Juanma Moreno refuerza su perfil moderado y ensalza el cambio en el Día de Andalucía
El presidente de la Junta se muestra optimista pese a la amenaza de la invasión rusa de Ucrania en un discurso que reivindica el “espíritu integrador” del andalucismo “moderado y moderno”
Juanma Moreno está convencido de que se ha producido un cambio de paradigma en Andalucía en los últimos tres años. El presidente de la Junta considera que “los que antes miraban al sur desde una visión elevada y cierto desdén” ya han dejado de hacerlo para observar a la comunidad con “admiración y cierta sorpresa” porque Andalucía encabeza el “crecimiento económico, el empleo y las empresas”. Sin mencionarlo, lo que Juanma Moreno hizo ayer en su discurso por el Día de Andalucía fue ensalzar el trabajo de su Ejecutivo, del autodenominado Gobierno del cambio, que cumplió tres años el pasado mes de enero.
En el acto institucional que celebró ayer en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, Moreno aseguró que “a los andaluces se nos escucha cada día más y más fuerte” y se mostró convencido de que Andalucía “quiere caminar por donde camina el futuro” a pesar de los “retos y dificultades” que se presentan después de “años muy difíciles”. Moreno refería así a la pandemia de Covid-19, que en 2021 impidió la celebración del acto en el teatro hispalense y el resto de las tradiciones propias de la primavera andaluza, como la Semana Santa o las ferias. “Hace un año soñábamos con volver a disfrutar y a celebrar la vida en andaluz, con alegría, con cercanía y con pasión”, sentenció el presidente.
Un año después, Moreno destacó que “el futuro se va abriendo paso” gracias a las vacunas y a pesar del reciente golpe de la sexta ola que arreció especialmente sobre la Atención Primaria hasta colapsarla. “Estamos actuando con determinación para lograr que los ciudadanos tengan los mejores servicios”, defendió el jefe del Ejecutivo andaluz en una suerte de respuesta al descontento generado por los problemas que provocó la última ola de Covid en los centros de salud.
Moreno también hizo un guiño en su discurso a otra de las polémicas recientes que ha tenido que capear desde San Telmo, la polémica proposición de ley sobre los regadíos del entorno de Doñana. Ante la presencia de Miguel Delibes de Castro, presidente del Consejo de Participación que vela por la conservación del parque natural, el político malagueño garantizó que sobre la conservación de Doñana “no cabe duda ni vacilación”. La elección del biólogo y la Federación Andaluza de Caza como las dos medallas de Andalucía en la categoría de medio ambiente no ha sido casual, sino que son un esfuerzo por buscar el equilibrio entre la imagen de moderación y modernidad que Moreno quiere proyectar y los guiños a sectores mas conservadores que están siendo seducidos por Vox. En cualquier caso, Moreno aprovechó su discurso para reiterar su compromiso en la lucha contra el cambio climático, esa “revolución verde” que abandera en sus discursos casi desde el inicio de la legislatura.
Otra muestra de ese equilibrio fue la apuesta del presidente de la Junta por rehuir del conflicto con el Gobierno central. Moreno no utilizó argumentos habituales en otros discursos por el 28 de febrero, como la reclamación de la reforma de la financiación autonómica para acabar con la falta de recursos que tiene Andalucía. Tampoco reclamó un mejor reparto de los fondos europeos de recuperación, como viene haciendo en las últimas semanas –con visita a Bruselas incluida– pero sí reconoció que aspira “a que el Gobierno de España utilice todos los instrumentos que tiene a su alcance para bajar el coste de la vida y evitar el empobrecimiento de la sociedad andaluza”. Esta frase, justo después de ensalzar las “reformas” llevadas a cabo por su Ejecutivo autonómico que “permiten que los andaluces tengan más dinero en el bolsillo” y atraigan inversiones, sirven como contraste de dos formas de gobernar en una comparación de la que Moreno espera salir ganador, aunque sin abandonar el tono conciliador.
Esos valores, según explicó el presidente, se encuadran dentro de su defensa del “espíritu integrador” asociado a las reclamaciones autonomistas que culminaron en el 28 de febrero con el referéndum que ayer se conmemoraba. “Es un espíritu en el que cabe la libertad, la diversidad y la discrepancia”, dijo el presidente de la Junta antes de reivindicar el “andalucismo moderno” que viene defendiendo desde su llegada a San Telmo en un esfuerzo por de diferenciarse de los gobiernos socialistas que lo han precedido.
Moreno comenzó su discurso condenando la “agresión” de Rusia a Ucrania y ofreció el apoyo de Andalucía a los “exiliados”. “En horas de espanto, cuando hace falta humanidad sobre el horror y un dialogo mas poderoso que violencia, hacemos nuestras las lágrimas de cada anciano yel sufrimiento de cada niño y mujer”, sentenció Moreno en un discurso que fue hilando con la campaña institucional de la Junta y en un momento le sirvió al presidente para reivindicar el feminismo. A pesar de que en sus tres años como jefe del Ejecutivo andaluz no ha nombrado a ninguna hija predilecta, Moreno fue muy vehemente al afirmar que “las mujeres andaluzas son imprescindibles” y reclamar más esfuerzo para acabar con problemas como los techos de cristal, la brehca salarial o la violencia machista.
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