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Susana Díaz se queda

La presidenta no competirá por el liderazgo de Ferraz debido a la incertidumbre que suponía dejar Andalucía. Los notables socialistas que la apoyaban no han conseguido que Eduardo Madina retirara la candidatura. Díaz suspendió una cena el lunes con Rubalcaba al saber que Madina iba a pedir libertad de voto en la abdicación.

Susana Díaz se queda
Juan Manuel Marqués Perales

10 de junio 2014 - 14:11

Susana Díaz se queda. La presidenta de la Junta no optará a la Secretaría General del PSOE, por lo que seguirá con plena dedicación a sus labores en el Gobierno andaluz y a su partido en la comunidad. El dilema de Susana Díaz ha sido entre la ambición y la coherencia, la ambición de alcanzar el liderazgo del PSOE federal a sus 39 años para presentarse posteriormente a las elecciones generales contra Mariano Rajoy. Y la coherencia: la de cumplir con un electorado y un Parlamento con los que se comprometió hace sólo nueve meses a abrir un nuevo tiempo. También ha pesado que Eduardo Madina, el candidato favorito de Ferraz, no ha podido ser convencido para que retire su candidatura. El otro en liza, Pedro Sánchez, el único que ha hablado con la presidenta estos días, sí le transmitió que retiraría su candidatura si ella concurría. "Pedro no quería enfrentarse a alguien que es la presidenta de la Junta", explicó uno de sus colaboradores. Díaz, sin embargo, mantuvo ante este medio que una posible elección competida con Madina no le ha condicionado.

Aunque Díaz tomó la decisión el sábado por la mañana, el lunes pasado iba a ir a cenar a Madrid con el secretario general saliente, Alfredo Pérez Rubalcaba, para una nueva aproximación. Sin embargo, el aviso desde el mismo Madrid de que Eduardo Madina estaba decidido a solicitar la libertad de voto ante la ley de abdicación del Rey motivó que la presidenta diese por concluida cualquier negociación. No fue. Díaz entiende que tanto Pedro Sánchez como Madina estaban jugando con elementos vertebrales del PSOE en beneficio de su carrera a la Secretaría General. Madina no llegó a formular su propuesta, y ayer permaneció callado durante las más de tres horas de la reunión del Grupo Socialista en el Congreso. La opinión de la andaluza es que los otros están rompiendo la centralidad socialista.

Así, que retirada a los cuarteles de invierno. Preguntada por si volverá a tener otra oportunidad, ayer contestó en la Cadena Ser: "Si tiene que pasar, pasará, y si no, no pasará y no pasa absolutamente nada". La presidenta también se reunió ayer con Patxi López, aunque desde el PSOE se insistió en que era una visita prevista, aunque "indudablemente, se habló de política". Estas fuentes descartan que López vuelva a postularse una vez que anunció que no concurrirá.

De este modo, Díaz optará por lo que le habían aconsejado sus colaboradores más cercanos: fortalecer al PSOE andaluz, ganar las próximas elecciones autonómicas y, con ese bagaje, intentarlo de nuevo más adelante. La presidenta no pierde ojo con Madrid, le apasiona la política nacional y sabe a qué retos se enfrenta España en estos momentos. Ese parece ser el plan de la presidenta, y de hecho no ocupará ningún puesto en la Ejecutiva federal, según explicaron ayer fuentes del PSOE andaluz. En las anteriores, tanto Manuel Chaves como Griñán han sido presidentes.

Este hecho inquieta en la sede de Ferraz, donde opinan que Susana Díaz estará vigilando desde Andalucía al nuevo secretario general para intentar derribarlo si las elecciones le vienen torcidas. Temen, que fuera de la dirección, fuerce un congreso extraordinario si los primeros pasos del líder son decepcionantes.

Junto a los asesores que le explicaron las dificultades para argumentar su marcha de la Presidencia, también hubo una presión de militantes y dirigentes provinciales. Al Palacio de San Telmo han llegado "numerosas cartas" de ciudadanos que le pedían que se quedase en Andalucía. La propia presidenta comprobó este fin de semana en el Rocío cómo muchos romeros le pedían que no marchase a Madrid. "He notado el cariño de la gente, me lo pedían por la calle", explicó la presidenta a este medio.

Según contó, la decisión de no presentarse la tomó entre el viernes por la tarde y el sábado, y en ella ha pesado el peligro de que el PSOE andaluz abriese un nuevo período de inestabilidad con su marcha. "Nosotros somos la columna vertebral del partido, si perdemos esto, cae el PSOE", dijo la presidenta, que se mostró "contenta" . El sábado por la mañana, ya en el Rocío, donde acompañó a la Hermandad de Umbrete, sabía que no optaría a la carrera de Ferraz. Se lo había contado a su consejero de Presidencia, José Manuel Jiménez Barrios, a su secretario general, Máximo Díaz Cano, y a José Antonio Griñán, Manuel Chaves, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Luis Pizarro, que ha sido uno de los mayores defensores del salto a Madrid, también fue informado.

La alegría era la sensación más extendida ayer entre los secretariosde las provincias andaluzas y en el Palacio de San Telmo: pocos deseaban que Díaz iniciase una campaña en Madrid que abría demasiadas incertidumbres. Todos le habían aconsejado esperar. Con el tiempo, se ha demostrado que la Presidencia de la Junta no es compatible con la Secretaría General del PSOE en Ferraz. Ambos cargos requieren toda la dedicación: sólo los presidentes de Gobierno, en los casos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero, se lo han podido permitir. Residían en Madrid y eran líderes del partido en el Gobierno, no en la oposición.

Notables como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Manuel Chaves, José Antonio Griñán y José Blanco estaban con la candidatura de la presidenta; algunos de ellos intentaron convencer a Madina para que no diese la batalla, pero ha sido imposible. Blanco ayudó a que nueve secretarios regionales diesen su apoyo a Susana Díaz.

Chaves: "Podría haber sido una buena secretaria general"

Por su enorme conocimiento de la figura que lidera a día de hoy el destino del Gobierno andaluz y por haber sido testigo de los vaivenes de la dirección del PSOE en los últimos años, conocer la opión del ex presidente del PSOE Manuel Chaves era más que oportuna. El también ex presidente de la Junta de Andalucía dijo que Susana Díaz "podría haber sido una buena secretaria general" del partido, pero consideró "absolutamente lógico" que haya "optado por garantizar la continuidad de la Junta de Andalucía y darle garantía a la estabilidad en el Gobierno andaluz". Tras rechazar que la presidenta andaluza con su decisión "haya dado un paso atrás" en el PSOE, Chaves aseguró que no sabe cómo va a afectar a otros candidatos su decisión. Por su parte, José Antonio Griñán, a la postre, el impulsor del salto a la primerísima línea de Susana Díaz destacó que la decisión de la sevillana muestra "sentido común, sentido de la responsabilidad y sentido de Estado". "Cuando se es presidente de la Junta de Andalucía, la institución está por encima de partido", apostilló. Aunque no quiso contestar a la pregunta de si con esta decisión perdía todo el partido se limitó a decir que "gana el PSOE de Andalucía, sobre todo ganan los andaluces y la Junta".

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