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Balance de 2016 y demandas para 2017

deseos del sector agroalimentario andaluz para el nuevo año

El sector reclama un ajuste de la cadena de valor y de los precios que recibe el agricultor

Arrecian las quejas por la complejidad burocrática

La calidad y vocación exportadora de la producción agroalimentaria andaluza se puso de manifiesto un año más en Fruit Attraction de Madrid. / Javier Alonso
A. Estrella Yáñez

03 de enero 2017 - 02:33

A la hora de hacer balance, de mirar atrás con la perspectiva que da todo un año de trabajo en el campo, en las explotaciones agrarias, en la comercialización, y con un ojo siempre puesto en Bruselas, la preocupación de los agricultores y ganaderos andaluces representados por las organizaciones agrarias, aquello en lo que todos coinciden es en los precios; el papel del agricultor en la cadena de valor.

Ésta es la gran denuncia si hablamos del año que acaba de terminar y la gran demanda para el que ahora comienza, aunque hay muchas más cuestiones que preocupan en el campo andaluz y así lo han puesto de manifiesto los máximos responsables de COAG Andalucía, Miguel López Sierra; Asaja Sevilla, Ricardo Serra; Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Juan Rafael Leal Rubio; y Feragua, Pedro Parias, a los que hemos pedido que hagan balance para AGR Andalucía y que nos expresen sus deseos y peticiones para este año 2017. Aquí tienen sus opiniones.

El secretario de Organización de COAG Andalucía destaca que 2016 ha sido un año con una cifra récord en cuanto al valor global de la producción y que, por primera vez en toda la década, creció el número de activos agrarios y también bajaron ligeramente los principales insumos. Pero advierte que, a pesar de todos estos datos positivos, el sector agrario español sigue perdiendo renta, concretamente, un 21% desde 2003 "y esto se debe a que los precios, de los que depende el 70% de la renta de los productores, no mejoran". Pone como ejemplo las frutas y hortalizas y los sectores ganaderos, tanto el vacuno de leche como el caprino, que sufren el descenso permanente de los precios, acumula un 30% en los dos últimos años, y la pérdida de rentabilidad de las explotaciones.

Por todo ello, el secretario general de COAG señala que para 2017 "es fundamental conseguir el equilibrio de la cadena alimentaria, para que la gran distribución no pueda abusar de su posición de dominio frente a los eslabones más débiles: productores y consumidores". En materia de desarrollo rural, López Sierra pide seguridad para que todos los mecanismos de resolución y pago funcionen en tiempo y forma. Además, dice que "hay que persistir en la línea de garantizar el relevo generacional y la mejora de las explotaciones agrarias, y que el Servicio de Asesoramiento a Explotaciones sea una herramienta eficaz".

Precisamente, el presidente de Asaja Sevilla, Ricardo Serra, destaca como uno de los logros del pasado año para el sistema agrario, la modificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que facilita la transmisión de padres a hijos y señala que "aunque no resuelve todos los problemas que teníamos, sí una importante cantidad de ellos. Nos gustaría ir más lejos pero ha sido un paso importante". A Serra le inquieta "la Ley de Agricultura de la Junta que empieza su camino, porque nos tememos que la agricultura está muy regulada y nos preocupa que traiga más cargas burocráticas y problemas adicionales para los agricultores; iremos viendo".

Para Asaja Sevilla, desde el punto de vista meteorológico en 2016 la producción ha sido variable, "pues hemos tenido desde una helada en patata, hasta trigos que se fueron por la plaga del mosquito o de la sequía. Sin embargo, en la parte positiva ha sido un año razonablemente bueno en cítricos y en maíz, también con una producción media en arroz razonablemente buena, no espectacular como la anterior". "Los precios de los cereales han estado mal -continúa-, la ganadería algo mejor, especialmente porcino y carne vacuno y el aceite está siendo razonablemente bueno. En aceituna manzanilla bien, gordal mal y el resto del olivar razonablemente bueno".

Ricardo Serra tiene claro el gran problema del sector: "Lo que más daño ha hecho, el gran problema en general, es el precio de los productos agrícolas", dice. "La necesidad de que haya un cierto equilibrio entre lo que los ciudadanos pagan por sus productos y lo que reciben los productores por producirlos, es algo que está calando ya en el resto de la sociedad", asegura. Los precios son la gran asignatura pendiente, y dice el presidente de Asaja Sevilla que, pese a haberse hecho "un gran esfuerzo por parte de la Administración con la Ley de la Cadena Alimentaria, ésta estuvo muy cercenada por el Tribunal de la Competencia, que vació de contenido mucho la Ley".

