Hallan muerta a la niña secuestrada en una balsa de riego de Almería
La Guardia Civil detiene a Jonathan Moya, que revela en el interrogatorio el asesinato de la niña de 16 meses y el lugar donde se encontraba el cadáver. Hay otro detenido.
El Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) localizó anoche el cadáver del bebé de 16 meses secuestrado por un vecino Abrucena,en la provincia de Almería. El cuerpo sin vida de la pequeña estaba en el fondo de una balsa de riego del municipio de Abrucena. Un amplio despliegue de agentes se concentraba a última hora de este jueves en la zona donde presuntamente Jonathan Moya cometió el crimen. Una comisión judicial se desplazó hasta el lugar del hallazgo para autorizar el levantamiento del cuerpo, que fue introducido en un furgón y trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de Almería, donde este viernes se le realizará la autopsia. Será el examen de los forenses el que determinará en qué circunstancias falleció la criatura, así como los días que llevaba muerta. Mientras la comisión judicial trabajaba en el levantamiento del cadáver, el principal acusado del delito, junto a un amigo, ambos detenidos, permanecían en la Comandancia de la Guardia Civil de la capital prestando declaración ante la Policía Judicial. Aunque no han trascendido datos oficiales, debido al secreto sumarial, este periódico ha podido saber que fue el propio secuestrador quien confesó a los agentes el cruel desenlace. Indicó que la pequeña estaba muerta, y que la había arrojado a una balsa de riego. No sin antes comunicar que había tenido ayuda de un amigo en su peripecia, el mismo que también declaraba en las dependencias de la Benemérita cuando se produjo el fatídico hallazgo.
Oculto en la finca Torre de Marfil de su familia en el Camino Real de Abrucena, escenario donde numerosos vecinos habían afirmado verlo días antes de que se produjera el secuestro y donde tanto vecinos, como curiosos o periodistas han paseado durante estos días en busca de alguna señal. Allí permanecía encerrado, aunque pudo cambiar de ubicación, Jonathan Moya González, a escasos metros de donde fue encontrado el automóvil con el que raptó al bebé, junto a una ermita destrozada por el tiempo como parte de un gran cortijo en las mismas condiciones. Un pañal y varias pistas hicieron a más de un centenar de agentes de la Guardia Civil reactivar la búsqueda en el Camino Real, que tuvo como epicentro la ermita. Desde allí desplegaron un nuevo dispositivo, volviendo a rastrear cortijos e incluso pozos, se peinaron cortijadas abandonadas, apriscos de ganado, refugios para los cazadores y zonas escarpadas de las estribaciones de Sierra Nevada, así como propiedades de sus allegados en la comarca. Todo lo que estaba en sus manos para localizar al secuestrador y a la secuestrada. Gracias a la intensa búsqueda, el delincuente fue localizado sobre las 16:20. Dos horas después se producía el arresto del presunto encubridor y ayudante. Y sobre las 22:00, los agentes encontraron al bebé, ya sin opciones a hacer nada para salvar su vida.
Encontrar a la pequeña ha sido durante toda la investigación el reto de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, que se han esforzado y presionado al máximo al secuestrador y a su ayudante para que confesaran la verdad. Ahora tratan de determinar el móvil del crimen y si ya lo tenía premeditado, como se sospecha. El joven Jonathan Moya, con antecedentes por delitos contra el patrimonio, fue inmediatamente interrogado tras la detención por los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Almería al cargo de la investigación, cuyas diligencias fueron decretadas secretas por el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería.
La Guardia Civil, antes de esclarecer el espeluznante sucesos, había barajado la posibilidad de que el detenido hubiera entregado el bebé a una tercera persona. Incluso ni siquiera llegaron a descartar que la niña se encontrara en buenas condiciones o que se la hubiera vendido a otra familia.
Tras su detención, el joven que ha tenido en vilo a toda una comarca, fue trasladado a la Comandancia de Almería. A solo unos kilómetros de distancia del Camino Real abrucenero, más de un millar de fiñaneros y vecinos de otras localidades se amontonaban tras la noticia del arresto y del hallazgo del cadáver de la pequeña. Estaban en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil a la espera de tener más noticias y de ver al secuestrador.
En esta misma localidad, los agentes estuvieron realizando varias intervenciones en la noche del pasado miércoles. Acudieron a la casa de sus ex suegros para seguir realizando indagaciones. Y es que, fuentes cercanas a la investigación informaron a este diario de que el día de Nochebuena Jonathan realizó una llamada a esta vivienda por lo que los agentes pincharon el teléfono para poder localizar el lugar de la llamada si volvía a realizar otra.
Los vecinos del municipio se han mostrado durante estos intensos días de investigaciones "muy activos" y colaboradores con el centenar de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que han participado "día y noche" en el operativo. Según explicó el alcalde, Rafael Montes, aportaron datos que "por mínimos o inverosímiles que parecieran, se han investigado". "Los agentes han realizado todo lo que está a su alcance para encontrar a la niña. Él es capaz de venderle un peine a un calvo y está muy bien preparado", afirmaba el primer edil.
