La oportunidad fue por barrios
Crónica de la segunda del abono de la Real Maestranza
Calerito se proclamó triunfador de la tarde al desorejar a su lote
Lama de Góngora dio una buena tarde, cortando la oreja del cuarto
Ruiz Muñoz anduvo a la deriva en el quinto
Las fotos de la segunda del abono
Las fotos de la Puerta del Príncipe
Así te contamos la corrida en directo
Ficha del festejo
Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. GANADERÍA: Seis toros de Fermín Bohórquez bien presentados y abundando el defecto de no humillar. TOREROS: Lama de Góngora, de verde y oro, aviso y palmas en el primero y una oreja en el cuarto. Ruiz Muñoz, de verde y azabache, aviso y silncio en ambos. Calerito, una oreja en cada toro. CUADRILLAS: Saludaron en banderillas Juan José Domínguez y Fernando Sánchez. INCIDENCIAS: Segunda corrida de abono en tarde veraniega y con algo menos de la mitad del aforo cubierto.
Llegaba un festejo que lleva camino de hacerse tradicional, el que ha tomado el nombre de Corrida de la Oportunidad y que si hasta el pasado año contaba con seis espadas, en este ciclo se ha normalizado con una terna de jóvenes promesas que no siempre están capacitados para resolver algo. Y en este de ayer concurrían tres toreros de muy distintos estatus, pues encabezaba la terna Paco Lama de Góngora, que saboreó el dulce de traspasar la Puerta del Príncipe como becerrista en 2012 y que contó con una alternativa de lujo en plena Feria para que luego desapareciese del circuito. Alternaba con José Ruiz Muñoz, sobrino nieto de Curro Romero y que el año pasado dejó buenas sensaciones en Sevilla y en Madrid para que cerrase el cartel el prometedor Juan Pedro García Calerito.
Pero en una tarde que invitaba a sentarse en el tendido maestrante, la entrada dejó mucho que desear, pues asistieron 4.250 espectadores, lo que representa el 42% del aforo de la plaza. Poca cosa dadas las circunstancias climatológicas, la ausencia de fútbol local y el buen ambiente de la terna. Y para esa terna, un encierro de Bohórquez, puro encaste murube que hogaño suele lidiarse en corridas de rejones. Y es que se trata de un toro que no tiene en la humillación una de sus virtudes, pero la verdad es que aparte de su magnífica presentación el juego fue bueno en líneas generales, con el dato indiscutible de que el peor lote se lo llevó Ruiz Muñoz.
Abrió la tarde un toro precioso, cuajado y muy serio, con muy buenas hechuras y que embistió bien a al capote de Lama, que lo manejó perfectamente a la verónica y en el que se lucieron esos dos buenos banderilleros que son Juan José Domínguez y Fernando Sánchez. Pero entre la costalada que se dio en el quite y los dos puyazos, Amistoso llegó sin vida a la muleta. Detalles de torería y poco más con el defecto imputable al torero de lo larga que fue la faena. En el cuarto salió a revienta calderas para recibir a Bohemio a portagayola más tres largas de rodillas que caldearon el ambiente. El toro se le queda debajo y la faena destaca por detalles muy toreros, principalmente en naturales de frente, pero la oreja va a ganarla, sobre todo, por la magnífica estocada. De esta manera, Lama no desaprovechó la oportunidad.
Quien sí la aprovechó de principio a fin fue Calerito, que salió a por todas de forma muy sincera. Muy en murube el tercero, de nombre Noticia, y saliendo renqueante del caballo, Juan Pedro García dejó al toro medio crudo, se lo brindó a Antonio Espartaco, arrancó por redondos de rodillas y lució mucho al natural, pero el toro se acabó pronto y le corta una oreja con un espadazo formidable. En el quinto, más de lo mismo, muy decidido en el recibo a la verónica y en un quite por Chicuelo. Brinda a la plaza y, sin probarlo, arranca toreando en los medios con la diestra. El toro saca el defecto de sus hermanos, pero Calerito se acopla a media altura en redondos con Numerario, tan negro como el resto del encierro. Pronto se da cuenta de que el pitón bueno del toro es el izquierdo, se echa la muleta a la zurda y le enjareta unos naturales por debajo de la pala del pitón para que aquello vibrase y le diesen una oreja a pesar de la mala colocación de la espada. Sin duda alguna, Calerito bien que aprovechó la oportunidad, con que lo natural sería que lo volviésemos a ver anunciado en alguna plaza.
Está atravesando un drama familiar José Ruiz Muñoz, el sobrino nieto de Curro Romero. No sé si eso le influyó o todo fue culpa del mal lote que le tocó en desgracia, pero la verdad es que sale muy mal parado de esta oportunidad tan frustrada. Con una presencia imponente, figura con empaque y detalles muy personales, la tarde se le puso muy cuesta arriba con el sainete que dio con la espada en su primero, Nominado en la tablilla. Eso ocurrió tras haber dejado entrever cosas interesantes con el capote y en algún que otro redondo. Pero donde entregó la cuchara fue en el quinto, un toro serio y que enseña las puntas. Se llamaba Vicario y le hizo pasar un calvario a Ruiz Muñoz ya con el capote. Desarmado, se tiró al callejón y a partir de ahí, con los papeles perdidos dio una imagen de impotencia absoluta, acentuada a la hora de manejar los aceros. Por todo ello puede decirse que la oportunidad la aprovechó según quien.
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