"Una persona con una frialdad máxima, con falta de preocupación sobre otros"
Datos sobre la operación Nemo
La Guardia Civil desvela las principales claves de los doce días de la intensa operación 'Nemo'
"Una persona con frialdad máxima, con falta de preocupación sobre otras personas, posesiva, egocéntrica y que, en ciertas circunstancias que le son negativas, puede provocarle una ansiedad muy grande. Es bastante manipuladora". La que responde a esa descripción no es otra que Ana Julia Quezada. Así la definió ayer el comandante de la Unidad Central Operativa (UCO), Jesús Reina, quien junto al teniente coronel Jefe Accidental de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, informó ayer sobre la investigación de la operación 'Nemo', desarrollada durante los doce días que duró la desaparición de Gabriel Cruz.
Hernández Mosquera y Reina señalaron que durante la investigación se percibieron ciertas "actitudes" sospechosas y un "cúmulo de incongruencias, de movimientos extraños", entre ellos la aparición de la camiseta del niño junto a la depuradora de Las Negras, punto determinante para centrar definitivamente el foco sobre ella. "Aparece en una zona buscada, la camiseta estaba seca, es ella la que propone buscarla", ha incididohan incidido refiriéndose a su vez a las continuas "mentiras" como las supuestas pérdidas de teléfonos móviles en un "espacio de tiempo muy pequeño".
"Queríamos que cometiera el último error y lo hizo la mañana del domingo cuando se vio un poco más liberada. La pena es que queríamos que nos llevase a Gabriel y nos llevó al sitio donde estaba enterrado" "Respecto a la versión que da de unos insultos, estamos convencidos de que tenemos carga de prueba suficiente para demostrar cómo ocurrieron los hechos. Hay uno importante aunque no tenga valor judicial: Ángel y Patricia han educado a ese niño en amor y respeto a la gente", dijo Reina.
"No, no, Gabriel no haría nunca este tipo de comentario ni insultos a los que se refiere, lo educaron en el amor y respeto a los demás", insistió. Sin querer defender una única hipótesis sobre por qué Ana Julia acabó con la vida del niño, Reina ha sostenido que "hay un hecho evidente, que para Ángel, Gabriel era lo más importante. "Los fines de semana los pasaba con él, a cualquier hora estaba con él y eso es lo más importante", subrayó.
También concretaron que los investigadores pensaron y barajaron como hipótesis hasta el último momento que el niño Gabriel Cruz estaba vivo, incluso hasta los instantes previos a la detención de Ana Julia. "Para los investigadores, desde el principio estuvo la hipótesis de que estuviese vivo. Eso ha condicionado mucho el manejar los tiempos y las acciones, es difícil actuar cuando vas buscando la seguridad de una persona, entraña muchas dificultades. El final no es el que esperábamos, todos esperábamos haber encontrado a Gabriel con vida", dijoHernández Mosquera.
Reina ha explicó que "más allá de la esperanza, hubo una serie de indicios" y ha afirmado que mientras hubiese una posibilidad, "por pequeña que fuese, había que pelear por ella". "Nuestra obsesión era encontrar a Gabriel con vida", incidió. En este sentido, apuntó que entre dichos indicios se encontraba la "actitud extraña" de la mujer cuando la familia se planteó elevar la recompensa que ofrecían por Gabriel, lo que les hizo pensar en un posible móvil económico. Algo que se vio reforzado por los comentarios de la mujer y la información llegada desde Burgos sobre ella. Por esto mismo no se trabajó sobre la finca de Rodalquilar en la que se encontraba enterrado Gabriel con equipos dispuestos a la búsqueda de restos mortales; se descartó porque no lo habían encontrado vivo allí.
Por otro lado, revelaron que Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del niño, nunca supieron que la autora confesa de la muerte del niño era la principal sospechosa para los investigadores hasta que fue detenida con el cadáver del menor en el maletero de su coche en Vícar. "Comunicamos que estaban investigando a todo el mundo, para que no focalizaran en nadie. Pedimos naturalidad para que ella (Ana Julia) pudiera cometer un movimiento" que llevase hasta el niño, explicó Reina.
Mientras todo esto pasaba, más de 5.000 personas, entre ellas alrededor de 3.000 voluntarios y el resto profesionales, peinaron más de 625 kilómetros cuadrados y buscaron en más de 500 puntos peculiares, como pozos y aljibes, durante doce días para intentar localizar al niño Gabriel Cruz tras su desaparición. El teniente coronel aseguró que se trata de la "mayor búsqueda coordinada" de un desaparecido, en la que han participado más de 600 guardias civiles de diferentes especialidades junto a miembros de Protección Civil, policías locales, el Infoca, el GREA y Cruz Roja.
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