El veterinario en la alerta sanitaria
La Voz Invitada
El autor reprocha al Gobierno que no haya contado con estos cualificados profesionales
Nadie se lo imaginaba, pero era lógico que en algún momento podría pasar. Vivimos en contacto continuo con animales, compartimos medioambiente con ellos y solo era cuestión de tiempo.
Aunque los veterinarios trabajamos a diario asegurando que los animales estén sanos y que los alimentos de origen animal que consumimos estén en las condiciones óptimas y sean seguros, algo siempre se puede escapar de nuestras manos, sobre todo si se nos ignora o excluye. Y así ha sido. La alerta sanitaria de carácter mundial que hemos vivido y que aún, por desgracia, nos toca seguir controlando y conviviendo con ella, nos ha hecho reflexionar sobre la importancia de los profesionales sanitarios para evitar estas tragedias y asesorar para, una vez sucedido, ayudar a contenerlas y eliminarlas.
Se les ha dado valor, merecido, a los médicos, enfermeros, farmacéuticos… pero ¿y qué importancia tienen los veterinarios en toda esta alerta sanitaria? Hemos sido los grandes olvidados a pesar de que nuestra labor y presencia es fundamental al ser el Covid-19 una enfermedad de origen animal.
El Gobierno no ha contado con veterinarios en puestos técnicos clave en esta pandemia como pueden ser el asesoramiento o comités de gestión, algo tan necesario por nuestros amplios conocimientos en Microbiología, Inmunología y Zoonosis, y con amplia experiencia en PCRs, test rápidos, cuarentenas, aislamientos, control de movimientos, bioseguridad, medidas de protección…
A pesar de ello, hemos tenido que hacernos valer y no hemos dejado de trabajar y dar soporte a los ciudadanos como servicios esenciales. Durante el estado de alarma los veterinarios hemos estado trabajando en las clínicas atendiendo a los animales de compañía, en el campo asegurando que los alimentos lleguen a la mesa, y en los mataderos, industrias de alimentación, mercados, etc., asegurando la calidad y seguridad de nuestros alimentos.
Distintas zoonosis
Y es que, si no cuidamos a nuestros animales, las enfermedades que ellos puedan tener afectarán al hombre tarde o temprano. Según la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) existen muchas zoonosis de las que el ser humano es sensible como la influenza aviar y porcina, la rabia, la tuberculosis y la actual Covid-19, o la fiebre del Nilo (West Nile), de tan rabiosa actualidad estos días en Sevilla.
Estos riesgos se acentúan con la globalización y los cambios climáticos y de comportamiento humano, lo que multiplica las oportunidades para que los patógenos colonicen nuevos territorios y evolucionen bajo nuevas formas.
Pero, como apuntaba al inicio, esto era cuestión de tiempo. Y me reafirmo pues, como bien apuntó una compañera de profesión, Katy Gómez, en su reciente artículo “El próximo virus”, no aprendemos de las lecciones que nos da la vida y volvemos a caer de nuevo. Ya vivimos la epidemia de SARS en 2004 que afectó a 26 países con más de 8300 casos y, en 2020, hemos vuelto a vivir otra alerta de magnitudes más funestas. Fuimos alertados, pero no hicimos nada para remediar la pandemia actual.
Y, ¿estamos aún a tiempo o volverá a repetirse este ciclo de nuevo? Si no redefinimos y reforzamos nuestro sistema de Salud Pública y dotamos de un enfoque “One Health” que nos proteja de futuras pandemias, sí.
Y me baso en las palabras, esta vez, del presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), en una carta remitida al presidente de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados donde solicitaba la participación de los veterinarios en la red de vigilancia epidemiológica de España, así como aplicar el concepto “One Health” en la prevención de epidemias.
Estamos a tiempo
Nuestro país tiene una oportunidad ahora de enmendar daños pasados y posibles futuros y tenemos que aprovecharlo. Es imprescindible contar de forma activa con profesionales veterinarios por nuestros amplios conocimientos y nuestra experiencia, más que demostrable, en prevención y gestión de pandemias.
Y tenemos que empezar desde ya. Haciendo valer todo nuestro trabajo, creando una nueva visión de futuro y, por supuesto, no olvidando el pasado para que no se vuelva a repetir.
Siendo conscientes de que las enfermedades por coronavirus se conocen en los animales desde los años 30 del siglo pasado y que son los veterinarios los encargados de controlarlas y de hacer frente a ellas, como bien apunta también el experto en enfermedades infecciosas, compañero y amigo, Antonio Arenas.
Así surgió la campaña de concienciación que presentamos este verano, como una forma de hacer llegar a los ciudadanos esa interconexión entre personas, animales y ambiente para que realmente se trabaje en la misma dirección para avanzar como sociedad y conseguir una Salud Pública y Animal de calidad.
“One Health”
“Una sola salud protege todo nuestro futuro” es una acción comunicativa que quiere dar visibilidad y reconocimiento al concepto “One Health”. Este término surgió por primera vez en el año 2000, y que viene a recordarnos que la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten.
Controlar todos los patógenos transmisibles a humanos de origen animal es la solución más eficaz para proteger la salud las personas y la del medioambiente. Los profesionales veterinarios deben estar presente en todo momento en las estrategias mundiales de prevención y control, y aplicarse a todos los niveles: mundial, regional y local.
Los veterinarios son parte esencial del concepto “Una sola salud”, en el control de enfermedades infecciosas de origen animal, y sobre todo, en el campo y en el proceso de la granja a la mesa.
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