La despensa de la provincia
turismo GASTRONÓMICO
La Sierra de Cádiz bate récords de ferias monográficas sobre productos culinarios locales como el aceite, el queso, el cochino, el espárrago, la miel y hasta el caracol
Los pueblos buscan atraer visitantes y negocios
Sierra/Moda pasajera o han venido para quedarse. La Sierra se ha convertido en la despensa de la provincia en los últimos tiempos con la proliferación de ferias gastronómicas. En apenas un mes y medio, esta comarca ha celebrado citas monográficas alrededor del queso (Villaluenga del Rosario y Villamartín), el cochino (El Bosque), el espárrago (Alcalá del Valle), el aceite (Olvera), y este fin de semana, lo hará con el caracol (Bornos). A ellas hay que sumar, la Feria de la Miel (Prado del Rey), la Ruta Sabores de 1810 (Algodonales), Exposierra (Villamartín), la Ruta de Platos Cofrades (Olvera) o la Ruta de la Tapa (Arcos), entra otras.
Y es que muchos ayuntamientos se han apuntado a la tendencia de vincular un producto muy suyo, que los identifique, como el mejor atractivo para generar activos y, de paso, atraer visitas a sus pueblos. Hasta 17 propuestas agroalimentarias y citas culinarias hay, hoy en día, en el calendario serrano a lo largo del año. Una inercia hacia un turismo gastronómico como negocio emergente a los que estos pueblos quieren arrimarse para llenar de contenido sus citas festivas, y de paso, alegrar las cuentas de resultados de la hostelería local.
Olvera y Setenil de las Bodegas fueron pioneras en estas ferias monográficas hace 15 años con la apuesta de la extinta Sierraoliva. Hoy el testigo lo recoge Olvera con Olivera, que vende las excelencias del aceite de la zona y que se ha convertido en una feria interprovincial debido a la cercanía de pueblos de las provincias colindantes de Sevilla y Málaga. "Es una oportunidad de vender un producto tan nuestro, que provoca negocios de venta inmediata entre el cliente y la cooperativa y las dos almazaras que tenemos ", dice el alcalde olvereño, Francisco Párraga, quien señala, además, que este tipo de propuestas enlazan directamente con el turismo de interior. "Este año se han llenado los hoteles y los bares han triplicado sus ventas. El impacto de la feria se nota y mucho en el pueblo", argumenta y defiende el regidor local. "Fuimos los primeros en organizar este tipo de ferias. Hemos vuelto a recuperarla con vocación de futuro", apostilla.
Los hosteleros están encantados, también, con el auge de estas muestras alimentarias. "Turísticamente están funcionando bien estos eventos", defiende el presidente de la Asociación Centro de Iniciativas Turísticas de la Sierra (CIT), Antonio Fernández. Es más, el sector turístico "aplaude" que las administraciones locales se involucren en este tipo de ferias. "Todo lo que sea mover a la gente de la provincia y de los alrededores es bueno para el sector porque crea trabajo. Tenemos que empujar todos en la misma dirección", apunta. Fernández habla, además, de la repercusión hotelera que tienen varias citas profesionales y técnicas como las ferias del queso y de la miel que atraen a gremios especializados que pernoctan varios días en los alojamientos comarcales. De hecho, el CIT colabora ya en la organización de la Feria de la Miel, de Prado del Rey, para favorecer sinergias.
Y a los productores que integran las muestras ¿les salen las cuentas? El alcalde de Villamartín, Juan Luis Morales, recordaba, hace poco, que la feria multisectorial y agroalimentaria Exposierra es una de las citas que más intercambios comerciales promueve en la provincia. Las cuentas también deben de salirles a los queseros en la Feria de Villaluenga, que cerró esta novena edición con 20.000 visitas y 700.000 euros en ventas. "Es un incentivo muy bueno para los pueblos. Aunque las las empresas pequeñas como la nuestra no vivimos de las ferias", reafirma Ildefondo Tirado, propietario de Chacinas El Bosque, que ha participado por primera vez en la Feria del Cochino.
La gastronomía es uno de los reclamos estratégicos que el Patronato Provincial de Turismo y la Diputación de Cádiz están utilizando en 2017 para la captación de turistas. "Todas las iniciativas que se organicen encaminadas a atraer al público en este sentido, bienvenidas sean", reflexiona María Dolores Varo, diputada de Turismo y vicepresidenta del Patronato, que agradece "que los ayuntamientos se unan a los hosteleros y organicen estos eventos". Varo recuerda que la Organización Mundial del Turismo ha declarado 2017 como año del turismo sostenible y, por tanto, "tenemos como objetivo promover los productos de la tierra, la economía de proximidad, el apoyo a los productores locales y la slow food, en línea con un turista que busque integrarse en el destino y conocer la cultura local, que es precisamente una de las tendencias que más está creciendo en el sector turístico", dice.
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