"Griñán está instalado en el despropósito"

La entrevista se realiza en pleno fuego cruzado entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central, tras la decisión del Ejecutivo de Mariano Rajoy del pasado martes de limitar el tope de endeudamiento de la comunidad a un 13,2%, un techo que, según el Gobierno de José Antonio Griñán, le obligará a realizar unos ajustes "inasumibles". Una crisis institucional que pone también los focos sobre Juan Ignacio Zoido. Tras coger el timón del PP andaluz, asume como reto de trabajar "por la unidad de España y Andalucía", labor que cree clave para salir de la crisis. Mientras se prepara para responder, habla unos segundos por teléfono con Javier Arenas y le informa de su próxima intervención.

-Tras varios capítulos de lealtades y deslealtades, lo del pasado martes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, ¿fue el inicio de la guerra?

-Fue una gran irresponsabilidad. Me entrevisté con Griñán, acordamos que debíamos anteponer los intereses de Andalucía y España a los de los partidos y todo saltó por los aires en el Parlamento en 48 horas de manera inexplicable. Después, Rajoy se entrevistó con Griñán, llegaron a un compromiso de lealtad hacia España y, en 24 horas, otro espectáculo: la Junta abandonó con aspavientos el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Eso no tiene nombre. Sabían perfectamente cuáles eran los límites del déficit.

-Griñán dice que no tenía esa información, como sí la tenían los presidentes de otras comunidades gobernadas por el PP.

-A ver si va a ser la única persona que no lo conocía... Esto era algo ya público y ellos mismos habían venido mostrando sus desacuerdos en cierta medida con el tema.

-Entonces, ¿cree que es una pose?

-O el señor Griñán no tiene palabra, lo que me parece gravísimo, o es un irresponsable. Cualquiera de las dos son posturas que no puede mantener un presidente de comunidad. Él prefiere la confrontación, la crispación y señalar a Madrid como culpable de todos los recortes que tienen que hacer en Andalucía, en lugar de empezar a adelgazar de una vez por todas la Administración, en vez de eliminar y fusionar todo lo que son entes empresariales del sector público: empresas públicas, fundaciones y organismos públicos que, en su mayoría, sirven para colocar a ex consejeros. Basta con mirar a las fundaciones y ver si eso, hoy por hoy, no es un despilfarro de dinero. Y, mientras, siguen nombrando cargos de libre designación.

-¿Cree que decir que no lo sabía es una estrategia?

-Sin duda. Estamos atravesando la crisis económica y financiera más grave por la que ha pasado España, y se debe, sobre todo, al déficit oculto que hemos tenido que heredar del señor José Luis Rodríguez Zapatero. Y que otro socialista como el señor Griñán esté confrontando por el mero hecho de confrontar, en lugar de hacer los deberes... Yo le dije a Griñán hace dos semanas que el Estado somos todos: la Administración general, comunidades autónomas, municipios y diputaciones. Todos tenemos que ser conscientes de la situación que vivimos y tenemos que comprometernos con la contención del déficit y la austeridad.

-Son medidas que no gustan a nadie. A usted imagino que tampoco.

-Es verdad que son posturas difíciles de adoptar: no las llevábamos en el programa electoral, ni tampoco somos partidarios, pero no hay más remedio que adoptarlas si queremos salir cuanto antes de la crisis generando actividad económica y, por tanto, riqueza y empleo. Éstas son las políticas que tenemos que aplicar. Todo lo demás es un continuo despropósito y yo lo lamento, pero Griñán está instalado en el despropósito.

-¿Usted cree que el esfuerzo que se le está pidiendo a Andalucía es justo? ¿No es discriminatorio?

-El tratamiento del Gobierno de España hacia Andalucía es idéntico al de otras comunidades.

-El techo fijado es menor que el de Cataluña o Valencia.

-El tratamiento es idéntico, cada vez que han llamado a la puerta para pedir auxilio económico para pagar las nóminas -que no pueden abonar porque no tienen ni liquidez ni tesorería- se les ha facilitado la financiación necesaria para ello. Sabemos que la Junta ha tenido vencimientos de su deuda y que no ha podido ser colocada. Y nos tememos que vengan nuevos vencimientos y que tampoco puedan ser colocados. Se trata de ajustar donde hay que ajustar. No cerrando los quirófanos o en los salarios de los funcionarios.

