El arroz pide que se le reconozca como regadío
La nueva PAC
El Plan Estratégico expuesto por el MAPA para su revisión lleva a pérdidas del 80% en el pago verde. La Marisma del Guadalquivir alberga el 33% de la superficie arrocera nacional. El Gobierno presenta a las autonomías sus propuestas de ecoesquemas para la PAC
Cuando comienza a ponerse en marcha el tan reclamado Proyecto de Modernización, el sector arrocero reclama que el Plan Estratégico Nacional para la nueva PAC que el Ministerio de Agricultura presentará en Bruselas el 31 de diciembre y estará en vigor entre 2023 y 2027, le dispense el mismo trato que otros cultivos de regadío y denuncia que en estos momentos se le penaliza severamente, pues sufre pérdidas por la reducción del número de regiones en el nuevo sistema de ayuda a la renta y otra aún mayor con la desaparición del Pago Verde y su sustitución por los nuevos ecoesquemas.
Estas fueron las principales conclusiones del encuentro anual que Asaja-Sevilla y la Federación de Arroceros de Sevilla celebraron en Isla Mayor: “El Día del Arroz”, que ha cumplido su XIX edición, con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur. Asaja-Sevilla instó al Ministerio de Agricultura a remunerar esta práctica con el mismo importe que recibe el resto de cultivos de regadío, tal como se contemplaba en las anteriores versiones del Plan Estratégico nacional.
El coordinador de los Servicios Técnicos de Asaja-Sevilla denunció “el agravio que pueden sufrir los arroceros en la nueva PAC”. El arroz, un cultivo de regadío que se desarrolla bajo agua, cuenta con una práctica para su nuevo ecoesquema por un importe muy inferior al que recibirán el resto de los regadíos, según aparece “sorpresivamente” en la última versión del Plan Estratégico que el MAPA expuso para su revisión pública, lo que provoca pérdidas de casi el 80% de la ayuda verde.
También la asesora de programas e informes de la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Alimentación, María Pilar Garrido, subrayó el tratamiento que desde el Ministerio se le está dando al cultivo e indicó que “el arroz es un cultivo de regadío y, como mínimo, debe recibir el mismo importe que el resto de los cultivos de regadío”.
Agregó que el arroz de Sevilla parte ya de unos estándares de calidad muy amplios, porque se cultiva en su totalidad bajo las directrices de la producción integrada.
Garrido destacó las carencias que ha mostrado la actual ayuda agroambiental para el arroz y expuso las líneas que plantea la Consejería para la nueva ayuda, con la que se persigue reducir el tiempo de inundación y la superficie total inundada, para crear un sistema de mosaicos que favorezca la proliferación de todo tipo de aves. Afirmó que desde la Consejería se pretende que la nueva ayuda cuente con un presupuesto más alto y que se ponga en marcha ya en 2022.
La Jornada sirvió también para la presentación del grupo operativo SAMA, en el que participa la Federación de Arroceros. Manuel Lobeto, MSc Internacional en Desarrollo Rural, explicó el Servicio Andaluz de Monitorización del Arroz, un proyecto absolutamente pionero basado en imágenes de satélites, internet de las cosas e inteligencia artificial, por el que se consigue dotar al sector de una plataforma tecnológica para recopilar, gestionar y modelar los datos del cultivo y así lograr su plena digitalización y la mejora global de su sostenibilidad.
impacto económico y social del cultivo del arroz
Y el encuentro sirvió de escenario para la presentación del “Estudio del impacto económico y social del cultivo del arroz en las marismas del Guadalquivir como dinamizador de la economía andaluza”, que corrió a cargo de la catedrática de la Universidad de Sevilla, Lourdes López, coordinadora del estudio junto a los profesores Mercedes Castro y Rafael del Pozo quienes, durante dos años y con la colaboración de la Federación de Arroceros de Sevilla, han desarrollado este trabajo, que pone de manifiesto las fortalezas y la excelencia alcanzada por esta zona arrocera de referencia en Europa.
