Del cielo al infierno
Del 1-0 al Sporting en El Palmar al último gol en Liga Profesional obra del juvenil Franco Amoroso, doce temporadas en las que la afición ha vibrado, ha sufrido los ascensos de varios equipos en Chapín y ha terminado por dar la espalda al club como castigo a los dirigentes que lo han conducido a la ruina
De aquel gol de Mendoza en El Palmar al Sporting al último de Franco Amoroso frente al Barcelona B han pasado casi doce años. Doce temporadas en las que el Xerez llegó a la Segunda División como un vendaval, quedándose varias temporadas al filo del ascenso, otras cumpliendo de sobras el objetivo de la permanencia y, las menos, sufriendo. Hasta hubo tiempo para vivir el éxtasis del ascenso a Primera del que se han cumplido cuatro años hace pocos días. Antes, tocó sufrir lo suyo en Chapín viendo cómo eran otros los que subían, incluyendo el eterno enemigo. Los buenos tiempos se acabaron y el Xerez se va, con suerte, al denominado 'pozo' de la Segunda B. Han sido doce temporadas, que han dado para mucho, en lo deportivo y también en lo institucional.
El Xerez comenzó su andadura en Segunda en El Palmar. Pedro Pacheco 'echó' al club de la ciudad ("Mientras siga el gangster el Xerez no vuelve a jugar ni en el campo de tierra ese" dijo en julio de 2001") y Luis Oliver se sacó Sanlúcar y a Bernd Schuster de la chistera. Los azulinos debutaron ante el Sporting, ganando con un gol de Jesús Mendoza en una calurosa tarde de final de agosto. David Villa fue suplente. La temporada del Xerez fue espectacular y durante muchísimas jornadas se soñó con un ascenso que se perdió en Huelva. Quien ganase se iba a Primera. Calle adelantó al Xerez pero en la segunda mitad Soriano -un azote para los azulinos a partir de entonces- le dio la vuelta al partido. Los de Lucas Alcaraz lloraron de alegría y los de Schuster de tristeza. En la temporada 2002/2003 Schuster siguió en el banquillo mientras que Gil Silgado se asentó en la presidencia tras haber llegado a final de la temporada anterior. Tras más de un año en el exilio entre El Palmar, Bahía Sur y La Juventud, los azulinos volvieron a jugar en Chapín ante el Terrassa. La temporada acabó mal, sin ascenso y Schuster se marchó peleado con Gil Silgado. La temporada siguiente fue aún peor. Esteban llegó y salvó al equipo y encabezó una guerra cruenta con Silgado. El Levante celebró el ascenso a Primera en Chapín y los jugadores, tras la destitución del entrenador, protagonizaron una sentada en el partido contra el Cádiz, donde marcó Shang Yi. Al año siguiente le tocó celebrar el ascenso en Chapín al Cádiz. En la primera vuelta, Del Pino dio el triunfo al Deportivo en el debut de Quique Martín. Los aficionados recibieron a los jugadores como héroes y mantearon a Joaquín Morales. Qué ironía. Una vuelta después, los amarillos subían en Jerez. El año de Lucas Alcaraz el Xerez protagonizó una extraña transformación. Lideró la primera vuelta (2-6 en Murcia) y se desfondó en la segunda. Pepe Murcia tomó el relevo de Lucas y más de lo mismo: gran inicio de temporada y líos: dimitió el director deportivo (caso Del Bono) y Miguel Ángel Rondán cogió al equipo, ganando en Cádiz. El 'capi' se ganó la continuidad pero en la campaña 2007/08 se vio por primera vez las orejas al lobo. Miguel Ángel arrojó la toalla, llegó Casuco, que no mejoró en nada al equipo, los jugadores sufrieron un intento de agresión en diciembre en un partido contra Las Palmas y entonces apareció de nuevo la figura de Esteban. El Xerez se hizo fuerte en casa ganando sus ocho últimos partidos. Antoñito apareció en los momentos más delicados, el Cádiz cayó en Chapín en el descuento y el equipo se salvó en la última jornada. Esteban siguió y el Xerez hizo la mejor temporada de su historia, jugando partidos memorables y ascendiendo a Primera en Chapín contra el Huesca y proclamándose campeón en la última jornada. El año de Primera fue agridulce. El público no disfrutó y Joaquín Morales montó el paripé de la venta a Federico Souza. El Xerez descendió pero dejó su huella. Javi López no transmitió a la grada aunque el equipo estuvo a punto de jugar el 'play-off'. Peor fueron las cosas con Merino, destituido y sustituido por Vicente Moreno, quien salvó al equipo y se tuvo que ir por la puerta de atrás, como Emilio Viqueira. La última temporada se jugó a la carta de Esteban, salió horrible y Carlos Ríos puso los últimos clavos al ataúd de un Xerez que se va a Segunda B sin saber si algún día renacerá.
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