Macarena Olona: El huracán perdió su fuerza
El perfil duro de Olona no ha terminado de cuajar en una Andalucía en la que asegura que va a permanecer
Macarena Olona: "No es el resultado que me hubiese gustado"
Llegó a Andalucía bajo el apelativo de huracán, que se encargaron de difundir desde su partido, y no ha dejado a nadie indiferente. Pero Macarena de Salobreña, como ella misma se erigió tras la polémica en torno a su empadronamiento, no ha terminado de cuajar como candidata. Puede que haya sido su perfil duro, sus actuaciones en los debates o el uso de estereotipos andaluces de forma desafortunada, pero Macarena Olona se ha ido diluyendo en una campaña con Santiago Abascal como protagonista indiscutible y esta noche una profesional acostumbrada a sobresalir se enfrenta a un resultado mucho peor de lo esperado. El huracán ha tocado tierra y perdido la fuerza con la que llegaba.
Las expectativas que afrontaba esta abogada del Estado eran muy altas. Con unas encuestas que arrojaban un fuerte crecimiento, Vox tenía la vista puesta en Andalucía como primer peldaño para entrar en un futuro Gobierno central con el PP. Pero se ha quedado a las puertas de conseguirlo. Y Macarena Olona, sin la vicepresidencia reclamada.
Licenciada en Derecho en la Universidad de Alicante (su ciudad natal) con un premio extraordinario de fin de carrera, ingresó en el cuerpo de abogados del Estado en 2009 y desde 2013 a 2017 ocupó el cargo de jefa de la Abogacía del Estado en el País Vasco.
Allí forjó su carácter duro especializándose en la lucha contra la corrupción e impulsando investigaciones contra algunas actuaciones del Gobierno vasco, alguno de sus ex cargos y múltiples demandas contra organizaciones de la izquierda abertzale.
El Gobierno de Mariano Rajoy la cesó en 2017, aparentemente ante presiones del PNV por la labor desarrollada por Olona. Pasó entonces a ser secretaria general de la empresa pública Mercasa donde se empeñó en destapar un caso de corrupción que acabó implicando a cargos socialistas y populares. También fue cesada de ese puesto poco antes de su cita para declarar en la Audiencia Nacional.
Con ese llamativo currículum, el presidente de Vox, Santiago Abascal, y el secretario general, Iván Espinosa de los Monteros, pusieron sus ojos en la abogada del Estado y contactaron con ella a través de la plataforma Linkedin en marzo de 2019 para sumarla a su proyecto.
Vox ya había obtenido una importante victoria en las elecciones andaluzas y auguraba un éxito paralelo en las nacionales. Olona asegura que ya había recibido ofertas de otros partidos que había rechazado sin siquiera planteárselo.
La todavía diputada nacional entró en el Congreso en mayo de 2019 por la provincia de Granada. Y en la tribuna de oradores se ha labrado un perfil duro y polémico, basado en intervenciones provocativas, recurriendo incluso al insulto, que le han valido el calificativo de sobreactuada.
Una espectacularización de la política en aumento desde que fuera nombrada candidata a la Junta de Andalucía y que culminaba en su despedida del Congreso, donde protagonizó un duro encontronzado con Félix Bolaños, el “ministro perejil” de la Presidencia y acusó de “traidor” al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ataviada con una camiseta de Piolín.
Una despedida por todo lo alto aunque realmente no dejaba la Cámara Baja: la diputada solo ha comunicado su intención de renunciar al escaño cuando tome posesión como parlamentaria andaluza. Asegura, eso sí, que piensa quedarse en Andalucía.
Celosa de su intimidad, la campaña electoral ha propiciado que haya ido revelando algunos datos de su vida personal en distintas entrevistas. Nacida en Alicante en 1979, tiene raíces jiennenses y es madre de un niño. Fue criada por su madre después de que su padre, al que se vinculó a los negocios de la familia Pujol, abandonase la casa, algo que asegura que le marcó. Ha hablado de su adolescencia turbulenta y tatuajes escondidos, pero sigue eludiendo algunas preguntas por motivos de seguridad, ya que lleva escolta desde hace meses “por las amenazas de muerte de la extrema izquierda”, asegura.
Su declaración de bienes revela que conduce un Porsche Panamera, tiene una casa en Alicante y 158.000 euros en cuenta, además de 114 acciones de Iberdrola que dieron pie al mote de Iberdrolona que le adjudicó la candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, en el último debate. Dura en la discusión, es por el contrario afable en el trato cuando está fuera de la tribuna o el atril, explican sus contrincantes. Dos perfiles completamente distintos para Macarena de Salobreña; habrá que esperar para conocer si hay un tercero en el Parlamento andaluz.
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