El arrozal sevillano se ubica en una particular situación geográfica y cuenta con 36.500 hectáreas de cultivo, es el más importante de España, ya que supone el 33% de la superficie arrocera del país y se sitúa en primera posición tanto en superficie como en producción, siendo particularmente reseñable el caso de la variedad índica, donde el arrozal de las Marismas del Guadalquivir aporta casi la mitad de la producción española y más del 15% de la europea.
Zona arrocera
La provincia de Sevilla presenta el 92% de la superficie andaluza dedicada al cultivo del arroz, extendiéndose entre ambas márgenes del río Guadalquivir, fundamentalmente, en los municipios de Isla Mayor, La Puebla del Río, Aznalcázar, Los Palacios y Villafranca, Dos Hermanas y Utrera. A merced de su enclave junto al Parque Natural de Doñana, es uno de los mayores humedales de Europa, convirtiéndose en un ecosistema perfecto para la avifauna de la zona.
En términos laborales, el cultivo genera más de cinco mil puestos de trabajo directos, lo que supone cien millones de euros pagados en salarios.
La industria del arroz y sus actividades vinculadas como los talleres, las empresas fitosanitarias, las comunidades de regantes, las cooperativas arroceras, la industria de transformación y comercialización del cangrejo rojo o los establecimientos de restauración vinculados a la gastronomía del arroz son generadoras de riqueza y empleo.
A estas cifras hay que añadir unas ventas de más de 680 millones de euros y una contribución de 38 millones a las arcas públicas, configurándose como un verdadero motor de crecimiento en su entorno, según los datos facilitados por Asaja Sevilla.
El sector arrocero está pendiente de una muy reclamada modernización y en ese sentido la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha celebrado ya una primera reunión de la “Comisión de Seguimiento del Proyecto de Modernización del Sector Arrocero”, en la que se constituyó la referida Comisión y se nombraron sus miembros.
Dicha Comisión quedó constituida por Nuria Jiménez Gutiérrez, directora Técnica de la CHG y Elena Marín Cámara, jefa del Servicio de Explotación de la CHG e Ingeniera encargada del Bajo Guadalquivir. Por Feragua participará en la Comisión José Manuel Cepeda Sanz. La margen derecha estará representada por Alvaro Pallarés Bono y por Manuel Muñoz Rodríguez. La margen izquierda por Juan de Porres Osborne y Pedro Rebuelta González. Y la Comunidad General de Canal del Bajo Guadalquivir por José Bellido González.
Pendiente de licitación
En la citada reunión, la directora Técnica de la CHG y la ingeniera responsable del Canal del Bajo Guadalquivir explicaron la situación actual del proyecto, destacando que la actuación de reparación y mejora del tramo de origen del Canal del Bajo está pendiente de licitación en las próximas fechas, siendo la encargada de dicha actuación la propia CHG.
En este sentido, se aclaró que, respecto al reseñado tramo de origen del Canal del Bajo, habría que distinguir la actuación de reparación con respecto al recrecido para aumentar su capacidad de transporte.
Sobre los Proyectos de mejora de transporte y distribución de caudales de riego de la zona arrocera de ambas márgenes, tras obtenerse la correspondiente clave por parte de la Dirección General del Agua para iniciar tramitación ambiental en el año 2018, está pendiente de someterse a información pública la declaración de impacto ambiental. De igual modo, se recalcó que la tramitación ambiental e información pública se va a realizar de forma conjunta con todos los proyectos del arroz.
Con esta Comisión de Seguimiento se pretende dar un gran impulso al Proyecto de Modernización del Arroz, y a tal efecto, se convocarán reuniones de forma periódica en función de los asuntos y novedades a tratar en relación a dicho Proyecto, estando pendiente de celebrar una próxima reunión antes de que finalice el año.
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