Trigo duro, exceso de 'stock'
la opinión invitada
La Andalusian Commodity Exchange se celebrará en Sevilla el 26 de abril
El mercado del trigo duro puede seguir bajando. Sólo si hay algún problema climatológico adverso en Europa, Norte de África, Canadá o Estados Unidos la tendencia cambiaría al alza.
Las históricas cosechas recogidas durante la pasada campaña en países como Italia, Canadá, Rusia y Kazajistán provocaron una irremediable bajada de precios de este cereal, depreciación que a día de hoy se sitúa en torno a los 200 euros la tonelada para una calidad de tipo 1.
La perspectiva de una abundante cosecha a nivel mundial, unida a los altos stocks existentes, la falta de actividad comercial y los bajos precios de las materias primas en general han orquestado un final de 2017 y principios de 2018 perfectos para que los precios bajen.
Por lo que respecta al mercado nacional, las previsiones indican que se sembrará este año un 13% menos de superficie de trigo duro que en la campaña precedente. Por lo que a Andalucía se refiere -primera Comunidad productora española- las estimaciones presentan una superficie cultivable de alrededor de 220.000 hectáreas, cifra que representa 30.000 hectáreas menos que el pasado año. El segundo productor nacional, la Comunidad de Aragón, sembrará 100.000 hectáreas, esto es, 20.000 hectáreas menos que en 2017.
Estos y otros parámetros nos hacen pensar que las perspectivas de cosecha a nivel nacional podrían rondar las 800.000 toneladas, teniendo ya en cuenta las cuantiosas lluvias caídas durante prácticamente todo el mes de marzo pasado. Así las cosas, Andalucía representaría el 80% de la cosecha nacional, es decir, alrededor de 650.000 toneladas.
De esta cantidad, la exportación vendría a suponer unas 300.000 toneladas, a lo que sumar el stock de la anterior campaña, cifrado en 150.000 toneladas, lo que vendría a hacer un cómputo total estimado de 450.000 toneladas destinadas al mercado exterior, que este año han tenido a Túnez y Portugal como destinos únicos. Por el momento no se puede hablar de la calidad del trigo duro, que sí podremos comprobar en plena cosecha.
Por lo que respecta al mercado internacional, y tras recorrer países como Italia, Francia, Grecia, México y Kazajistán, podemos afirmar que tanto Italia como Grecia, Francia y la propia España presentan ya unas condiciones de siembras de trigo duro correctas. El mercado galo elevará su producción hasta rozar los dos millones de toneladas. En Grecia, la producción podría alcanzar las 900.000 toneladas.
Ya al otro lado del Atlántico, México es el primero en salir al mercado. Se prevé que su producción durante esta cosecha ascienda a alrededor de 1,4 millones de toneladas, cifra que viene a representar un 30% menos que la campaña anterior. Además de esta merma en la producción, hay que tener en cuenta que el país azteca no cuenta con trigo duro almacenado de años anteriores. De este 1,4 millones de toneladas se prevén que alrededor de 800.000 se exporten a través de dos de sus puertos.
En cualquier caso, y si las estimaciones se cumplen, se tratarían de cifras de exportación más discretas que las del año pasado. Conviene reseñar aquí que las ventas de trigo duro procedente de Guaymas (México) no pueden entrar en los mercados de Europa, debido al karnal bunt, un tipo de carbón que afecta exclusivamente a unos pocos granos por espiga, motivo por el cual su entrada en Europa está vetada.
Si nos vamos más al Norte, los agricultores canadienses van a cultivar un 10% más de superficie que el año pasado, lo que se traducirá en una producción estimada de seis millones de toneladas de trigo duro, siempre y cuando las condiciones climatológicas sean favorables.
Por lo que respecta a Kazajistán, este mercado va a aumentar su superficie cultivable sobre un 20% con respecto a 2017, de ahí que la producción pueda rondar las 750.000 toneladas.
Éste y otros temas relativos al mercado de las materias primas agrícolas los debatiremos el próximo día 26 en Sevilla, en el transcurso de la X edición de la Andalusian Commodity Exchange, conocida anteriormente con la Bolsa Andaluza de Materias Primas.
Para la presente cita se contará con la presentación de seis ponencias. La primera, sobre el trigo y la cebada, correrá a cargo de J.P. Everling, CEO de Transgrain Francia. La segunda, sobre el mercado mundial del trigo duro, la ofrecerá Ryan Caffrey, senior trader de la empresa norteamericana CHS. El mercado internacional del maíz será expuesto por José Clavijo, analista senior de la agencia de comunicación Thomson Reuters.
Por su parte, el balance global de las harinas proteicas lo explicará Alejandro Llorens, trader de Louis Dreyfus de Madrid, mientras que la quinta sobre la actual situación de los aceites vegetales correrá a cargo de Kees Vrins, CEO de Allseeds de Suiza. Para finalizar, Hunter Kaestner, director de International Containers de Stone Arch Commodities de EEUU, hablará sobre la introducción a granos importados en contenedores.
En esta especial edición -10 años transcurridos ya de forma ininterrumpida- tienen confirmada su asistencia 500 profesionales, cifra récord de participación, procedentes de 23 países del mundo.
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