Las superficies de trigo duro y girasol siguen bajando

La superficie dedicada a trigo duro y a girasol en Andalucía sigue bajando y en maíz la producción nacional no es suficiente para atender al mercado nacional. Estas son las conclusiones que más afectan a nuestros territorio de todas las que se expusieron en la XI edición de la Andalusian Commodity Exchange, antes Bolsa Andaluza de Materias Primas, celebrada la pasada semana en Sevilla en un momento delicado para el cultivo de cereales de invierno, ya que se esperan pérdidas del 20% en Andalucía a causa de la falta de precipitaciones.

El evento, organizado un año más por la empresa sevillana Northstar Brokerage, sigue cobrando fuerza pues contó con la asistencia de 500 altos directivos, exportadores, importadores, brokers y comerciales en la compra-venta de cereales procedentes de 25 países. El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), Rafael Carmona, asistió junto a una delegación de empresarios de la comunidad portuaria de Sevilla.

Durante la jornada se desarrollaron cuatro ponencias a cargo de directivos de multinacionales de materias primas sobre la situación global de los mercados de trigo duro, aceites vegetales, cebada y proteínas vegetales.

Quedó de manifiesto que en trigo duro Andalucía es la principal productora nacional, con 170.000 hectáreas, seguida de Aragón con 60.000. Cifras que representan un descenso del 25% como consecuencia de los bajos precios que se pagan al agricultor, que esta campaña ha preferido sembrar más trigo blando y cebada. Las 170.000 hectáreas andaluzas presentan rendimientos medios de entre el 2,7-2,8 toneladas por hectárea. Según los últimos datos de la Lonja de Sevilla, el trigo duro del grupo 2 se está pagando a 209-211 euros la tonelada.

En la Andalusian Commodity Exchange se comentó que las últimas lluvias caídas en Andalucía están favoreciendo el crecimiento de este cereal, lo que ha provocado cierto alivio en los precios, si bien aún es pronto para conocer su calidad.

Tendencia en la UE

Confirmaron que la tendencia a nivel europeo sigue un patrón muy similar al español, dado que los principales productores presentan menos superficie cultivada. Grecia ha sembrado un 30% menos, Francia, entre un 12-15% e Italia, entre un 10-12% menos. A este lado del Atlántico sólo Kazajstán se ha mantenido estable. México también ha recortado su siembra entre un 5 y un 7%, mientras que Canadá y EE.UU. acaban de comenzar la suya y es difícil en estos momentos cuantificarla.

En trigo blando, los expertos estimaron que la producción en la UE rondará los 144 millones de toneladas, situándose en una horquilla media de producción. El mercado francés, por su parte, ha recuperado competitividad con respecto al inicio de la campaña y a partir de febrero ha intensificado las exportaciones.

En cuanto al cultivo del girasol comentaron que sigue bajando en Andalucía, mientras suben los de almendro y olivar intensivos y otros cultivos alternativos, que presentan rendimientos más interesantes. Si en 2014 se sembraron en la comunidad autónoma 300.000 hectáreas, en la presente campaña se reducen a 200.000, de las que 75.000 se esperan que sean alto oleico.

Aunque las siembras andaluzas se ha realizado en un contexto incierto por la sequía de febrero y marzo, el agua caída en las últimas semanas favorecerán el cultivo, por lo que prevén que la calidad y rendimiento de la cosecha sea correcta, como ya sucedió en la anterior. Actualmente el precio del girasol convencional fluctúa entre los 310 y los 330 euros por tonelada.

La cosecha de maíz nacional se estimó en unos 4 millones de toneladas, por lo que explicaron que el mercado doméstico seguirá dependiendo de las importaciones, dado que necesita entre 6 y 7 millones de toneladas para abastecerse. Advirtieron que, una campaña más, será Ucrania el principal proveedor de España, país en el que se espera una segunda cosecha récord, lo que comportaría precios estables.

En España el maíz se está pagando a 170 euros la tonelada, es decir, casi 13 euros por encima del precio de intervención de la UE, situado en los 157,3 euros por tonelada. Se prevé que su producción mundial ronde en esta campaña los 1.110 millones de toneladas y EE.UU. es el principal productor al representar un tercio del cultivo y con siembras al alza. En el Hemisferio Sur los técnicos estiman que la producción será abultada, dado que entre Brasil y Argentina, principales productores de la zona, sumarán 150 millones de toneladas. Y agregan que a ello hay que sumar los stocks de Ucrania, por lo que se espera una amplia disponibilidad de este cereal.

Sobre el abastecimiento mundial de habas de soja dijeron que aumentó en 20 millones de toneladas la pasa campaña, debido a las buenas condiciones climáticas, lo que se ha traducido en compras a precios competitivos en relación a las demás proteínas y se sitúan aproximadamente en los 320 euros por tonelada.

En piensos, en el contexto internacional señalaron a Asia por presentar un mercado a la baja y citaron como elemento desestabilizador la fiebre del cerdo africano, lo que acarrea un importante descenso en el consumo de piensos. A ello hay que añadir la guerra comercial entre EE.UU. y China que mantiene expectante al mercado de compra-venta de piensos, a la espera de que ambos países negocien y se estabilice la situación.

En las sesiones de trabajo intervino el cofundador de Northstar Brokerage, firma organizadora del evento, Philip Werle, quien señaló que las mejoras en los procesos productivos agrícolas “han supuestos aumentos significativos” en los rendimientos por hectárea, si bien esta revolución “ha dejado en el camino a miles de agricultores incapaces de mantener el ritmo”.

También la semana pasada tuvo lugar la Jornada Técnica de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que se celebró en la sede de la cooperativa Campo de Tejada, de Escacena del Campo (Huelva). Allí se puso el acento en la necesidad de integración del sector cerealista, como clave para garantizar la rentabilidad de las explotaciones andaluzas ante la globalización de los mercados, los bajos precios y la fuerte competencia internacional.

Tras analizar una campaña marcada por unas bajas precipitaciones y unas temperaturas no muy elevadas, el director del sector de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Antonio Catón Vázquez, estimó que la producción estará en la media de otros ejercicios, entre los 18 y 20 millones de toneladas, lo que situará los rendimientos nacionales por encima de la media europea.

Para Antonio Catón, las buenas previsiones y un consumo nacional de 36 millones de toneladas, impulsado por la ganadería y la industria pastera, son signos suficientes para decir que el sector “tiene oportunidades”. En su opinión, la fórmula para garantizar la rentabilidad de los productores cerealistas nacionales y la competitividad en los mercados internacionales frente a explotaciones extensivas de Europa del este “es la organización”.

Jesús Llorente Gil, jefe de Departamento de la Gerencia de Producción, Mercados e Industrias de Tragsa, expuso los datos obtenidos en materia de costes e ingresos de la última campaña a nivel nacional, de la que se concluye “la fuerte dependencia que tiene el sector de las ayudas desacopladas” para obtener un margen estrecho de beneficios.

En comparación con otras zonas productoras a nivel mundial, el tamaño de las explotaciones es uno de los motivos que condiciona los resultados, según dijo.

Por último, se expusieron los primeros resultados obtenidos por el grupo operativo Tridurand, impulsado por Agrovegetal, con el apoyo de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Pastas Gallo e Ifapa.