Pizarro no asiste a la toma de posesión de Menacho
Griñán agradece al ex consejero su vocación por "ayudar a engrandecer" su proyecto.
"No lo sé. Es mi amigo", así de escueta fue la respuesta del nuevo consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, a la cuestión sobre los posibles motivos que habían llevado a Luis Pizarro, titular de este departamento hasta su sorpresiva dimisión de hace dos días, a no asistir a su acto de toma de posesión del cargo en el Palacio de San Telmo. La ausencia de Pizarro fue incluso más noticia que la presentación oficial del nuevo consejero, ya que no es habitual que el consejero saliente no esté presente en su relevo, lo que da una idea del nivel de distanciamiento que actualmente existe entre Pizarro, uno de los hombres con más poder del PSOE andaluz de los últimos tres lustros, y el Ejecutivo comandado por José Antonio Griñán. Menacho; que fue alcalde de Olvera, delegado de la Junta en Cádiz y, hasta el pasado lunes, vicepresidente tercero de la Diputación gaditana, estuvo acompañado por su familia, que se mostró visiblemente emocionada, y por la alcaldesa de Arcos, Pepa Caro, y los alcaldes de El Bosque, Antonio Ramírez, y Torre Alháquime, Francisco Castro.
Quien sí estuvo presente fue el viceconsejero de Gobernación y Justicia, el gaditano José Antonio Gómez Periñán, mano derecha de Pizarro durante su última etapa en la Junta. Sin embargo, Gómez Periñán presentó su renuncia al cargo a Menacho en la primera reunión que mantuvieron en la remozada Consejería. Junto a Gómez Periñán se marcharon en la tarde ayer los directores generales de Administración Local, José María Reguera, y de Espectáculos Públicos y Juego, Manuel Brenes, dos gaditanos -igual que Pizarro y Menacho- y hombres de total confianza del ex consejero.
Así que Menacho se encontrará con una Consejería con pocos lazos con su pasado más reciente y un Gobierno atacado por varios frentes, algo que no le preocupa. "Llego en un momento bueno para los que nos gusta la política y la gestión. Voy a poner al servicio de los ciudadanos toda la experiencia que he ido acumulando", aseguró Menacho, quien también indicó que las "puertas de la Consejería van a estar permanentemente abiertas y se va a trabajar con total transparencia, en equipo y para el bien de los andaluces".
Griñán, por su parte, intentó restar importancia a la ausencia del ex consejero y ex secretario de Organización y General del PSOE, e incluso le dedicó varias alabanzas. "Primero agradecer a Pizarro su colaboración desde que formé el primer gobierno y su servicio y vocación para engrandecer el proyecto". El presidente andaluz describió a Menacho como un hombre que "ha encajado siempre en todo proyecto colectivo" y le pidió que impulse "con urgencia" las ciudades de la Justicia y las leyes municipalistas en el año que queda de legislatura , periodo que el jefe del Ejecutivo autonómico no dudó como el "más importante".
Desde las filas de la oposición se escucharon, obviamente, mensajes bien distintos. Por parte del PP-A, su portavoz, Rosario Soto, abundó en lo ya dicho el día anterior por otros dirigentes de su partido, al afirmar que "quien tiene que dimitir" es Griñán por ser el "responsable del desgobierno" de la Junta. Desde IU-CA, su dirigente Diego Valderas dedicó al Ejecutivo y al PSOE las expresiones "herido", "tocado" y "sin rumbo".
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