La Benemérita estuvo hasta altas horas de la noche revisando palmo a palmo la vivienda donde Jonathan fue detenido y sus alrededores. Fue justo cuando confesó el crimen, cuando un equipo del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) salió de la Comandancia dirección Abrucena para corroborar que lo que decía el delincuente era cierto. Eran las 20:00 aproximadamente cuando el secuestrador confesó.
Su abuela materna, María Hernández, explicaba cuál fue el último encuentro con su nieto: "Comimos juntos y cuando se fue nos dijo que no lo íbamos a ver más porque se iba a trabajar a otro lugar. Se puso un pasamontañas y se fue". Para María, su nieto no ha actuado bien en los últimos años: "Su madre ni quería verlo por todo lo que hacía, en todas las familias hay una oveja negra y esta es la nuestra. Para mí, yo creo que está mejor en la cárcel que fuera. Irse con una cría tan joven no tiene justificación ninguna, no hay defensa", aseguraba la mujer.
Los vecinos siguen sin dar crédito a lo sucedido: "Lo conozco y la verdad es que el que haya hecho una cosa así me sorprende a pesar de que la gente comentaba cosas extrañas sobre sus actividades. Yo conozco bien a la familia y es estupenda, trabajadora y con una relación muy buena con todos los vecinos de Abrucena, pero lo que haya hecho él, poco tiene que ver con lo bien que están mirados el resto de sus familiares", explicaba José Portero, vecino de la localidad de Abrucena, que charlaba junto a varios amigos en la plaza del pueblo.
Juan Ocaña se encontraba junto a él: "Solo puedo decir que su familia es maravillosa, muy buena gente, formal y que se llevan bien con todo el pueblo. Él ha estado en muchos sitios, nunca ha vivido en Abrucena de forma continua, por eso se me hace difícil contar cosas sobre él".
La madre de la bebé, natural del municipio onubense de La Palma del Condado, se enteraba de la tragedia a los pocos minutos de que los agentes de la Guardia Civil extrajeran el cuerpo sin vida de la pequeña de la balsa de riego. Estaba en la Comandancia, a donde fue trasladada en un vehículo policial. Después de ocho días, desde que puso la denuncia por el secuestro, la progenitora de la pequeña recibía la triste noticia. El final más terrorífico que nunca pudo imaginar.
La mujer acudió a las 20:00 del pasado día 20 a pedir ayuda en una venta del municipio fiñanero. Según han indicado fuentes del caso, relató a los agentes que su pareja sentimental, a la que identificó como Juan M.G., se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras mantener una "fuerte" discusión. Tras la interposición de la denuncia, se activó de inmediato el operativo de búsqueda en el que se ha trabajado de manera "ininterrumpida", y en el que han participado "todas las unidades disponibles en la zona", entre ellas la Unidad de Seguridad Ciudadana, la Unidad de Helicópteros y los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil. Además, efectivos de la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (Sereim) de la Benemérita, con sede en la provincia de Granada, se incorporaron a las labores de rastreo, por aire y tierra.
Abuela y madre siguieron desde Almería el rastreo de la pequeña
El subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, se pronunció ayer sobre la búsqueda de la bebé de 16 meses asegurando que la madre y la abuela de la menor se encontraban en una casa de acogida de la provincia almeriense. La Junta de Andalucía negó que fuera una casa de su propiedad, por lo que todo apunta a que el propio Ayuntamiento les dio cobijo durante estos días. Han estado informadas en todo momento. El subdelegado aseguró que la Guardia Civil de Huelva ha estado durante todo el tiempo por si hubiera sido necesario ampliar la investigación en la provincia onubense, concretamente en el municipio de La Palma del Condado,
localidad natal de la madre de la niña. El Juzgado de Menores de Almería decretó el secreto de sumario para las actuaciones desde el primer momento. Por su parte, la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, manifestó ayer su confianza en el esclarecimiento del caso por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, al tiempo que anunció que la búsqueda se había ampliado a la provincia de Granada. Estas declaraciones las hizo horas antes de la detención de Jonathan Moya y del hallazgo del cadáver del bebé. La almeriense Carmen Crespo lanzó un mensaje a la familia de la niña y a la comarca de Nacimiento y pidió confianza en los agentes. Lo hizo convencida de que el caso se resolvería pronto. Y así fue. El alcalde de Fiñana, Rafael Montes, anunció ayer, tras conocer la noticia, la convocatoria de un Pleno del Ayuntamiento extraordinario y urgente para determinar qué medidas tomar como repulsa por este trágico suceso. Será hoy cuando la corporación municipal se reúna en la Casa Consistorial. Montes expresó su pesar por la trágica noticia porque al final "ha ocurrido lo que nadie deseaba", tal y como indicó a última hora de la noche.
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