"Mi filosofía es que de los cobardes no hay nada escrito"

A sus 33 años, puede contar que ha sido concejala del Ayuntamiento de Cádiz y diputada provincial, y que acaba de ser reelegida parlamentaria autonómica. La candidata del PP a la Alcaldía de Sanlúcar, Ana Mestre, se inició en la política con 18 años “después de pensarlo mucho”. “Soy una persona muy inquieta. Fui delegada de clase, representante de los alumnos en distintos consejos escolares, luego en la Universidad cuando la LOU...”.

Desde que se supo que iba a ser la alcaldable en Sanlúcar el reproche político que más parece haber calado en la población es su condición de “jerezana”. “Para cómo está la política hoy en día, que a mí en Sanlúcar sólo me puedan reprochar que soy de Jerez, es para sentirse afortunada. No voy a renegar de esa parte de mi sangre y no voy a consentir que me quieran quitar mi sangre sanluqueña. Ni Víctor Mora –el alcalde y candidato del PSOE– ni sus adláteres van a evitar que mi origen sea sanluqueño”, asegura.

Esta dirigente popular de padre jerezano y madre sanluqueña explica que procede de “una familia muy grande, unida y de muy buenas personas”. “Yo puedo presumir de ello. No sé si pueden decir lo mismo todos los concejales del Gobierno local”, comenta en alusión a la coalición del PSOE y CIS –ahora Ciudadanos-– Su familia es la de los Esbarataos, los Goli del Barrio Alto; su abuelo Pepe García Odero trabajaba en el antiguo Banco Hispano Americano... y no para de enumerar parientes sanluqueños.

Sus recuerdos de las antiguas casetas de la playa, las barbacoas del 15 de agosto, sus “cafelitos” y partidas de billar en el desaparecido bar Siglo XVII, su primera noche de los palcos de las carreras de caballos (“iba de turquesa y blanco”) y las convivencias de scouts en El Picacho dejan paso al discurso político. “Me veo ganadora. Soy consciente de que obtener hoy la confianza de los sanluqueños es complicado y por eso estoy trabajando desde el primer día que fui nombrada candidata:dedico las 24 horas del día a las barriadas, a las personas, para demostrarles que merece la pena confiar en el proyecto que lidero”, afirma. “Tengo claro que la confianza no es gratuita y por eso me esfuerzo para hacer las cosas como creo que hay que hacerlas”, apostilla. “Mi filosofía es que de los cobardes no hay nada escrito y a mí me apasiona Sanlúcar”, sentencia.

La candidata populares de los que opinan que las personas pesan más que las siglas políticas en las elecciones municipales. “El PP tiene grandes ejemplos de alcaldes que gobiernan en ciudades en las que jamás habíamos pensado que iba a gobernar nuestro partido. En Sanlúcar ha pasado eso con Juan Rodríguez, que consiguió una mayoría absoluta, mientras que el PSOE nunca ha gobernado en Sanlúcar con ese apoyo. Eso me alienta. Significa que Sanlúcar valora las personas, no los partidos”.

Su principal rival es el alcalde “interino”. “A Víctor Mora no le eligieron los sanluqueños. Concurre a estas elecciones por primera vez, como yo, pero ha sido la mano derecha de la anterior alcaldesa, Irene García, en sus ocho años de gobierno caracterizados por la incompetencia y la falta de promesas cumplidas. El exceso de confianza nunca es bueno”, argumenta.

Mestre considera que “Sanlúcar no necesita un programa electoral, sino un proyecto de ciudad como el que lidero y que no ha existido en los últimos años”. La “alternativa seria y fuerte” del PP plantea como prioridad la “creación de puestos de trabajo” a través de una gestión “transversal” en materia de empleo, turismo y cultura. En éste y otros muchos “compromisos con los sanluqueños” está enfrascad