Desembarco naranja para zarandear una campaña dormida
Elecciones Andalucía
Inés Arrimadas llama al voto en Triana al entender que el PSOE busca una baja movilización: "Estamos a solo dos escaños de la mayoría"
"Hay que salir a votar porque nos quedan sólo dos escaños para sumar una mayoría del cambio". Inés Arrimadas ha hecho campaña este martes en el barrio de Triana, donde ha llamado a la participación en las elecciones andaluzas, ante su certeza de que el PSOE de Susana Díaz ha buscado, durante estos días, una baja movilización.
Es cierto que la campaña del PSOE ha sido soft, suave, tranquila, quizás abrigados en la confianza de que un apoyo algo menor al de 2015, pero con una derecha fracturada, daría un resultado similar en números de escaños. Al PSOE, por las alianzas posteriores, tampoco le conviene que Ciudadanos sea la segunda fuerza. Si fuese así, el pacto con los naranjas se haría imposible, se convertirían en una verdadera alternativa a los socialistas.
Arrimadas ha sido la primera en llegar a Andalucía, pero antes del fin de semana llega Albert Rivera, y la jerezana ya no volverá a marcharse a Barcelona hasta el lunes 3 de diciembre. Rivera ha convocado a su dirección nacional para ese día en Sevilla, el día de la lectura de los resultados.
Arrimadas y su candidato, Juan Marín, han recorrido la calle San Jacinto hasta el Guadalquivir, la arteria de Triana que desemboca en el río. "Vente para Andalucía y deja Cataluña", le ha espetado una mujer a la jerezana, jefa de la oposición en Cataluña. Sin embargo, el recorrido, quizás por el frío, no ha estado teñido del color que se le supone a una calle de estas características, posiblemente de las más vivas de Sevilla.
Y ésta es una duda que se cierne sobre las opciones de Ciudadanos. Varios sondeos le otorgan una segunda posición, Juan Marín está seguro de ello, pero en la calle, en los mítines, los naranjas no arrastran. El partido no goza de la implantación territorial que tiene el PP, y sus encuentros no son los de Adelante Andalucía, que son los más fervorosos.
Pero la marea naranja existe, y el PP teme que la entrada en el juego de Vox le conduzca a una tercera posición. En estos momentos, todas las direcciones de los partidos opinan que lo de Vox va en serio, que puede colarse en el Parlamento y, si no, restar algunos escaños a quien quede segundo en cada provincia, y eso vale para todos: desde Adelante Andalucía al PP, pasando por el PSOE.
Juan Marín no ha descartado que se apoye en los escaños de Vox. No lo ha expresado de este modo, no quiere hablar de partidos que no tienen representación parlamentaria, pero ha asegurado que hablará con todos los que compartan un programa para sumar una mayoría del cambio. Marín, no obstante, es bastante escéptico sobre la representación de Vox y se ha referido a lo que le ocurrió a Inés Arrimadas en Cataluña, donde le preguntaron durante toda la campaña si pactaría con Unió. y Unió no entró.
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