Juanma Moreno alerta de una tercera ola después de Navidad
El presidente llama a la prudencia y advierte que la relajación de las medidas en Navidad puede reactivar al virus
El Gobierno andaluz quiere que la Navidad sea “la mejor de las posibles”, pero advierte ya a la ciudadanía que la relajación de las restricciones en las fiestas podrían provocar una tercera ola. “En nuestras manos está poder impedirlo”, advirtió ayer Juanma Moreno en una comparecencia desde Granada. Tras participar en la reunión territorial del comité de expertos, el presidente de la Junta anunció que en esta provincia podrá abrir desde mañana la actividad no esencial hasta las 18:00 tras reducirse la incidencia acumulada en un 65% desde el pico alcanzado a finales de octubre o principios de noviembre.
“Este año la Navidad será distinta”, reiteró el jefe del Ejecutivo antes de reconocer que pretende relajar las restricciones en la segunda quincena de diciembre. El objetivo es permitir que “en fechas tan afectivas” se permita una cierta movilidad y, por lo tanto, una mayor actividad económica. Moreno admitió que el Gobierno andaluz todavía no tiene claro qué decisiones pondrá en marcha una vez finalicen las medidas vigentes hasta después del puente de la Inmaculada, el 10 de diciembre.
“Eso está pendiente de cada uno de los días, no hay nada cerrado”, insistió el presidente de la Junta, en referencia al análisis que los expertos del comité regional hacen de la evolución de la pandemia. Moreno no dio más detalles y lo deja todo para el 10 de diciembre y la situación epidemiológica que haya entonces. Mientras tanto, el jefe del Ejecutivo se centra en reclamar un “comportamiento ejemplar” en los próximos días, pero también en durante la Navidad.
Según Moreno, los expertos alertan que “a poco que nos relajemos” la incidencia volvería a subir de manera “notable”. “Eso sería terrible para la economía y la pérdida de vidas humanas”, recordó el presidente de la Junta, que aseguró que la Consejería de Salud seguirá haciendo cribados en toda Andalucía y “especialmente en Granada”.
“Queremos seguir testando, revisando y chequeando”, dijo Moreno, quien ha descartado que la provincia nazarí vaya a seguir una evolución más lenta en la relajación de medidas por haber sido el único territorio sin actividad no esencial durante tres semanas. Desde hoy mismo, la hostelería y el comercio podrá abrir hasta las 18:00, aunque con excepciones para librerías y tiendas de juguetes (20:00) y el funcionamiento de los bares hasta las 21:30 para servir comida para llevar.
Granada ya puede abrir su actividad no esencial
Por ese motivo, con cierta alegría contenida, el presidente de la Junta agradeció a los granadinos el logro de bajar la curva de incidencia del coronavirus gracias a su esfuerzo, pero también el del Ayuntamiento de Granada y la Policía Local por hacer cumplir las normas. “Han mostrado orgullo y fortaleza y han estado a la altura de las circunstancias”, dijo Moreno, que justificó la flexibilización de las restricciones en la provincia de Granada con varios parámetros. El principal es que el sistema sanitario “no se ha colapsado”. “Cuando decretamos el cierre el ritmo multiplicaba las cifras de contagios” y “nuestro objetivo era dejar de perder vidas humanas”, justificó Moreno la decisión “dolorosa” del pasado 9 de noviembre.
“No tenemos vacuna, no tenemos tratamiento, sólo tenemos la herramienta de abrir o cerrar el grifo de la movilidad: cuanto más la restrinjamos, menos incidencia y menos fallecidos hay. Hemos buscado equilibrio entre economía y salud salvo en Granada”, explicó Moreno, quien añadió que para la provincia los datos “no dejaban otra alternativa”. “Granada ha llegado a ser la provincia española con mayor tasa de contagios por cada 100.000 habitantes en la segunda ola”, recordó Moreno.
El 3 de noviembre, antes del cierre, la tasa de incidencia acumulada en la provincia era de 1.280 casos por cada 100.000 en 14 días y que tras los datos de hoy esa cantidad ha bajado hasta los 444 casos, un 65% menos en tres semanas. Cuando se decretó el cierre, el día 9, el número de personas ingresadas en Granada era de 888 y hoy es de 488. “La situación era tremenda y por eso actuamos de forma contundente para proteger la salud de los ciudadanos de Granada”, dijo Moreno, aunque admitió que las autoridades consideran “riesgo extremo” una tasa de 150.
El presidente defendió la validez de las medidas tomadas en la provincia exponiendo estos datos y también la actuación de su administración, ya que cree que el cierre de Granada “se tomó en el momento adecuado”. “Estamos en evaluación y cuando se cruzan variables surgen las decisiones. Si la hubiéramos tomado antes, los ciudadanos no la hubieran entendido. Se tomaron cuando los umbrales se superaron”, sentenció.
El jefe del Ejecutivo no se quiso pronunciar ayer sobre la fecha en la que se abrirá la movilidad interprovincial y entre municipios, com pretende el Gobierno andaluz en fechas previas a la Navidad. Sí reconoció Moreno que es posible que la apertura no se haga en toda la comunidad, ya que en los distritos sanitarios donde la incidencia del virus se mantenga demasiado alta esta prohibición podría seguir vigente.
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