Juan Marín da por roto el pacto con Susana Díaz por los "incumplimientos" del PSOE
Gobierno Andaluz
El líder andaluz de Ciudadanos elevará un informe a la dirección nacional del partido, que será quien decida qué pasos seguir
La aprobación del Presupuesto de 2019 se pone cuesta arriba
A falta de una confirmación que debe venir de Madrid, Juan Marín da por finiquitado el pacto que ha sostenido al Gobierno socialista de la Junta durante toda la legislatura. El líder andaluz de Ciudadanos considera que los “incumplimientos” del PSOE liberan a su partido de cumplir sus compromisos, pero no queda claro cuál será el siguiente paso.
“La palabra del PSOE no tiene ningún valor”, dijo Marín en la sala de prensa del Parlamento después de explicar que la falta de impulso del Ejecutivo a las medidas de regeneración democrática incluidas en el pacto “desvinculan” a su partido del acuerdo que llevó a Susana Díaz a San Telmo en junio de 2015.
La decisión concreta que tomará la formación naranja no se conocerá hasta el fin de semana, cuando se reúne la Ejecutiva Nacional de Ciudadanos en Málaga. Marín elevará al órgano de dirección de la formación naranja un informe sobre esos “incumplimientos” del PSOE y de allí saldrá una propuesta que el líder andaluz no quiso revelar.
Marín descartó la posibilidad de registrar una moción de censura, pero la aritmética parlamentaria dará un vuelco en lo que resta de curso político. Al menos hasta que Susana Díaz decida disolver la Cámara y convocar elecciones.
Las consencuencias de la ruptura
Hoy mismo se reúne la Mesa que dirige el legislativo andaluz, controlada por PSOE y C’s en los tres últimos años con mano de hierro, una situación que puede cambiar tras la enésima muestra de la nueva relación que dejan ver los actuales socios habituales.
La consecuencia más relevante de esta situación será, presumiblemente la imposibilidad del Ejecutivo para aprobar los Presupuestos de la Junta para 2019, toda vez que C’s dejará de ser su aliado preferente y en el PSOE admiten que no están por la labor de pactar con los grupos de izquierda.
El PP queda descartado, aunque el lunes Dolores López, secretaria general de los populares, lanzó un guante al Gobierno asociado a una bajada de impuestos que los socialistas no asumirán. El propio Marín recordó durante su comparecencia que hay unas cuentas vigentes, que podrían prorrogarse el próximo ejercicio en caso de bloqueo.
Esta es la situación después de la reunión de seguimiento del pacto de investidura, que suele celebrarse antes del comienzo de cada curso político. En el encuentro, celebrado en el Parlamento ayer al mediodía, Manuel Jiménez Barrios, Juan Cornejo y Mario Jiménez trasladaron al equipo dirigido por Marín que no pondrán en marcha la supresión de los aforamientos. “Nos han dicho que no están dispuestos a cumplir el pacto”, reveló el dirigente regional de Ciudadanos.
Cornejo, secretario de Organización socialista, se mostró sorprendido por la reacción de Marín a su reunión y aludió a un “interés partidista” y a una estrategia impulsada por Albert Rivera. Aseguró incluso que el dirigente regional de Ciudadanos ha valorado el “alto grado de cumplimiento” del acuerdo.
La excusa de los socialistas para rechazar las peticiones de Ciudadanos, según el relato del líder naranja, es que no queda tiempo, pero Marín cree que “no hay voluntad ninguna”, pese a que en la primavera de 2016 los socialistas apoyaron una moción para impulsar la eliminación de este derecho de los parlamentarios andaluces y los miembros del Consejo de Gobierno. “¿Cuál es el temor del PSOE para mantener el aforamiento de sus diputados?”, se cuestionó Marín.
El dirigente andaluz de Ciudadanos también se refirió a otras medidas incluidas en el pacto que el Ejecutivo no pretende impulsar, como la reforma de la Ley Electoral andaluza. El grupo de trabajo creado en la Parlamento para abordar esta remodelación ya tiene su dictamen preparado para elevarlo al Pleno, pero la falta de acuerdo entre los grupos ha hecho imposible cualquier cambio.
“Parece que el PSOE le tiene miedo a las urnas”, abundó Marín antes de referirse también a la reforma de la Cámara de Cuentas, a la exigencia de que los altos cargos de la Junta sean funcionarios de carrera y a la limitación de los mandatos de los presidentes andaluces y sus consejeros.
En la lista de Marín también está la puesta en marcha de la oficina de lucha contra el fraude y la corrupción, que está en trámite pero lleva meses de retraso tras la marcha de María Jesús Montero al Ministerio de Hacienda. Lo mismo ocurre con la reducción de organismos y empresas públicas, según el informe que Marín enviará a su jefe, Albert Rivera, para hacer efectiva la ruptura con el pacto con el beneplácito de la dirección naranja.
Casi sin querer, el líder regional de Ciudadanos cumplió ayer con el requerimiento del portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco. Sólo unas horas antes había retado a Marín a que explicase la razón por la cual “pone en peligro” la estabilidad del Ejecutivo por su “repentina ansiedad”. “¿De verdad el tema de los aforamientos es de tal calibre y envergadura como para romper el acuerdo de investidura”, se preguntó el portavoz de la Junta.
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