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El Marco llora a un caballero del jerez

Adiós a uno de los grandes bodegueros

Fallece a los 78 años de una neumonía el bodeguero Luis Caballero, el rey del ponche. Arriesgó con la expansión del Grupo en plena crisis del sector

El Marco llora a un caballero del jerez
Ángel Espejo

18 de marzo 2013 - 14:28

El pasado mes de diciembre, con motivo de la asamblea de la patronal bodeguera Fedejerez celebrada en las bodegas Lustau, Luis Caballero tuvo una de sus últimas apariciones en público, en este caso como anfitrión del tradicional ágape ofrecido por los bodegueros en vísperas de la Navidad. Afable como siempre, Caballero y el ex presidente de Fedejerez, Francisco Valencia, amenizaron la comida con un rosario de anécdotas de sus comienzos en el sector, que coincidieron con el inicio de la crisis del Marco, en los que se pateaban los principales mercados de destino del jerez, en particular Reino Unido, donde, según comentó Luis Caballero, se dejaron las suelas de muchos zapatos para defender aquello de lo que hizo su forma de vida y que mantendría hasta el último aliento.

Luis Caballero Florido, presidente de honor de Grupo Caballero, falleció ayer a primera hora de la mañana en Sevilla a los 78 años de edad a causa de una neumonía que le mantuvo ingresado en los últimos días. Sus restos serán incinerados hoy en el tanatorio de Jerez, al que fue trasladado tras certificarse su muerte. Desaparece así una de las grandes figuras de los años gloriosos del marco, de los que se dejaron las suelas en los mercados.

Precisamente ayer, Luis Caballero tenía una cita en Londres con la Gran Orden de Caballeros del Vino, encuentro al que asistió el presidente del Consejo Regulador del vino, Beltrán Domecq y en el que, horas antes de su celebración, desde la institución jerezana indicaron que seguro que se rinde homenaje póstumo a la figura de “uno de sus caballeros más relevantes”.

En representación del Consejo del vino y de su presidente, el director de la institución, César Saldaña, lamentó ayer la pérdida de Luis Caballero, “bodeguero muy vinculado al Reino Unido en su larga trayectoria empresarial con gran capacidad de aproximar posturas en el sector y un peso pesado irreemplazable que se va a echar en falta”.

Todo el sector del jerez estaba ayer de luto por la pérdida de un hombre de carácter fuerte y gran personalidad que no dejaba indiferente a nadie. En cierta ocasión, molesto con un empleado de Lustau por hacer esperar a dos periodistas en la bodega sin servirles una copa de vino, el propio Luis Caballero disculpó al trabajador y, antes de salir corriendo porque llegaba tarde a una cita, sirvió unas copas para brindar con los periodistas “por el vino de Jerez y porque no se pierda la buena costumbre de tomar una copa en cualquier momento, algo que debería enseñarse en la escuela junto al catecismo”, enfatizó.

Algo similar le ocurría en los plenos del Consejo Regulador del Brandy de Jerez, del que fue vicepresidente largos años. Ricardo Rebuelta, ex director de la institución, recuerda que “al término de los plenos, cuando se prolongaban, se sorprendía de que los vocales salieran corriendo, pero Luis siempre se quedaba y preguntaba: ¿Aquí nadie se toma una copa?”,.

Por las fechas en las que atendió a los periodistas, este bodeguero e hijo de bodegueros esbozaba la sonrisa del que ha cumplido un sueño pues acababa de cerrar la compra de las marcas emblemáticas de la antigua Domecq, la gama del fino ‘La Ina’, el oloroso ‘Río Viejo’ , el amontillado ‘Botaína’ y el Pedro Ximénez ‘Viña 25’, que se incorporarían a su bodega jerezana de Lustau, proyecto que emprendió a principios de los noventa con la adquisición de la firma jerezana y la posterior revitalización de su actual sede, el complejo ‘Los Arcos’ que en su día también perteneció a Domecq (Harveys).

Mientras la mayoría de las bodegas del Marco adoptaba una posición conservadora en plena crisis del jerez, Luis Caballero reforzaba su apuesta por los vinos y el brandy de Jerez con fuertes inversiones en activos y marcas señeras que “no sé muy bien si algún día podré amortizar, pero no podía dejar que se perdieran”.

En el sector deja una profunda huella con el sello de uno de los personajes más queridos, admirados y respetados por bodegueros, viñistas y cooperativistas, que ayer dieron sinceras muestras de pesar por la muerte y admiración hacia “un caballero de los de antes”, “un defensor a ultranza del jerez”, “un hombre de consenso, comprometido como pocos y como el que ojalá hubiera muchos más en el Marco”, señalaron muchos de los que presumen de haber compartido profesión y amistad con Caballero.

Ricardo Rebuelta, ex presidente del Consejo del brandy, también recibió ayer la noticia con gran pesar. “Es una pena porque Luis era una persona extraordinaria, un enamorado del sector, de los vinos y el brandy de jerez, una institución y un gran profesional que aparte tenía una simpatía y un humor contagiosos”, reseñó. “No era hombre de escurrir el bulto ni de medias tintas, era un líder nato con gran peso en el sector cuya opinión era siempre muy tenida en cuenta y que ha propiciado muchos acuerdos”.

Juan Luis Bretón, ex director de Fedejerez y ex gerente de la Asociación de Criadores y Exportadores de Sherry, también compartió con el presidente de honor de Grupo Caballero amistad y experiencia profesional, de las que guarda muy gratos recuerdos, como de sus últimos encuentros con Caballero. “En el plano personal, hacía honor a su apellido; siempre ha sido un señor, una persona muy humana, cercana, y un líder de primera magnitud en el plano profesional. Es una gran pérdida en todos los sentidos y deja una sensación de vacío muy grande”, significó Bretón, quien recordó a modo anecdótico la forma en que Caballero definía el British Sherry: “Decía que se coge a un gentleman y una batidora y ya tienes el British Sherry: es una simplificación, muy descriptiva de cómo era Luis, directo, claro e irónico”. .

La forma de ser de Luis Caballero también encandilaba al sector productor, caso de los viñistas de Asevi-Asaja, que intentaron convencerle sin éxito en varias ocasiones para que asumiera la presidencia del Consejo Regulador antes de la llegada de Beltrán Domecq. El presidente de los viñistas de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, también expresó ayer su pesar por la muerte de Caballero, una persona sensata, emblemática y de carácter que tenía muy buena relación con todos”.

Hará cuestión de dos semanas, Luis Caballero tenía pensado asistir a una convivencia en la cooperativa de Jerez (Las Angustias) junto a otros responsables del sector, pero su estado de salud se lo impidió. En representación del bodeguero fue uno de sus hijos, al que según fuentes del sector explicó que con las cooperativas y los viñistas siempre hay que estar. Las cooperativas también echarán en falta a este empresario. Para Carmen Romero, gerente de la asociación de cooperativas del Marco (Aecovi-Jerez), Caballero era “la persona más especial del sector, el empresario más admirable con el que mantuve mi última charla hace apenas veinte días, una conversación en la que terminamos hablando de todo, de política, de sociedad...”. “Se va una persona entrañable, llena de vida, de las más brillantes de Jerez; ojalá hubiera muchos Luis Caballero en el Marco, porque nos iría mucho mejor”, apostilló Romero.

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