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El rédito de la no investidura

El PSOE explota la situación de interinidad para invocar un gobierno con mayoría estable que evite la parálisis municipal. Un posible apoyo del partido de Rivera a Susana Díaz podría devolver los votos 'robados' al PP y mantener su hegemonía. Ciudadanos se hace fuerte y su discurso deja la puerta abierta a pactos tanto con Zoido como con Espadas

María José Guzmán

09 de mayo 2015 - 06:55

A Parlamento revuelto, ganancia de pescadores, podría ser la adaptación del refrán. ¿Y quiénes pescan en esta situación de interinidad generada por la falta de apoyos para investir a Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía? Ayer estuvo en Sevilla Albert Rivera, el líder nacional de Ciudadanos, que ya se proclamó maestro en la pasada campaña de las autonómicas para enseñar a pescar a los andaluces, "en lugar de repartir o quedarse con parte del pescado". No estuvo acertado y éste es otro tema. De lo que se trata ahora es de tirar la caña y sacar votos, sin más doble sentido, en un escenario tremendamente abierto. La polémica no investidura se ha colado ya en la campaña.

¿Quiénes son los más beneficiados por este debate en la capital? La respuesta depende de la maña que cada uno tenga para convertir esta debilidad en una fortaleza. De momento, quien más rédito parece estar sacándole a la situación es el propio PSOE, como víctima de este proceso. La intervención de Susana Díaz, la presidenta en funciones, en el arranque de la campaña del alcaldable Juan Espadas giró en torno a lo que está pasando en el Parlamento a causa del frente del "doctor no", en alusión a Mariano Rajoy, a su parecer. Choca muchísimo que sea el propio Juan Ignacio Zoido , el candidato del PP, quien defienda en Sevilla que gobierne la lista más votada, mientras a nivel autonómico votan en contra de la investidura de la socialista.

Es un elemento más que el PSOE puede estrujar en su campaña electoral. De momento, esta situación de interinidad sopla a favor de Espadas, pues le brinda en bandeja la posibilidad de argumentar que Sevilla necesita una mayoría consolidada y estable para evitar que se reproduzca esta situación de parálisis. Los socialistas pueden explotar ese estado de ánimo que se percibe en la calle del ciudadano que no oculta su hartazgo y que sólo A Javier Millán: "Pactaremos propuestas" Ciudadanos se muestra dispuesto a "pactar propuestas" en el Ayuntamiento de Sevilla que vengan a "dar solución a los problemas" de los sevillanos, buscando siempre el "interés general" y "sin mirar de dónde vienen" esos planteamientos. Así lo manifestó ayer el candidato a la Alcaldía, Javier Millán, acompañado por el líder nacional de la formación, Albert Rivera, y por el presidente del Grupo parlamentario de Ciudadanos en la Cámara andaluza, Juan Marín. Millán presentó "un proyecto nuevo y regenerador" para que el Ayuntamiento se sitúe "al servicio de los ciudadanos" tras las elecciones locales del día 24. "Se busca que Sevilla funcione". quiere que los políticos se pongan ya a trabajar. Por eso Espadas reitera que el voto útil es el de su partido. El PP tiene más complicado rentabilizar ese victimismo. Zoido , en un intento por culpar a Susana Díaz de la actual situación, criticó El alcalde fijó sus líneas rojas en un posible pacto: transparencia, austeridad y honradez ayer que haya intentado negociar como si tuviera la mayoría absoluta y apuntó que a él eso no le hubiera pasado porque hubiera negociado desde el primer momento. ¿Cuándo? ¿Antes de las elecciones o después? Todo por lograr la gobernabilidad. No sería la primera vez que este tipo de conversaciones se pergeñan días u horas antes de la cita con las urnas, otra cosa es que eso se haga público. Y, sin que se trate de esto, Zoido sí hizo ayer un guiño a Ciudadanos.

El alcalde evitó tirar de manual, sería lo clásico, y no negó que esté contemplando un escenario de posible pacto, para el que fijó de antemano unas líneas rojas: "Yo no entraría nunca a negociar unas determinadas áreas o concejalías, pero si hay que negociar yo exigiría austeridad, transparencia, honradez y trabajo". Zoido insiste en que el PP, su PP, es "un valor seguro" y tiene también la oportunidad de aprovechar el rechazo que probablemente cause en gran parte de los sevillanos que pensaban votar a Ciudadanos el hecho de que el partido de Albert Rivera pueda dar su apoyo o estar boicoteando la investidura de Susana Díaz. Buena parte de los votantes del PP se han desplazado hasta esta formación política en el empeño de castigar a Zoido que, según este razonamiento, podría ahora rescatar muchos de esos votos robados. Aunque no todos los seguidores de Rivera se sitúan en la deLa difuminación de la izquierda puede hacer subir la abstención y beneficiar a la derecha recha, este cambio de rumbo podría beneficiar a Zoido . Pero en su propio partido hay quienes dudan de la habilidad de éste para gestionar las ventajas que este nuevo escenario plantea. Mientras el PSOE exprime este paréntesis para seguir recordando que Susana Díaz fue la vencedora, algo que aunque esté aún muy reciente nunca está de más recordar al electorado, el PP sigue instalado en una estrategia basada en la gestión de una ciudad que, además, es calificada en las encuestas como deficiente e insatisfactoria.

Zoido , sin embargo, confía en que las encuestas no son infalibles, sobre todo las del CIS, y sólo abre los oídos para escuchar a los vecinos, reeditando el mejor de sus estilos: el de la micropolítica y los gestos intangibles que llenan luego las urnas. Hay tantas interpretaciones como candidatos, pero lo que parece seguro es que el escenario está más abierto que nunca y que las dos fuerzas mayoritarias podrían jugarse la Alcaldía por un puñado de votos. Si Espadas vence en el recuento del 24 de mayo, Zoido no tendría otra que entregar la Al. caldía a la lista más votada. Tal vez no vuelva a referirse a ello y su discurso se torne hacia la mayoría suficiente, concepto que permite encajar con menos problemas los pactos futuros. En los próximos días toca jugar a la indefinición. Ciudadanos sigue haciéndose fuerte ante el pinchazo de las fuerzas emergentes de izquierdas, cuya división da pie a la confusión del electorado. Si hay un sector de posibles votantes del partido de Albert Rivera que pueden regresar al calor de Zoido, en la izquierda se antoja más complicado que estos apoyos ingresen en la bolsa de Espadas y ya hay muchos, los más descontentos, que se identifican con movimientos como el 15-M y otras plataformas ciudadanas, que piensan en quedarse en casa el 24-M. Si la abstención de este perfil de votantes aumenta, el beneficio será para la derecha, lo que favorecería la consolidación del PP y permitiría a Zoido revalidar la Alcaldía sin mayor problema. Ayer la campaña entró en una nueva fase. Ciudadanos barajó y la partida tomó un nuevo rumbo. Sus líderes jugaron más que nunca a la ambigüedad. Es más, de las palabras del candidato a la Alcaldía de Sevilla, Javier Millán, pudo deducirse que tan fácil es que surja un pacto con el PP como con el PSOE. Haciendo alarde de sentido común, el candidato repitió mensajes de Espadas ­"Sevilla necesita un nuevo impulso, modernización, innovación, diversificar la economía"­ y también de Zoido ­"el Ayuntamiento debe mostrarse como algo limpio, transparente, honesto". En Ciudadanos ya dicen que pactarán propuestas. En el PP y en el PSOE, que deben salir a ganar. Y en la calle, el hartazgo aumenta. La campaña no ha hecho más que empezar.

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