-Explique cómo lo haría usted.

-Hay que eliminar gastos superfluos, reducir cargos de confianza, que hay muchísimos, menos gasto corriente y menos cargos de libre designación, no sólo menos altos cargos. Y donde tienen un margen para ahorrar mucho dinero es en todo el sector público empresarial, pues en la mayoría de los casos se está duplicando lo que es la propia estructura de la Administración.

-¿Y eso sería suficiente para ahorrar los casi 3.000 millones menos de tesorería previstos?

-Sin duda, el otro día les puse sobre la mesa unos planes de ajuste que ni siquiera han sido contestados, ni valorados. Les dijimos de dónde hay que quitar sin tener que tocar el sueldo de los funcionarios de la Junta y esperamos que lo puedan hacer. Lo que ocurre es que tienen un pacto que, más que de gobierno, es de repartirse el poder y ésas son las consecuencias, que hay que duplicar también las estructuras. IU está nombrando ahora a sus coordinadores y se vuelve a lo mismo, muchos cargos de libre designación y mucho coche oficial, en lugar de que sean los funcionarios los que estén actuando para que funcione la maquinaria administrativa y se genere actividad económica.

-¿Y no habría que tocar también a hospitales y colegios?

-Eso sería lo más fácil. Atacan con ello. ¿Por qué no lo hacen con el despilfarro que hay en otros sectores?

-Usted acordó con Griñán que colaboraría en la elaboración del presupuesto andaluz.

-Estamos viviendo una situación muy crítica, de emergencia nacional, en lo social y en lo económico, y todos tenemos que colaborar y hacer un gran esfuerzo. Todos los grupos políticos tenemos que renunciar a parte de nuestros principios, desde el punto de vista de partido, en beneficio del interés general y eso tenemos que saber hacerlo. Tenemos que ser generosos, humildes y poner en común todo aquello que beneficie a los andaluces. Es lo que yo le brindé y le dije que cuando tuviéramos que empezar a hablar de presupuesto yo le tendería la mano y todo aquello que sea bueno para Andalucía va a tener nuestro apoyo inmediato. Tenemos que dar esa imagen de unidad, porque eso nos fortalecerá y nos hará más creíbles fuera de España.

-¿Y si la rebeldía continúa? Ya se ha abierto el frente y la Junta anuncia un recurso de inconstitucionalidad contra el acuerdo del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

-Siempre lo mismo... Me acuerdo de una frase que dijo el señor [Manuel] Chaves cuando el 22 de septiembre de 2004 acababa de tomar posesión Rodríguez Zapatero. Dijo que retiraba los recursos porque no aportaban nada y eran consecuencias de motivaciones políticas. Es decir, al final, son motivaciones políticas las que hacen que se vaya a recurrir, no hay otra causa, no hay una base legal, ni un trato discriminatorio. Basta con ir a las hemerotecas.

-¿El Gobierno podría intervenir la comunidad si esto continúa?

-Yo no quiero alarmar, pero lo que tiene que tener muy claro la Junta de Andalucía es que no puede poner en entredicho la credibilidad de España. España como nación, como marca, no puede estar en tela de juicio por una postura irresponsable del Gobierno andaluz. Y el PSOE tiene que tomar nota y tiene que estar apoyando todas las medidas que contribuyan a sacar a España de la situación que tenemos, situación en la que estamos inmersos por culpa del PSOE. Si ponemos en riesgo la credibilidad de Andalucía, ponemos en riego también la de España. Griñán lo único que intenta es sacar rédito político a la crisis, en lugar de estar trabajando por y para los andaluces.

-¿Cree que será ésta la tónica de la legislatura? Desde el PP, ¿se mantiene la mano tendida?

-Todo lo que beneficie a Andalucía tendrá siempre nuestro apoyo. Vamos estar siempre tendiendo la mano en beneficio de todos los andaluces, pero no vamos a consentir que se ponga en tela de juicio la honorabilidad de Andalucía. Cada vez que veamos actitudes irresponsables las criticaremos sin titubeos, pero al mismo tiempo estaremos siempre ofreciendo soluciones.

-Sugería usted antes que las cuentas de la Junta son peores de lo que se cuenta.

-Nunca han dicho la verdad. Lo que quiero es que nos cuenten lo que hay y cómo piensan financiarse. Que le digan a todos los andaluces de qué manera piensan financiar el pago de nóminas, las facturas y los servicios públicos.

