La caída de la cosecha de cereales de invierno obliga a mejorar la comercialización
El sector está inmerso en un mercado abierto y de libre competencia en la UE. Recomiendan a los productores que no vendan por separado
La comercialización del cereal es el punto clave para los productores, que ven como un segundo aforo reduce aún más la ya corta cosecha que se esperaba y que deberá ser complementada con importaciones para abastecer la demanda interna. Que el precio del cereal español ocupe un lugar adecuado en la cadena de valor es ahora el reto del sector.
El consejo sectorial de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha realizado una segunda estimación de la cosecha de cereales de 17,4 millones de toneladas, lo que supone un 27,3% menos con respecto a la pasada campaña y un 20,6% menos respecto a la media de los tres últimos años. Por cultivos, en trigo blando se alcanzarán los 4,34 millones de toneladas, en cebada 6,94 millones de toneladas, en maíz 3,56 millones de toneladas, en trigo duro 700.608 toneladas, en avena 859.445 toneladas, centeno 286.187 y triticale y otros 802.824 toneladas.
Tal y como ha destacado el presidente sectorial de herbáceos, Juan Carlos Bermejo, “se presenta una de las cosechas de cereales más cortas de los últimos años, debido a la falta de lluvia y al calor durante los meses de mayo y junio, pero con una previsión de consumo de más de 38 millones de toneladas”. Este alto consumo, más de 3 millones de toneladas al mes, supone un gran reto para el sector cerealista español, que necesitará complementar la producción nacional con importaciones, lo que requiere un cambio en la forma de comercializar, más homogéneo y día a día como realizan las cooperativas.
Bermejo señala que “debemos olvidarnos del papel psicológico de una cosecha corta, el mundo tiene suficiente cereal para abastecer nuestras necesidades, y debemos analizar correctamente la comercialización de nuestro cereal. Es necesaria una buena y organizada campaña de comercialización, que consiga dar el valor que tiene nuestro cereal en la cadena como hacen cooperativas a lo largo de toda la campaña, es la única manera en que los productores alcanzarán el precio del mercado”.
Esta tendencia de cosechas cortas responde, según Cooperativas, a que el sector del cereal se enfrenta a otro reto, el cambio climático y su impacto en los rendimientos. Entienden que la frecuencia sostenida de temperaturas, por encima de las medias históricas, en los meses más críticos para el correcto final del ciclo del cereal, hace imprescindible disponer de variedades adaptadas a sequías más prolongadas y adaptadas a las subidas de temperatura.
Cooperativas Agro-alimentarias de España considera fundamental "trabajar con la mejora genética aportando los recursos necesarios para la investigación y mejora de variedades utilizando el uso de semillas certificadas. La semilla certificada y el correcto acondicionamiento del grano para siembra aportarán recursos que servirán para obtener nuevas variedades que mitiguen los impactos del cambio climático".
Por su lado, el director de Cultivos Herbáceos de la Confederación de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Antonio Catón, advierte que el contexto internacional del mercado de los cereales es “complicado por los acuerdos entre los distintos países y porque el mercado es abierto y de libre competencia en la Unión Europea”.
XXXI Jornada de Cultivos Herbáceos de Asaja-Sevilla
Así lo explicó a los más de 200 asistentes la XXXI Jornada de Cultivos Herbáceos que Asaja-Sevilla celebró la pasada semana. Catón indicó que España producirá 23.400 millones de toneladas de cereales en la campaña 2018/2019, mientras que el consumo total es de 37.425 millones de toneladas. “Entonces, ¿qué hacemos almacenando cereal? Además, importamos 14.940 millones de toneladas, somos uno de los países del mundo que más cereales importamos”, agregó.
Respecto al maíz, cuyo precio está incrementándose por el efecto de las lluvias en Estados Unidos, informó que España necesitará 12 millones de toneladas, mientras que en el trigo, de momento, y por las buenas perspectivas sobre la cosecha 2019 en la UE, los precios no reproducen la subida de Chicago en toda su amplitud.
Además, también se ve frenado por la falta de competitividad frente a los procedentes del mar Negro, situación que hace prever una acumulación de excedentes en Europa a finales del 2019/2020.
Antonio Catón sacó “tarjeta roja” a los agricultores que venden el trigo duro sin precio y recomendó no vender por libre y estar agrupados para poder defender mejor los precios.
Cocereales
Durante su intervención en las jornadas, el director gerente de Cocereales SA, Arturo Hidalgo, ofreció la perspectiva nacional de producción y mercado y en la misma línea que el ponente anterior, recalcó que necesitamos muchísimo más cereal del que producimos. Respecto a la producción andaluza, donde la superficie de cereales ha ido disminuyendo desde el año 2012, ha informado de que Andalucía, con 2.445.203 toneladas, aportará el 11% de la producción nacional de cereales de esta campaña, unas 23.142.476 toneladas.
En concreto, aportará 504.000 toneladas de trigo duro, 449.000 toneladas de trigo blando, 481.000 toneladas de cebada, 265.000 toneladas de girasol y 184.000 toneladas de maíz.
Hidalgo destacó que la calidad es muy buena, si bien aclaró que “por ello los precios no estarán garantizados, ya que aunque la producción nacional de cereales se ha reducido un 40%, la producción de España supone sólo un 0,7% de la producción mundial de cereales”.
El modelo de Francia
Para defender un buen precio y un buen comercio, Hidalgo ha recomendado a los agricultores estar unidos y comparó la situación en Francia, donde el 70% del cereal está en manos de uniones de agricultores y cooperativas que comercializan directamente y el 30% restante en manos de agricultores y comerciantes, con lo que sucede en España, donde el 30-40% está en manos de comerciantes, el 30-40% en manos de cooperativas y el 30% en manos de agricultores.
También aconsejó a los agricultores optimizar los recursos, dimensionar, ajustar los costes para incrementar el margen, crear centrales de compras de insumos, conseguir financiación barata, no especular en mercados sin ser profesionales, no vender por debajo de los precios del puerto ni entregar sin precio, empezar a entender los mercados de futuros y las coberturas de riesgos y tener presente que competimos en un mercado global, entre otras recomendaciones de interés.
Syngenta
Tras su intervención, el responsable técnico de Syngenta, Juan Trigos, explicó el proyecto que Syngenta está llevando a cabo en varios países, y en el caso de España en Andalucía, en colaboración con la Aeacsv y Asaja-Sevilla, para mejorar la rentabilidad de las explotaciones mediterráneas de girasol, cereales y leguminosas. En el proyecto se están comparando tres sistemas de cultivo diferentes para ver cuál ofrece más rentabilidad y cómo mejora el suelo y el medio ambiente: un sistema de laboreo convencional, un sistema de laboreo convencional pero utilizando los inputs de forma integrada para mejorar la producción y un sistema que además incorpora la agricultura de conservación. Aunque el proyecto durará tres años, ya este primer año de puesta en marcha está reflejando que la parcela de no laboreo y gestión integrada tiene mayores beneficios y mejores rendimientos que las otras.
Respecto a la situación actual del cultivo del girasol, Juan Trigos indicó que “en los últimos 50 años se ha consolidado como la alternativa más fiable a la rotación del cereal””. Agregó que el girasol alto oleico, que es el 32% del girasol sembrado en Andalucía, “es una buena propuesta para mejorar la rentabilidad, pues tienen unos rendimientos”.
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