Otras dos cuestiones guarda Asaja Sevilla en su cartera de demandas o deseos para este 2017 que acaba de comenzar: la burocratización del sector y la legislación sobre plaguicidas. "La complejidad burocrática de todo -asevera Ricardo Serra- es, sin duda, un hándicap muy importante y otra cuestión que está siendo una problema realmente serio son las medidas de control de los plaguicidas". "Cada vez tenemos unas restricciones más importantes para el uso de los pesticidas en el control de las plagas y enfermedades de los distintos cultivos y son mas difíciles de aplicar, cada vez hay menos gamas y para los agricultores la situación es muy complicada", recalca Serra.

De nuevo, el de los precios es el tema más significativo cuando se pide un balance del año a Juan Rafael Leal Rubio, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. Leal Rubio considera que "aunque, a grandes rasgos, parece que la situación de los agricultores y ganaderos ha mejorado debido al incremento de la renta agraria, sin embargo, es una falsa subida, ya que también han caído los precios pagados al agricultor, y consecuentemente muchos de ellos han abandonado la actividad".

En 2016 le hubiera gustado que se frenara el abandono de la actividad por parte de agricultores y ganaderos y espera que en 2017 se impulse el relevo generacional. Al nuevo año que ahora empieza le pide: mantener las ayudas, simplificar la normativa y agilizar los trámites respecto a cualquier tema, "ya que cada vez se complica más el hecho de gestionar una ayuda".

Por su lado, el secretario general de Feragua, Pedro Parias, explica que 2016 fue un año muy caluroso y por tercer año consecutivo medio-seco, con lluvias menores a la media, donde se ha regado con normalidad en los sistemas de aguas superficiales y con dificultad en algunas zonas con aguas subterráneas. Agrega que las aportaciones de final de primavera fueron muy importantes, ahorrando agua para campañas venideras y, por el contrario, se atrasaron las siembras de cultivos de primavera, acortando el ciclo de producción y reduciendo rendimientos de algunos cultivos.

Ante este panorama, Parias advierte que para el regadío lo urgente es "conseguir un coste de la energía eléctrica que haga sostenible la explotación de riego, ya sea por medidas regulatorias que adapten las tarifas eléctricas al patrón estacional del regadío, pagando por la potencia consumida o permitiendo cambiar dos veces al año la potencia a contratar, ya sea por reducción de IVA a las Comunidades de Regantes, o por la incorporación de la generación de energía renovables en el regadío, sin barreras regulatorias o impositivas que lo hagan imposible". "Nos hubiera gustado -continúa el secretario general de Feragua- conseguir la inscripción en el Registro de Aguas de todas las Comunidades de Regantes de Andalucía, para poder acceder a las ayudas Feader. "Tanto en el Ministerio de Agricultura, como en la Consejería de Medio Ambiente -asevera- se eternizan los trámites administrativos por falta de diligencia administrativa y por la escasa voluntad política". Y recuerda que el año 2016 "pasó sin que se convocaran las ayudas a la mejora de regadío por la Consejería de Agricultura, que confiamos se convoquen pronto en 2017, ya que es fundamental para ahorrar agua y para mejorar la eficiencia de los sistemas de riego que aún no se han modernizado".

Ortiz destaca el compromiso de la Junta con el sector

La consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, hace un balance positivo de 2016, "un año que es el primero de aplicación del nuevo marco y en el que, en consecuencia, hemos sacado un nuevo marco presupuestario europeo y en el que hemos puesto en marcha un buen número de convocatorias y normas reguladoras". Este esfuerzo se ha plasmado en la publicación de un total de 52 órdenes de ayudas y siete decretos que establecen las bases y convocatorias de distintas líneas de apoyo, con las que se han puesto a disposición del sector más de 800 millones de euros. Estos incentivos dirigidos, por ejemplo, a respaldar la modernización de las explotaciones y las industrias, a la incorporación de los jóvenes al campo y a fomentar la innovación y las técnicas de producción ecológicas, "muestran el compromiso inequívoco de la Junta de Andalucía con el sector agroalimentario", dice. Afirma que se ha avanzado también de forma importante en la planificación estratégica, con la aprobación del III Plan Andaluz de la Producción Ecológica, el Decreto de Venta Directa, el anteproyecto de la Ley de Agricultura para que sea tramitado durante 2017, o los planes de la agroindustria y la dehesa, así como las Líneas de Actuación en materia de Gestión de Restos Vegetales en la Horticultura.

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