-¿Qué datos tiene usted?

-Los datos los tiene la señora [Carmen] Martínez Aguayo y el señor Griñán, que lo dominan muy bien los números, que sean ellos quienes lo cuenten, para que no me acusen también de que quiero perjudicar...

-Su partido le ha señalado como un referente nacional. Ahora tiene una responsabilidad muy alta: le mirarán con lupa dentro y fuera de su partido, ¿no cree?

-Hay que estar a la altura de las circunstancias. Cuando se atribuye el Gobierno andaluz la representación de todos los andaluces hay que decirle que de todos no: el PP fue quien ganó las elecciones y hay miles y miles de andaluces que no quieren esa política que están llevando a cabo a través de un pacto de perdedores. Deben ser sensatos. Todo aquel que se escude en sacar rédito político a corto plazo lo pagará a medio y largo plazo.

-¿Se va a dedicar a recorrer Andalucía para transmitir ese mensaje?

-Me voy a dedicar a seguir trabajando por Sevilla y por Andalucía. Cuento con un equipo magnífico en el Ayuntamiento y en el partido, empezando por José Luis Sanz que, a pesar de lo joven que es, conoce el partido como la palma de su mano.

-¿No teme usted que le reprochen en su propio partido que antepone los intereses de Sevilla?

-Si a Sevilla le va bien, le va muy bien también a Andalucía y a España. No hay que ser excesivamente localistas y lo que hay que hacer es trabajar por el bien general.

-¿Pero cree que Sevilla va a salir beneficiada de esta andadura suya en el partido?

-Sevilla tiene un gran potencial como marca, tiene muchas oportunidades de crecimiento y la estamos preparando para que sea la locomotora de Andalucía y de España. Sin olvidar a otras ciudades andaluzas cuyos alcaldes están trabajando para sacarlas de la crisis cuanto antes.

-¿Su forma de hacer política, la de la cercanía que le ha dado el éxito, es exportable a la política regional?

-No está reñida. Ni a mí como alcalde de Sevilla ni a José Luis Sanz, en Tomares, nos ha ido mal. Ya lo dije, pero no hay que caer en la demagogia de decir que el despacho lo tenemos en la calle; en la calle hay que escuchar los problemas y, luego, darles solución en los despachos.

-Usted ha ofrecido en su etapa como alcalde un compromiso por encima de las ideologías y consiguió de hecho muchos votos prestados de sevillanos de otros colores. Pero es difícil en el Parlamento...

-No.

-¿Defender una opción por encima de las ideologías?

-Hoy por hoy, todo aquel que quiera quedar encasillado en una postura ideológica se está equivocando. Si en estos momentos tan críticos no somos capaces de renunciar a intereses particulares o de partido en beneficio de los demás..., creo que nos estamos equivocando.

-¿El Gobierno de la Junta de Andalucía se está equivocando?

-Por supuesto. La gente en la calle no quiere confrontación, lo que quiere es encontrar un trabajo y que se resuelvan sus problemas.

-El PSOE andaluz ha iniciado una campaña contra los recortes de Rajoy. ¿Hará la suya el PP?

-No tenemos más campaña que explicarle a la sociedad qué es lo que se está haciendo y por qué se está haciendo. Esto es, por la herencia recibida. No nos vamos a quedar callados mientras el PSOE, que no paga a los proveedores, gasta el dinero y el tiempo en unos folletos.

-¿Cómo articularán esta campaña?

-Respondiendo a través de las páginas web, las redes sociales, en actos públicos...

-Pruebe. Explíquele en pocas palabras a los andaluces por qué los recortes son necesarios.

-Si se ha venido gastando mucho más de lo que se ingresa, al final se genera una deuda. Si cada vez nos piden más dinero para pagar esa deuda y no somos ni siquiera capaces de pagar los intereses, no podremos renovarla. Por tanto, seamos capaces de obtener dinero a un interés bajo con el que renovar la deuda y, con austeridad, dediquemos una parte del dinero conseguido a prestar servicios y otra parte para devolver la deuda.

-¿Cree que los ciudadanos lo entenderán?

-Yo les pido que lo comprendan. Con los ajustes en 2013 empezaremos a ver todo esto con otro prisma y se verá ya alguna luz al final del túnel.