Jarilla y Gibalbín, que del Quiñones pasan a Guadalcacín (IES La Campiña).
El problema de las pedanías y la escolarización no es nuevo. De hecho hace varios años, concretamente en 2009, se llegó a crear una plataforma denominada 'Por una Educación de Calidad en la Campiña de Jerez' cuya idea era ampliar alguno de los denominados Semi D en un centro en el que se incluyesen también los cuatro cursos de Secundaria e incluso Formación Profesional Básica. La idea nunca se efectuó.
Pero todo cambio implica una serie de estudios numéricos, que en este caso están centrados en un mejor reparto, no hay que olvidar que los dos próximos cursos, 17/18 y 18/19, serán los que cuenten con un mayor número de alumnos. Así, la delegación territorial estima que con estas modificaciones institutos como el Fernando Savater pasen de 172 alumnos nuevos para el próximo curso a 147; que La Granja pase de 116 a 101; que el IES Almunia reduzca su alumnado de 199 a 163 o que el Quiñones baje de 209 a 156.
San José Obrero, destino provisional para 2017/18
Tras anunciar el pasado lunes Juan Luis Belizón, delegado territorial de educación, que el nuevo instituto de la zona de La Granja no estará para el próximo curso, muchos padres y madres de los dos centros inicialmente adscritos a él, el CEIP San José Obrero y el CEIP El Membrillar, se han preguntado durante los últimos días cuál será el proceder de la Junta respecto al asunto. En principio, según ha podido saber este Diario, la idea que baraja actualmente el Servicio de Planificación de la delegación territorial es que los alumnos del San José Obrero y el Membrillar den sus clases de Primero de Secundaria en el San José Obrero. La ampliación del colegio permitirá (siempre y cuando se finalice en tiempo, empezó en agosto y son 12 meses) albergar a las líneas que el año próximo comenzarán Secundaria, cuatro clases en total. Los alumnos tendrán su propio equipo educativo, ya que una vez creado el centro jurídicamente, éste contará con su propio personal, desde director a jefe de estudios. Esta situación permitirá, siempre de manera provisional hasta que finalicen las obras del nuevo centro, que los alumnos desarrollen con normalidad las clases y de paso descongestionar los institutos de la zona de estudiantes.
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