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Pagos de 15.000 euros de la Junta en un prostíbulo
La Fundación Andaluza de Formación y Empleo (Faffe)Faffe, la potente agencia de la Consejería de Empleo cerrada en 2011, tuvo al menos dos tarjetas distintas, cuyo titular era Fernando Villén, un militante socialista de San Fernando con gran recorrido en el partido y en la Junta. El 22 de marzo de 2010 se pagaron 15 facturas en un conocido club de alterne de Sevilla con cargo a una Mastercard de la Faffe, un total de 14.737 euros en unas pocas horas. La juerga en Don Angelo, situado cerca del campo del Betis, comenzó poco antes de las 9 de la noche y finalizó cerca de las 3 de la madrugada. Hay facturas de 310 euros, pero también varias de 1.470 euros.
La investigación en la que se han descubierto estos pagos está abierta en el juzgado número 6 de Sevilla, es una pieza separada de los cursos de formación y afecta, en exclusivo, a la Faffe. La Guardia Civil está investigando los ajustes de tesorería en esta fundación que daba casi tantos cursos como los sindicatos UGT y CCOO y la Confederación de Empresarios. Se calcula que la Faffe pudo gestionar 300 millones de euros.
Desde el Gobierno andaluz se ha calificado este hecho como "vergonzoso" y "espeluznante", según ha explicado uno de sus consejeros a este medio. Esta persona ha vuelto a repetir que han estado colaborando con la instructora en todo este asunto, que ha quedado bajo secreto sumarial. El PP no comparte esta colaboración, y acusa al Gobierno andaluza de retener parte de la información.
La Junta de Andalucía, a petición del juzgado, envió el contrato de una tarjeta, pero lo entregado no es de una Mastercard, con cargo a Unicaja, sino una Visa asociada a una cuenta de la Caja de San Fernando. Según se ha explicado desde la Junta, ésta última tarjeta no tenía más movimientos.
La Junta ha enviado al juzgado que dirige la juez Bolaños las claves y la contabilidad de la Faffe durante sus años de existencia, así como un ordenador, pero los gastos del Don Angelo no se encuentran registrados. ¿Por qué? Porque alguien de los participantes acudió, ya sereno, al prostíbulo para pagar la nutrida cuenta. No hubo, por tanto y en principio, menoscabo de fondos públicos. Lo que la Guardia Civil investiga, no obstante, es si las cajas de caudales de la Faffe sirvieron para pagar en metálico esa juerga.
El actual consejero de Empleo, Javier Carnero, ya intervino en el Parlamento el pasado mes de mayo para dar explicaciones, pero dijo que sólo hubo una tarjeta en la Faffe, cuyo gasto entre 2005 y 2010 fue de 1.563 euros. No se refirió, por tanto, a la del Don Angelo, porque los pagos quedaron anulados.
Según declaró el propio Villén en una comisión del Parlamento andaluz el pasado 16 de mayo, fue él quien, “por error”, pagó en el club de alterne un total de 538 euros, con una tarjeta de la Faffe creyendo que era suya. Se trataba de una despedida de soltero que se celebraba en esta local y, según el declarante, el error se subsanó días después.
En efecto, pero con importantes matices: dos días después del 22 de marzo, una persona acudió al Don Angelo y abonó los 14.737 euros, de modo que el propietario del club anuló el cobro que se le iba a hacer a la Faffe por medio de la tarjeta. Lo que la Guardia Civil investiga es quién pagó la factura y de dónde salió todo ese dinero. Villén declaró también que aquella tarjeta tenía un tope mensual de 3.000 euros, pero la noche del 22 al 23 de marzo se excedió cinco veces ese límite.
La secretaria general del PP andaluz, Dolores López, puso el dedo en la llaga al recordar que el 22 de marzo cesó el consejero de Empleo, Antonio Fernández. La Faffe pertenecía a Empleo, y esa mañana el presidente José Antonio Griñán remodeló su Ejecutivo y salieron varios consejeros, entre éstos Fernández. A éste le sustituyó el almeriense Manuel Recio. El PP volverá a preguntar en el Parlamento al titular actual por estas tarjetas.
El cambio del Gobierno de Griñán causó un terremoto político en Andalucía, ya que el presidente sacó del Ejecutivo a aquellos chavistas que le habían apoyado en el proceso de sucesión. Tras la salida de Antonio Fernández, Empleo cayó en una profunda renovación, ya que sus estructuras se vieron sacudidas por el caso de los ERE.
La tarjeta que se admite que existió en la Faffe debía servir para gastos de gasolina, peajes y algún imprevisto. Y, para ello, también había 13 cajas de caudales en la fundación. Nueve de ellas estaban en las gerencias provinciales, una en la oficina del Campo de Gibraltar y el resto en la central de la fundación, nominada cada una de ellas según el departamento donde estaban.
En estas cajas había una cantidad permanente que oscilaba entre los 1.500 y los 2.000 euros. La Guardia Civil también ha investigado los movimientos. De la caja se sacaban distintas cantidades, pero siempre había que entregar una factura o el ticket del pago previo que se había realizado por cuenta propia.
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